Nos encantan nuestros amigos peludos, ya sean perros o gatos. Son unos grandes (o a veces, diminutos 😉)compañeros de viaje que nos dan mucha felicidad y compañía, sobre todo cuando no tenemos bebés. De hecho, muchos se definen como papás perrunos -o gatunos- ya que ocupan un lugar importante en nuestras vidas.
Ellos son el centro de atención y los que reciben todos los mimos. Pero ¿y qué pasa cuándo llega un nuevo miembro a la familia? ¡Que no cunda el pánico!
En Fun*das BCN nos adelantamos a todas tus dudas para que puedas disfrutar de tu peque, tu mascota y la maternidad. En este artículo vamos a contarte cómo puedes preparar a tu mascota para la llegada del bebé y que sean amigos inseparables. 🐶 ❤️ 👶
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Técnicas para que tu mascota se adapte a tu bebé
Antes del gran día en el que tu mascota y tu bebé se encuentren y conozcan es recomendable ir preparando el momento. El nuevo miembro de la familia traerá algunos cambios que nuestro peludo notará y necesita acostumbrarse a ellos para que no se sienta desplazado.
Algunos de los cambios se producirán en los horarios, las rutinas, los ruidos e incluso los olores. Para tu mascota podría ser una situación similar a la que experimentan los hermanos mayores cuando llega el peque a casa.
Es conveniente que vayamos haciendo algunos de estos cambios durante el embarazo para que sea lo más llevadero posible ya que no podemos explicárselo como haríamos con su hermano mayor. Vamos con esas técnicas de preparación.
Cambios en los paseos
Cuando llegue el bebé habrá cambios en los hábitos del perro o del gato. Por ejemplo, los paseos quizá comiencen a ser algo más cortos o a cambiar de frecuencia u horario. Por lo que puedes introducir paseos de menor duración para que no lo asocie con algo negativo.
Estableced las normas
No todos los papás quieren que el peludo esté muy cerca del bebé al principio o que pueda lamerlo. Es una cuestión de gustos y preferencias en la que tendréis que decidir cómo vais a proceder en cada caso con el fin de tenerlo claro desde el minuto uno.
De esta manera será más sencillo saber cómo debéis reaccionar en cada situación o si habrá restricciones para vuestro perro o gato, como entrar en la habitación del bebé.
Crea su lugar de descanso y privacidad
Si tu mascota no tiene un lugar donde tumbarse, es decir, su camita, este puede ser un buen momento para que la tenga. De este modo empezaremos a delimitar un espacio para él, donde pueda sentirse seguro y disfrute de su tiempo de independencia. Así también podrás enseñarle a respetar el espacio del bebé cuando sea la hora de convivir juntos.
Prepárale para los cambios
Cuando llegue ese momento, el de la convivencia, habrá muchos estímulos nuevos y tu amigo peludo necesitará reconocerlos por lo que será más fácil si empezamos a hacerlo durante el período de gestación.
Para lograr que se acostumbre: deja que huela la ropa y juguetes del bebé para que se habitúe a los olores diferentes. Haz que vea la silla de paseo o el capazo del peque para que les reste importancia. Permite que escuche la música de los juguetes o incluso el llanto de un bebé para que pueda ir familiarizándose con ello.
Si llevas a cabo todas estas actividades ayudarás a que tu mascota no experimente un cambio brusco cuando llegue el bebé a casa y le sea familiar.
El encuentro del peque y tu mascota es el momento más delicado de todo el proceso, ya que será el punto en el que se encuentren y tu mascota le dé el visto bueno o aprobación al nuevo integrante de la familia. No te preocupes porque los animales suelen ser muy receptivos y la reacción más normal es la que estás esperando. Serán amigos según vayan pasando los días.
Utiliza el olor
Para que el primer contacto no sea muy brusco puedes presentarle algunas prendas que haya usado tu peque durante los días de hospital. Ahora sí que estará conociendo por primera vez a tu bebé, aunque solo sea a través del olor. Lo que para ti puede no suponer mucho, para él le aportará toda la información que necesita por el momento.
Prepara el momento clave
Cuando llegue el gran día, sobre todo lo más importante es realizar el encuentro con mucha cautela y calma. Es aconsejable que no haya muchas personas nuevas en la estancia ya que eso provocará que tu mascota esté excitada. Asegúrate de que esté calmada y entonces preséntale a tu bebé.
Es importante que los papás también estéis calmados ya que la tensión podrá notarse en el ambiente, en los movimientos, en la manera de hablar… y recuerda que tu mascota puede sentir y comprender todo eso. A veces incluso mejor que nosotros. 😅
Siéntate en un lugar donde pueda acercarse a reconocer al nuevo miembro de la familia mientras lo sostienes en brazos. Por otra parte, otra persona debe encargarse de sostener a tu mascota. Sirve con tomar la correa y controlar el movimiento según veamos sus reacciones.
Si sigue calmado y curioso, déjale que se acerque un poco más a investigar. Querrá olerle, principalmente el pañal, e incluso tratará de apoyar la cabeza encima del bebé para llegar a lamerlo. Trata de evitar movimientos bruscos para que no se asuste y reaccione inesperadamente.
En el caso del gato, siéntate en el sofá y deja que sea él quien se acerque poco a poco. No invadas su espacio y dale tiempo para querer conocer al nuevo integrante de la familia.
Las golosinas o premios pueden ser una buena motivación para que realice lo que le pidamos o se comporte correctamente en cada situación del encuentro o incluso en el día a día.
Adaptación a la vida diaria
Una vez pasen los primeros días con el peque en casa, querréis volver a la normalidad lo antes posible y es la mejor opción para que tu mascota no note la diferencia de la que hablábamos antes.
Es importante que al principio no se queden a solas en la habitación sin ningún tipo de supervisión. Ese momento acabará llegando pero cuando te asegures de que tu mascota no tiene celos hacia el bebé.
Para ello, es aconsejable que ambos miembros de la familia pasen tiempo juntos así como a solas. Es decir, sigue realizando actividades con tu mascota en las que el bebé no esté presente para seguir reforzando vuestra relación y que no sienta que ha perdido tu atención.
Sesiones de juegos en el parque, largos paseos, mimos en el sofá o montar en bici pueden ser algunas de las actividades para mantener vuestro vínculo. Así como permitirle que juegue o descanse cuando le apetezca. 🥎
Como puedes ver, se trata de que tu amigo de cuatro patas no sienta al bebé como un intruso y lo normalice. Estamos seguras de que si llevas a cabo estas técnicas o las que te aconseje un profesional del sector, no tendrás ningún problema. Disfrutar de la relación entre ambos puede ser de las experiencias más bonitas que puedas ver y sentir.
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