Qué bonito es ver crecer a tu bebé. Ver como empieza a descubrir el mundo, sus gestos, su mirada….¡y también sus babas!
¿Tu bebé empieza a babear de un día para otro y no sabes a qué se debe? ¿Ya te han sentenciado que es porque le salen sus primeros dientes?
No exactamente…te lo explicamos bien, paso a paso.
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El babeo: una etapa natural
¡Que no cunda el pánico!
El babeo es una etapa natural en un bebé, sobre todo hasta el instante en el que los primeros dientes hacen acto de presencia.
Técnicamente, en un recién nacido, el inicio de la saliva es consecuencia del principio de actividad de la glándula sublingual. La cantidad de saliva es escasa en este momento.
Hasta el cuarto mes, donde la glándula parótida (o glándulas salivales) empieza a funcionar a todo rendimiento. Esta glándula es mucho más grande que la sublingual y está ubicada en ambos lados de la cara. Eso provoca que la cantidad de saliva del peque aumente considerablemente.
Los bebés, como toda novedad, se tienen que adaptar a la nueva situación, y como aún no saben tragarse la saliva, la van escupiendo. Y la ropita empieza a quedar inundada de babas.
Vamos a intentar ponernos en su lugar: de golpe, se nos empieza a llenar la boca de algo que no sabemos lo que es, y no sabemos tragarlo. ¿Qué haríamos? Escupirla de manera natural. 😉
El reflejo de tragar (deglución) es un proceso que requiere su espacio, y hasta que el peque no lo haga de manera eficaz, puede pasar un tiempo.
Además, el babeo también se debe a que el bebé solamente está entrenado para tragar comida (leche materna), pero no para tragar saliva. Así pues, el salivar también es un anticipo de la ingesta de nuevos alimentos que se producirá en los siguientes meses.
Babeo y dientes
Es decir, que tu peque babee grandes cantidades de saliva, no significa que se deba a la erupción de sus primeros dientes. Desmitificamos pues a tu conocido con conocimientos de dentista.😉
¿Puede ser que antes de los 6 meses aparezca algún diente? Sí, ocasionalmente puede suceder. Pero no hay una relación directa con la salivación.
En esta fase, además, los peques empiezan a descubrirse los puños. Y como buen bebé, se los meten en la boca. ¿Y eso por qué lo hacen? Porque se entretienen, les gusta y además es nuevo para ellos. Les pasará después con los pies. Son actos reflejos de los peques, y no están relacionados con la salida de los dientes.
Se considera el babeo como una fase independiente de la dentición. Los dos fenómenos no guardan una relación directa, pero sí es cierto que se desarrollan de manera paralela en la misma etapa. Y con la salida de los primeros dientes de leche, la saliva aumenta. En este caso, las babas tienen una importante función en los bebés, ya que les ayudan a suavizar la sensibilidad de las encías.
Salivar tiene sus beneficios
Cuando hablamos de salivar, nos referimos a un proceso de humedecimiento constante en la cavidad bucal. Esto incluye la mucosa y los dientes. Este proceso beneficia el correcto proceso de tragar los alimentos. También reduce la acidez en las comidas, manteniendo el pH neutro, y protegiendo el esófago de la irritación a causa de los posibles reflujos.
Otro beneficio importante es su función cicatrizante. Eso permite fortalecer sus primeros dientes, ya que la saliva aporta calcio y flúor.
Cuando el peque comienza a comer sólidos, la saliva contribuye a eliminar bacterias que pueden provocar caries dental. También inicia la digestión de los hidratos de carbono.
Salivar es considerado también un factor de crecimiento ya que, cuando se traga, influye en la maduración del intestino.
Cómo ayudar a tu bebé con las babitas
Generalmente, el babeo en un bebé dura hasta que tiene un año y medio. Es el momento en que todos los dientes ya le han salido, y puede morder y probar alimentos nuevos sin molestias.
Mientras llegue este momento, tu peque va a seguir mojando la ropita, pero podemos realizar acciones para sobrellevar este proceso:
Nuestro amigo el babero
Los baberos son imprescindibles en esta época. Los de algodón suelen absorber mejor las manchas, pero para evitar que se manche demasiado, se pueden forrar y de este modo, limpiarse con mayor facilidad.
De esta manera podremos evitar que se moje demasiado la ropa, lo que le podría inducir a resfriados o enfriamientos.
En Fun*das BCN tenemos distintos baberos que pueden ayudarte con todas las etapas de babitas del bebé.
Babero para newborns con tela de toalla.
En formato bandana, para cuando están con las babitas de los dientes.
Pack de toallitas con rizo para secarle las babas.
Limpiarle las manos a menudo
Es una acción realmente importante en esta etapa. Si tu bebé se mete las manos sucias constantemente en la boca, se pueden generar infecciones. Cuando estéis fuera de casa, el uso de toallitas es perfecto para esta función.
Secarle el cuello
Después de darle de comer, es muy importante secarle el cuello ya que es una zona que está húmeda todo el tiempo. El no hacerlo podría conllevar la salida de hongos.
Comida templada
La comida muy caliente puede ser molesta para el peque, ya que tiene las encías muy sensibles. La comida templada es, sin duda, la mejor opción.
Mordedores
Son una opción interesante ya que le ayudará a aliviar y desinflamar las encías. Además, al ser de material suave, son aptos para que el peque pueda jugar directamente con algo diseñado especialmente para su boca.
En definitiva, el babeo forma parte del crecimiento de un bebé. Conviene estar atenta para ver como evoluciona, pero ya sabemos que no guarda relación con la aparición de los dientes. Son fases que evolucionan de manera paralela.
Y sí, también conviene ser paciente, una vez más😉 La ropa se va a ensuciar. Solamente se trata de que no se empape. Por todo lo demás, ¡la lavadora hará su trabajo!
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