Los cuentos infantiles son un gran recurso que tienen los niños al alcance de su mano para aprender mientras se entretienen. En este post te vamos a recomendar los 10 mejores cuentos infantiles de 2022 para que puedas disfrutar leyendo con tu hijo de lecturas amenas y de calidad.
La lectura ...
“Living la vida…a tu aire”
Con este lema hemos querido nombrar a nuestra nueva colección para este otoño-invierno.
Es una colección pensada para transmitirte sensaciones positivas. Para activar tu optimismo y arriesgarte a cambiar tu manera de ver la vida.
Cada vez más, las familias intentan enfocar sus esfuerzos en conseguir momentos imborrables. ...
Aunque muchas madres sueñan en disfrutar del baño de su bebé, la realidad es que al principio no es un proceso fácil. Hay ciertos trucos y medidas que ayudarán al recién nacido, sobre todo al principio, a acostumbrarse al agua y no querer salir de ella.😊
Para ti puede que también sea una experiencia nueva. No saber por donde agarrarle y tener un poco de miedo es lo más normal del mundo.
Además, cuando llega el momento de bañar por primera vez a tu peque, puedes encontrarte con una pequeña decepción: que el bebé no tenga las mismas ganas que tú de meterse en el agua…😉
Tranquila, ¡es lógico! Para ellos es una experiencia nueva para la que no están preparados y, a veces, lloran.
En este post te explicamos unos cuantos trucos con el objetivo de que el peque se vaya familiarizando con el agua y se sienta a gusto.
Algunos consejos previos si es el primer baño de tu bebé
Lo primero que debes tener en cuenta, si es la primera vez que vas a bañar a tu bebé, es que debes esperar a que se le caiga el cordón umbilical, y que no hay ninguna prisa para bañar al bebé.
Esto se debe a que el cordón tiene que estar totalmente seco para poder caer, y también para evitar infecciones. Suele caer entre cinco y quince días después de nacer.
Mientras eso no suceda, igualmente puedes darle pequeños baños con la ayuda de una esponja.
El instante previo de darle el primer baño real suele ser un momento tenso y bonito al mismo tiempo. Si no sale como has pensado, no te sientas ansiosa. Es muy habitual que el peque llore la primera vez que se sumerge en el agua. Tienes que tratar que los dos estéis lo más cómodos posible. Para ello te invitamos a aplicar los siguientes trucos.
8 trucos para disfrutar del baño de tu bebé
Fuera nervios: es muy importante estar lo más tranquila posible antes de empezar. Para ayudar a calmarte y no transmitir los nervios al bebé, puede resultarte útil hablarle al peque con voz bajita y tranquilizadora, gestualizando de manera muy suave. Tómate el tiempo que necesites, al bebé no le vendrá de esperar cinco minutos más.
Cógele las manos: si puedes obtener la ayuda de otra persona, al menos la primera vez, te permitirá poder cogerle las manos para transmitirle confianza, al mismo tiempo que la otra persona lo sujeta, con suavidad pero con firmeza, para que no resbale.
Otra forma para asegurarte que no se resbale es colocando unatoalla doblada varias veces en el fondo de la bañerita, o usar algún reductor de bañera para que se sienta más recogido.
Elegir el lugar idóneo: escoge un lugar que sea seguro y confortable, tanto para ti como para tu bebé. Da igual que sea el lavabo, la bañera, una bañera para bebé…lo más importante es que los dos estéis cómodos y seguros para disfrutar del baño y para evitar riesgos innecesarios.
Actualmente hay muchos accesorios disponibles para que el peque esté más confortable durante el baño: bañeras con patas (con cambiador), bañeras diminutas, plegables, hinchables…
Ten todo lo que necesitas a mano: fundamental. Quizá el aspecto más importante que tienes que tener en cuenta.
Es una de las reglas de oro al bañar a un bebé: nunca dejar de estar cerca de él en el momento del baño. Para poder cumplirla, necesitas tener todo lo necesario para el baño al alcance de tu mano.
Puedes guardar todo lo que necesites en una cesta de baño: toalla, pañales, muda de cambio, toallitas húmedas, juguetes, crema o loción y jabón.
Temperatura del agua: uno de los principales problemas para los padres, ya que normalmente suelen dejar el agua demasiado fría para el bebé. Una temperatura agradable puede marcar la diferencia para que el peque esté a gusto.
La temperatura ideal para los bebés suele estar entre los 35 y los 37 grados. Al principio, para estar segura, puedes ayudarte de un termómetro de baño. Otro truco es sumergir el interior de tu antebrazo en el agua para comprobar la temperatura y comprobar que no quema.
