¿Eres de las mamás que ha podido cumplir el sueño (y nunca mejor dicho) que tu bebé duerma cinco horas del tirón? ¿O por el contrario, dormir por la noche se ha convertido en un sueño inalcanzable? 😓
Es muy usual escuchar a madres y padres de bebés decir que casi no pueden dormir, porque su peque se pasa la noche reclamando presencia materna.
En este post intentaremos ayudar a madres y padres del mundo a que dejen de ser zombies y se conviertan en personas otra vez. 😉
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¿Compartir cama o habitación? Esa es la cuestión
Entramos en materia abordando un dilema complicado de resolver.
Primero de todo hay que recordar que, compartan cama o bien habitación, los bebés deben dormir siempre boca arriba. Sea cual sea la hora en que duerman (siestas o por la noche). Esta acción responde a una posición de seguridad, en la que el peque tiene mucho menos riesgo de padecer un SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante).
Compartir cama
Compartir cama es una práctica que despierta sensaciones de amor-odio entre las madres y padres.
Las que apuestan por esta opción aseguran que el colecho es el mejor método y que la cama es el lugar donde tiene que dormir su bebé. Pero es una realidad que hay otras madres a las que les asusta esta opción por la falta de seguridad. Vamos a analizar los pros y los contras.
Se entiende compartir cama con el bebé, cuando madre y bebé duermen juntos en la misma cama. Esa acción tiene ciertas ventajas, como por ejemplo:
- La lactancia materna y la alimentación nocturna del bebé es más cómoda y sencilla.
- Favorece que se alargue el periodo de lactancia materna
- Tu peque concilia el sueño de manera más rápida y fácil.
- Aumenta la posibilidad de que TÚ puedas dormir más horas. 😉
- Fortalece el vínculo y te da la posibilidad de estar más cerca de tu bebé durante la noche.
No obstante, es muy importante entender que compartir cama con tu bebé supone unos riesgos para el peque que hay que tener muy en cuenta:
- Es peligroso tener un colchón excesivamente blando, o que la ropa de cama quede demasiado holgada, ya que existe el peligro que el peque se asfixie.
- Al moverse, el bebé puede quedarse atrapado o aprisionado entre el colchón y la cabecera de la cama, o entre la pared y otros objetos.
Teniendo en cuenta ventajas y riesgos, hay unos consejos que podemos darte para compartir cama con tu bebé de forma segura y apropiada. Son éstos:
- Como hemos mencionado anteriormente, coloca tu bebé boca arriba para dormir, previniendo el SMSL.
- Viste al peque con la mínima ropa posible, evitando que se acalore.
- Evita ponerle a dormir en la cama solo.
- Asegúrate que el colchón es firme, evita colchones blandos o ponerle a dormir en sofás.
- Fíjate bien que el colchón quede bien arrimado a la pared, de manera que no quede ningún hueco.
- No le cubras la cabeza mientras duerme.
- Evita quedarte dormida con el peque encima de tu pecho.
Hay situaciones en las que es muy recomendable evitar compartir cama:
- Si es bebé prematuro.
- Si tiene poco peso corporal al nacer.
Compartir habitación
Compartir habitación significa acostar a tu bebé en una cuna, moisés o cunita portátil, dentro de la habitación donde duermes. Te permite tenerlo cerca por la noche, facilita las tomas de alimentación, y en general, estar cerca para consolarle en caso que sea necesario.
Además, que el bebé duerma en su propio espacio, reduce el riesgo de SMSL.
Otra posibilidad a tener en cuenta, es usar una cuna lateral que se pueda colocar al lado de la cama.
Puedes seguir una serie de recomendaciones en el caso de compartir habitación:
- Asegúrate que el colchón sea firme, y que la sábana que lo cubre esté bien ajustada.
- Coloca tu peque boca arriba, sobre su espalda.
- Libera la cuna o moisés de otros elementos (peluches, almohadas, mantas, colchas…)
- No abrigues al bebé más de lo necesario. Fíjate si suda o comprueba su temperatura para comprobar si está sobrecalentado.
- Si está acostumbrado a llevar chupete, pónlo a dormir con él. Si lo rechaza o se le cae mientras duerme, no se lo vuelvas a poner.
- Evita otros peligros que estén al alcance del peque: cordones, cintas, objetos con esquinas…
Claves para ayudar a dormir a tu bebé
Es muy importante y conveniente crear rutinas para que tu peque las identifique y así le señale el final del día. De esta manera el bebé se relaja y concilia el sueño más fácilmente.
Entre las más usadas está bañarle poco antes de acostarle, leerle cuentos o historias, cantarle…. El objetivo principal es que el peque se relaje, y asocie estos momentos con el momento de dormir.
Es importante dejar a tu bebé en la cuna cuando esté somnoliento (no dormido del todo). Es la manera más eficaz para que aprenda a dormirse solo. En caso contrario, el peque asociará mecerlo a poder conciliar el sueño. Y eso no sé si te hará mucha ilusión si se despierta mucho durante la noche…😬
No son pocos los casos en los que los bebés gimotean y lloran poco antes de dormirse. En estos casos, la mejor solución es dejarle hacer durante unos minutos. Es muy posible que deje de llorar pronto y se “autotranquilice” (a no ser que tenga hambre o esté enfermo). En el caso que se despierte durante la noche, mantén una actividad mínima (cambiarle o alimentarle) y vuelve a dejarlo en la cuna, evitando hablarle mucho o jugar con él para no desvelarle del todo.
Desafortunadamente, los trucos y consejos que funcionan para un bebé, no funcionan para otro o viceversa. Aplicar el método ensayo-error es la única forma de saberlo. Te recomendamos, y sobre todo te animamos, a no desesperarte si a la primera las cosas no salen como las habías planeado.
Son unos meses dónde la madre de la ciencia (Santa Paciencia), será tu mejor aliada. 🙂
Y sobretodo, no te desanimes…volverás a poder dormir, ¡y del tirón!
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