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¿Cómo refrescar a tu bebé en verano? Consejos para que no pase calor

Verano + bebé = calor y sudores🥵. Porque cuando llegan las altas temperaturas, no solo piensas en si tú vas a dormir mal por las noches… sino en cómo hacerlo para que tu peque no se agobie, no sude demasiado y esté cómodo (sin que se te derrita en brazos, literalmente).

Que una cosa es que te derritas tú al verlo, y otra es que se te derrita el bebé por el calorazo estival. 

Y aquí aparecen las dudas.

¿Le pongo body? ¿Le dejo solo con pañal? ¿Puedo sacarlo en las horas de más calor? ¿Y si tiene calor y no me doy cuenta?

En este artículo te contamos cómo refrescar a tu bebé en verano sin complicarte la vida. Desde qué ropa elegir hasta cómo organizar la habitación o los paseos. Porque con algunos cambios sencillos, puedes aliviar el calor y seguir disfrutando del verano en familia ☀️👶

La termorregulación en los bebés (o cómo regulan la temperatura los peques)

Por si te lo preguntabas: la termorregulación es la capacidad de regular la temperatura corporal. Y en los bebés, todavía está en desarrollo, por lo que son más susceptibles a las altas temperaturas. 

La temperatura corporal en los recién nacidos

Cuando un bebé nace, su cuerpo todavía está aprendiendo a adaptarse al mundo exterior. Su sistema de termorregulación aún no funciona del todo bien.

Durante las primeras semanas (y meses), tu peque depende casi por completo del entorno y de la ropa que le pongas para no pasar ni frío ni calor. 

Aunque tienen más grasita que les ayuda a mantener el calor, no sudan igual que los adultos, y eso hace que les cueste más liberar el exceso de temperatura. Así que sí: en verano, necesitan un empujoncito extra para estar frescos y cómodos.

Cómo reconocer señales de que tu bebé tiene calor

Es importante saber reconocer cuando tu peque siente calor. Hay algunos indicadores que te ayudarán: 

  • Sudoración en la nuca.
  • Inquietud y llanto. 
  • Piel caliente al tacto, en el pecho y espalda.
  • Labios secos y piel arrugada: estos signos ya serían de deshidratación.

Estar al tanto de estas señales permite actuar para que el bebé esté lo más fresco posible y evitar problemas.

Cómo vestir a tu peque para que esté fresco 

Uno de los mejores consejos para combatir el calor en los bebés es elegir bien su ropa. No se trata de llenarlo de capas, (aunque puedes llevar los “porsiacasosen un bolso grande), ni tampoco de dejarlo solo en pañal. 

La clave está en elegir bien los tejidos, los colores y el tipo de prenda según el día que haga. 

Siempre intenta usar ropa ligera, suelta, y transpirable, como el algodón. Esto hará que su piel respire, evitará que sude demasiado, y además, es suave al tacto. 

Los colores claros son una buena elección, los beige, pastel o blancos reflejan la luz del sol y mantienen el cuerpo fresco. Claro que, a la hora de lavar, pueden ser todo un reto… 😉

Planifica con cabeza las actividades al aire libre

Dar un paseo con tu peque en verano puede ser un planazo… siempre que sepas cuándo y cómo hacerlo. Otro de los consejos para mantener fresco a tu bebé es justamente este: salir al aire libre cuando toque. 

Horarios ideales para salir con tu bebé

Las mejores horas para salir son por la mañana temprano o al atardecer, cuando el sol no pega tan fuerte y el ambiente es más fresco. Evita siempre que puedas las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 17:00), que es cuando el calor se vuelve más intenso. 

Dependiendo de dónde vivas, puede que al atardecer puedas incluso “disfrutar” de una chaquetita fina. 

Si tienes que salir durante las horas centrales del día, usa sombrilla, ve por la sombra, y trata de buscar zonas frescas.

Si quieres aportar un plus de comodidad a tu bebé, puedes vestir el cochecito con nuestras nuevas fundas en muselina de las colecciones Rabbit y Eucaliptus. Es un tejido muy fresquito, y evita que la piel del bebé vaya en contacto directo con la tapicería original sintética de la mayoría de los carritos de paseo. 

¿Qué darle de comer y beber al bebé para refrescarle?

Durante el verano, es importante prestar atención a la hidratación y la alimentación de los bebés. 

De la misma forma que el cuerpo te pide agua a ti, a tu peque también (aunque no lo diga con palabras). Además, los bebés pierden líquido más rápido, por lo que hay que estar algo más pendientes. 

La leche para refrescar a tu peque

Tanto si tu bebé toma leche materna, como si toma fórmula, hasta los 6 meses no necesitan agua. 

Eso sí, puede que te pidan el pecho o el biberón con más frecuencia los días de mucha calor: es normal y necesario. Esto les ayudará a refrescarse. 

A partir de los seis meses, o del momento en el que empiecen con la alimentación complementaria, ya pueden empezar a beber agua, algo que deberás ofrecer con mucha frecuencia si hace calor. 

Más consejos para refrescar a tu bebé

Además de los consejos que hemos visto, hay algunos trucos más para ayudar a tu bebé a estar más fresco. 

Un bañito de agua fresca 

Un baño con agua tibia tirando a fresquita es uno de los mejores remedios para refrescar a tu bebé. No solo baja su temperatura corporal, también lo relaja, le cambia el humor y puede dejarlo listo para una siesta 😉.

Uso de toallitas húmedas para enfriar la piel del bebé

Si no tienes bañera a mano o estás fuera de casa, unas toallitas húmedas suaves (mejor sin perfumes ni alcohol) pueden ayudarte. Pásalas por sus muñecas, nuca, piernas… y verás cómo se va calmando. Es un truco express que refresca y lo alivia enseguida.

También puedes mojar una toalla, y ponerla en muñecas y nuca para bajarle la temperatura.

Refresca la habitación del bebé

Lograr un ambiente fresco en la habitación del bebé es esencial. Para conseguirlo, recuerda ventilar durante las horas más frescas del día (por la mañana y al atardecer), usa cortinas o persianas para bloquear el sol, y considera el uso de un ventilador para mejorar la circulación del aire (sin que le dé directamente al bebé). 

Y si además colocas una de nuestras fundas de algodón transpirable en el capazo o la cuna, ¡tu peque tendrá doble frescor asegurado! 😉

¿Aire acondicionado? Sí, pero con cabeza

El aire acondicionado no es el enemigo, pero hay que usarlo con cuidado. Lo ideal es mantener la habitación entre 21 y 24 grados.

  • Vigila la temperatura con un termómetro.
  • No lo pongas muy fuerte ni lo apuntes directamente al bebé.
  • Hazle un mantenimiento regular al aparato para que funcione bien.

Nuestro consejo es que refresques la habitación del bebé antes de llevarlo. Así, consigues una temperatura fresquita, pero no aire directo.

Si usas ventiladores, colócalos en zonas altas para que el aire baje suavemente. Y combínalos con cortinas cerradas y algo de ventilación cruzada. A veces, abrir dos ventanas estratégicamente refresca más que todo lo anterior junto.

El verano con un bebé puede ser intenso, sí… pero también precioso. Con un poco de previsión, ropa ligera, muchos mimos y estos truquitos, tu peque estará fresquito y feliz. Y tú, más tranquila. Porque lo estás haciendo genial 💛.

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