También es muy importante que la habitación esté a una temperatura agradable (entre 22 y 25º) y alejada de las corrientes de aire.
El baño: es importante no olvidarse de limpiar entre los dedos de las manos y pies del bebé ni tampoco los pliegues del cuello durante el baño. Cuando se está amamantando, la leche puede gotear por sus mejillas y llegar hasta el cuello. Además, el sudor suele acumularse en los pliegues y… si nos olvidamos de limpiarlo, puede acumularse y oler un poquito.
Asegúrate de lavarle la cabeza en último lugar: es la parte del cuerpo donde el bebé más rápido pierde el calor. Si la dejamos mucho rato mojada, tendrán frío rápidamente y eso les puede molestar mucho.
No es necesario bañar al recién nacido cada día ni utilizar siempre jabón para lavarlos. Muchas veces, con meterlos en el agua es suficiente. Cuando utilices jabón, asegúrate que no contenga aceites minerales ni parabenos. A poder ser, que sea hipoalergénico y que esté probado por dermatólogos pediátricos.
No bañar al bebé justo después de haberle dado el pecho o el biberón: básicamente porque tienes muchos números que devuelva lo que ha ingerido…Tampoco es recomendable bañarlo cuando tenga mucha hambre, porque puede estar más irritable y nervioso.
Operación salida (o secado): llegamos al momento crítico: el bebé sale del agua y se dirige a la toalla o albornoz. Puede empezar la llorera…¡o no!
Puedes tomar una toalla con capucha y colocar el extremo opuesto sobre tu hombro, dejando la parte de la capucha mirando al suelo. Luego coloca al bebé sobre la toalla, levanta la parte de la capucha y colócala sobre su cabecita.
Otras opciones son el uso de la capa de baño: sujetar la capucha con la boca mientras sacas al bebé del agua y lo envuelves rápidamente.
Como ves, al principio no es sencillo, pero ya verás que, cuando le cojas la práctica, tanto tu como tu bebé desearéis un baño relajante y sin prisas.
Piensa que el objetivo, aparte de la higiene, sobre todo en los primeros meses, es poder pasar un tiempo de calidad junto a tu peque, conectados y relajados 😊
¡Y disfruta de estos momentos! Los vas a recordar con cariño. 😉
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La estimulación temprana en los bebés es esencial. Y es que los bebés no sólo duermen y comen.
Aunque no se puedan expresar aún con palabras, padecen a su manera los mismos sentimientos que los adultos: ríen 😁, lloran 😭 y experimentan…Y es precisamente en el terreno de la experiencia dónde la estimulación temprana puede influir más en el desarrollo del bebé.
Los primeros 12 meses de vida es el período en el que los ejercicios de estimulación temprana son más efectivos y positivos para el peque. Todo lo que asimile en esta época formará parte de su personalidad cuando sea adulto.
Por eso es muy importante tomarte unos minutos al día para poder interactuar con tu bebé a través de juegos y ejercicios.
¿Cuál es el significado de “estimulación temprana”?
Entendemos como estimulación temprana un conjunto de actividades (ejercicios físicos, juegos, canciones…) que ayudan a los recién nacidos a desarrollarse.
Con la estimulación consigues que tu peque aproveche al máximo sus capacidades, tanto físicas como mentales, ya desde bien pequeño. A través de estas actividades, siempre adaptadas a su edad, contribuyes a maximizar sus cualidades psicomotoras.
De igual manera, al interactuar constantemente con el peque, logras un vínculo afectivo mucho más potente, que le aporta más seguridad y felicidad 🙂.
Consejos para empezar la estimulación temprana
Antes de empezar con los ejercicios, tienes que tener presente que cada actividad que realices con el peque debe estar bajo tu supervisión y en un ambiente seguro y agradable para los dos.
Si realizáis las actividades con demasiada insistencia o intensidad, puede resultar contraproducente para el peque, ya que se puede saturar.
Como todo proceso importante, necesita su tiempo y su descanso. La constancia y la variedad de las actividades son aspectos clave. Cuanto más variadas y atractivas sean, más estimulantes serán para el bebé.
Por último, es importante respetar los tiempos y adecuar cada actividad a su edad vital.
¿Cuándo puedo comenzar con la estimulación temprana?
Si bien cada bebé es único, la horquilla de tiempo en las que puedes realizar ejercicios de estimulación temprana va desde los 30 días a los 3 años. Se pueden seguir haciendo hasta más tarde, pero el impacto para su desarrollo va decreciendo con la edad.
