La estimulación temprana en los bebés es esencial. Y es que los bebés no sólo duermen y comen.
Aunque no se puedan expresar aún con palabras, padecen a su manera los mismos sentimientos que los adultos: ríen 😁, lloran 😭 y experimentan…Y es precisamente en el terreno de la experiencia dónde la estimulación temprana puede influir más en el desarrollo del bebé.
Los primeros 12 meses de vida es el período en el que los ejercicios de estimulación temprana son más efectivos y positivos para el peque. Todo lo que asimile en esta época formará parte de su personalidad cuando sea adulto.
Por eso es muy importante tomarte unos minutos al día para poder interactuar con tu bebé a través de juegos y ejercicios.
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¿Cuál es el significado de “estimulación temprana”?
Entendemos como estimulación temprana un conjunto de actividades (ejercicios físicos, juegos, canciones…) que ayudan a los recién nacidos a desarrollarse.
Con la estimulación consigues que tu peque aproveche al máximo sus capacidades, tanto físicas como mentales, ya desde bien pequeño. A través de estas actividades, siempre adaptadas a su edad, contribuyes a maximizar sus cualidades psicomotoras.
De igual manera, al interactuar constantemente con el peque, logras un vínculo afectivo mucho más potente, que le aporta más seguridad y felicidad 🙂.
Consejos para empezar la estimulación temprana
Antes de empezar con los ejercicios, tienes que tener presente que cada actividad que realices con el peque debe estar bajo tu supervisión y en un ambiente seguro y agradable para los dos.
Si realizáis las actividades con demasiada insistencia o intensidad, puede resultar contraproducente para el peque, ya que se puede saturar.
Como todo proceso importante, necesita su tiempo y su descanso. La constancia y la variedad de las actividades son aspectos clave. Cuanto más variadas y atractivas sean, más estimulantes serán para el bebé.
Por último, es importante respetar los tiempos y adecuar cada actividad a su edad vital.
¿Cuándo puedo comenzar con la estimulación temprana?
Si bien cada bebé es único, la horquilla de tiempo en las que puedes realizar ejercicios de estimulación temprana va desde los 30 días a los 3 años. Se pueden seguir haciendo hasta más tarde, pero el impacto para su desarrollo va decreciendo con la edad.
En realidad, cuanto antes empieces más receptivo estará el peque para empezar a desarrollarse. Durante este periodo inicial de crecimiento, es cuando los bebés tienen más actividad cerebral y desarrollan sus habilidades. Es esencial la comunicación basada en los movimientos y los gestos.
Beneficios de trabajar la estimulación temprana
La estimulación temprana es un método que permite a los bebés desarrollarse de forma más completa. Es un método que ayudará a tu peque a adaptarse mejor a las distintas etapas de crecimiento.
Gracias a estas actividades, el bebé consigue poner en práctica ejercicios en todas las áreas de crecimiento:
- Área emocional: identifican sentimientos propios.
- Área motriz: coordinación, flexibilidad, desarrollo muscular.
- Área cognitiva: desarrollo social y creativo.
- Área social: interacción.
- Lenguaje: hábitos de comunicación y escucha.
De entre los múltiples beneficios de la estimulación temprana destacamos:
- Impulso de la curiosidad mediante la observación. De esta manera empiezan a entender las reacciones de las personas y su contexto.
- Desarrollo de sus habilidades psicomotoras.
- Aumento de la capacidad de concentración, creatividad y memoria visual.
- Desarrollo de habilidades sociales. Se trabaja la autoestima, la toma de decisiones, la empatía y la convivencia.
- Aumento en el desarrollo del lenguaje: comprensión, expresión, articulación y retención de palabras nuevas…
- Ganancia en autonomía: ayudan a desarrollar su independencia personal, y eso les será muy útil ya que el peque será menos dependiente de los padres.
- En casos concretos, puede ayudar a detectar con antelación trastornos propios del aprendizaje.
Ejercicios de estimulación temprana según la edad de los bebés
En cualquier edad, es importante realizar los ejercicios en momentos en los que el peque esté tranquilo y receptivo. Es decir, es esencial no realizar las actividades en horarios de sueño o de comidas.
Actividades para recién nacidos (0-3 meses)
- Agarra suavemente sus manos y cógele los dedos uno a uno, tratando de crear interacción.
- Con el pequeño tumbado hacia arriba, cógele sus manos y ayúdale a realizar movimientos con sus brazos haciendo círculos en el aire.
- Coloca al bebé boca abajo y haz sonar algún juguete con cascabeles. Ves moviéndolo con el objetivo que el peque identifique dónde está, sosteniendo la cabeza.
- Variante del anterior pero con el bebé tumbado boca arriba: mueve un juguete o objeto de colores llamativos para que lo siga con la cabeza.
- Realiza suaves masajes en sus pies y manos para ver su reacción y crear interacción.
- Con el peque tumbado hacia arriba, agárrale suavemente la planta del pies para llevar su rodilla al pecho. Primero con una pierna y luego con la otra.
- Trata de hacer llegar, de manera muy suave, su mano izquierda al hombro derecho y viceversa.
En los recién nacidos es muy importante empezar con sesiones cortas (5 minutos) y poco a poco ir aumentando el tiempo, sin exceder los 10-15 minutos.
Actividades para bebés de 3 a 6 meses
- Agárrale suavemente sus manos y jugar a que dé palmadas, mostrándole antes cómo realizarlo. Cuando sientas que hay cierta interacción, ayúdale para que lo intente él solo.
- Aprovechando que esté gateando, coloca algún juguete a su alcance, para que pueda estirarse para agarrarlo.
- Cógele de los brazos, estando estirado boca arriba, hasta sentarlo.
- Empezar a realizar ejercicios con el peque tumbado hacia abajo, para que empiece a erguir el cuello y así ganar fuerza en su musculatura.
- Como ejercicio de estimulación social, coloca al peque delante de un espejo y observa sus reacciones. Es muy probable que al principio no se reconozca, pero poco a poco irá evolucionando su reacción.
Actividades de 6 a 12 meses
- Muéstrale dibujos de animales e imita sus sonidos para que se familiarice con ellos.
- Señala personas y objetos pronunciando su nombre al mismo tiempo.
- Escuchad juntos canciones que tengan ritmos y melodías diferentes.
- Ofrécele objetos para que los toque y note las diferentes texturas.
Cuando los bebés alcanzan los 12 meses, ya se pueden realizar actividades un poco más complejas, como por ejemplo:
- Dale una pelota e invítale a que te la lance.
- Coloca objetos en su camino cuando esté gateando para que los tenga que sortear o bien pasar por encima.
- Cuéntale un cuento con ilustraciones, y pídele que señale de quién estás hablando.
Como ves, al realizar actividades de estimulación temprana en los bebés, a parte de ayudarle a desarrollarse en muchos aspectos, te permitirá reforzar aún más los vínculos afectivos y personales con el peque. Al mismo tiempo, también te permitirá organizar tus hábitos y los del bebé, ¡que nunca viene mal!😉
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