En realidad, cuanto antes empieces más receptivo estará el peque para empezar a desarrollarse. Durante este periodo inicial de crecimiento, es cuando los bebés tienen más actividad cerebral y desarrollan sus habilidades. Es esencial la comunicación basada en los movimientos y los gestos.
Beneficios de trabajar la estimulación temprana
La estimulación temprana es un método que permite a los bebés desarrollarse de forma más completa. Es un método que ayudará a tu peque a adaptarse mejor a las distintas etapas de crecimiento.
Gracias a estas actividades, el bebé consigue poner en práctica ejercicios en todas las áreas de crecimiento:
Área emocional: identifican sentimientos propios.
Área motriz: coordinación, flexibilidad, desarrollo muscular.
Área cognitiva: desarrollo social y creativo.
Área social: interacción.
Lenguaje: hábitos de comunicación y escucha.
De entre los múltiples beneficios de la estimulación temprana destacamos:
Impulso de la curiosidad mediante la observación. De esta manera empiezan a entender las reacciones de las personas y su contexto.
Desarrollo de sus habilidades psicomotoras.
Aumento de la capacidad de concentración, creatividad y memoria visual.
Desarrollo de habilidades sociales. Se trabaja la autoestima, la toma de decisiones, la empatía y la convivencia.
Aumento en el desarrollo del lenguaje: comprensión, expresión, articulación y retención de palabras nuevas…
Ganancia en autonomía: ayudan a desarrollar su independencia personal, y eso les será muy útil ya que el peque será menos dependiente de los padres.
En casos concretos, puede ayudar a detectar con antelación trastornos propios del aprendizaje.
Ejercicios de estimulación temprana según la edad de los bebés
En cualquier edad, es importante realizar los ejercicios en momentos en los que el peque esté tranquilo y receptivo. Es decir, es esencial no realizar las actividades en horarios de sueño o de comidas.
Actividades para recién nacidos (0-3 meses)
Agarra suavemente sus manos y cógele los dedos uno a uno, tratando de crear interacción.
Con el pequeño tumbado hacia arriba, cógele sus manos y ayúdale a realizar movimientos con sus brazos haciendo círculos en el aire.
Coloca al bebé boca abajo y haz sonar algún juguete con cascabeles. Ves moviéndolo con el objetivo que el peque identifique dónde está, sosteniendo la cabeza.
Variante del anterior pero con el bebé tumbado boca arriba: mueve un juguete o objeto de colores llamativos para que lo siga con la cabeza.
Realiza suaves masajes en sus pies y manos para ver su reacción y crear interacción.
Con el peque tumbado hacia arriba, agárrale suavemente la planta del pies para llevar su rodilla al pecho. Primero con una pierna y luego con la otra.
Trata de hacer llegar, de manera muy suave, su mano izquierda al hombro derecho y viceversa.
En los recién nacidos es muy importante empezar con sesiones cortas (5 minutos) y poco a poco ir aumentando el tiempo, sin exceder los 10-15 minutos.
Actividades para bebés de 3 a 6 meses
Agárrale suavemente sus manos y jugar a que dé palmadas, mostrándole antes cómo realizarlo. Cuando sientas que hay cierta interacción, ayúdale para que lo intente él solo.
Aprovechando que esté gateando, coloca algún juguete a su alcance, para que pueda estirarse para agarrarlo.
Cógele de los brazos, estando estirado boca arriba, hasta sentarlo.
Empezar a realizar ejercicios con el peque tumbado hacia abajo, para que empiece a erguir el cuello y así ganar fuerza en su musculatura.
Como ejercicio de estimulación social, coloca al peque delante de un espejo y observa sus reacciones. Es muy probable que al principio no se reconozca, pero poco a poco irá evolucionando su reacción.
Actividades de 6 a 12 meses
Muéstrale dibujos de animales e imita sus sonidos para que se familiarice con ellos.
Señala personas y objetos pronunciando su nombre al mismo tiempo.
Escuchad juntos canciones que tengan ritmos y melodías diferentes.
Ofrécele objetos para que los toque y note las diferentes texturas.
Cuando los bebés alcanzan los 12 meses, ya se pueden realizar actividades un poco más complejas, como por ejemplo:
Dale una pelota e invítale a que te la lance.
Coloca objetos en su camino cuando esté gateando para que los tenga que sortear o bien pasar por encima.
Cuéntale un cuento con ilustraciones, y pídele que señale de quién estás hablando.
Como ves, al realizar actividades de estimulación temprana en los bebés, a parte de ayudarle a desarrollarse en muchos aspectos, te permitirá reforzar aún más los vínculos afectivos y personales con el peque. Al mismo tiempo, también te permitirá organizar tus hábitos y los del bebé, ¡que nunca viene mal!😉