Los dientes son para toda la vida. Por eso es importante desde que el niño nace seguir una buena rutina de higiene bucal, y así, mantener su boca sana desde una edad temprana.
Para conocer más sobre este tema tan importante para los pequeños, entrevistamos a Nina Riera, especialista en odontología infantil.
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Nina, cuéntanos un poco sobre tu trabajo.
Soy dentista y tengo una clínica dental en Barcelona junto con mi hermana “Clínica Riera Centro odontológico”. Es una clínica súper cercana y familiar.
Nuestro equipo está formado por muchos especialistas. Cada uno se encarga de una rama muy especifica dentro de la odontología. Dentro de este equipo, contamos con una odontopediatra.
¿Cuál es la función del odontopediatra?
El odontopediatra es el dentista que se encarga de cuidar y tratar la boca de los más pequeños. Los niños son pacientes especiales, y tienen que ser tratados acorde con la edad que tienen.
El error que cometen muchos papás es llevar a los niños a dentistas generales que no están acostumbrados a tratar pacientes infantiles, es un error. Se le trata como si fuese un adulto en pequeñito y en realidad al final no es así. Al final los niños no tienen paciente, suelen entrar más temerosos, lo toquetean todo, no colaboran, tienen prisa…porque son niños.
Entonces la odontopediatra tiene la habilidad para lidiar con estas situaciones y tratan a todos los niños con una tranquilidad y una pasión que es envidiable, increíble.
¿Cómo hace el odontopediatra para entablar esta relación tan buena con los niños?
Los niños son niños, no son adultos en miniaturas. Se tiene que saber en que punto de desarrollo están, cómo se les debe tratar…aquí, por ejemplo, en la clínica contamos con un espacio muy chulo donde el niño puede pintar y jugar antes de entrar a la visita, tenemos una pared, como una especie de photocall donde los niños se hacen fotos y las cuelgan contando la experiencia que han tenido en la clínica…esto les hace normalizar la situación.
Cuando entran en la visita se encuentran con la odontopediatra y la auxiliar que se conocen su nombre, el de su hermano, sus padres, de sus amigos, los extraescolares que practican…y se crea una complicidad que es una pasada. Se portan súper bien. Una vez se supera este miedo a lo desconocido, los niños se suelen portar súper bien.
Para empezar a introducir el tema…¿a qué edad empiezan en general a aparecer los dientes?
En general, los primeros dientes de leche suelen aparecer entre los 6 y 12 meses de edad. Pero cada niño tiene sus tempos. Únicamente siempre insistimos: los papás os deberíais preocupar si sobre los 13, 14 o 15 meses de edad el niño no presenta ningún síntoma de erupción dentaria.
En ese caso, lo ideal sí que sería visitar a un odontopediatra para que pueda valorar si hay alguna cosa que no está yendo bien. Pero ya te digo, cada niño es un mundo.
Vale, entonces si pasado este periodo de los 13-15 meses no tiene ningún símbolo de que empiece a nacer ningún dientecito…¡Ojo!
Exacto, si no tiene los típicos síntomas: la encima un poco inflamada o que ya ves que la erupción se está a punto de producir. Si no hay ningún tipo de síntoma y el niño ya tiene 14-15 meses, sí que estaría bien hacer una radiografía, porque a veces hay algún problema que hace que la erupción no pueda ser correcta.
Es muy bueno conocer ese limite en el que tenemos que estar alerta. ¿Cuándo se empiezan a cepillar los dientes? Porque claro…tan pequeñitos sus dientes…
Jajá, aquí la gran duda. En realidad, aunque sorprenda, el cepillado se debería comenzar desde la aparición del primer diente de leche.
Es verdad que, desde su aparición hasta los 5 años, son los padres los que se deben responsabilizar del cepillado. Primero podéis dejar que ellos se cepillen solos, que jueguen un poco y ganen el habito.
De los 5 a los 8 años se pueden cepillar solitos pero siempre bajo la supervisión de un papá que se acerque para comprobar que todo haya quedado limpio y corregirle. Si hay algo que no ha quedado bien, le hace repetir el cepillado y así el niño va aprendiendo.
A partir de los 8, los niños ya deberían cepillarse solos y sin la necesidad de ayuda de ningún adulto.
Cuando son pequeños, ¿qué tipo de cepillo deben utilizar?
Cuando son muy muy bebés hay, por ejemplo, unos guantes preparados para los padres. Sino también se puede limpiar los dientecitos con una gasita.
También hay cepillos de dientes preparados para bebés. En la farmacia hay varios cepillos específicos para cada edad. Es mejor empezar con el manual y después, cuando ya son más mayores, sobre los 8 años, si ya les apetece probar el eléctrico ya pueden cambiar y no hay ningún problema. Pero es mejor empezar con el manual.
Claro, así los niños ya se van acostumbrando a hacer los movimientos. Los movimientos son importantes en el cepillado, ¿verdad?
Exacto. El movimiento debe ser como si los pincelaras. Debe ser de arriba hacia abajo y en la zona de abajo al revés. En la parte de atrás, debe cepillarse la zona donde se mastica.
El problema del eléctrico es que los niños muchas veces lo dejan en un lado y realmente no están cepillando. Lo ideal es que los niños se miren en el espejo y vean lo que están haciendo.
Lo mejor es hacer el cepillado en familia. Los niños hacen mucho lo que ven de sus padres, entonces si los mamás y los papás se ponen a cepillarse los dientes junto a ellos, imitarán los movimientos que hacen.
En cuanto al tema del hilo dental, ¿se debe dejar para cuando es más mayor?
Realmente, los niños lo podrían utilizar. Cuando los dientes de leche salen, lo ideal es que haya espacio entre estos. Los espacios entre los dientes son un indicativo de que el niño tiene espacio y de que todo va bien. Cuando los dientes están más apiñados, puede indicar que el maxilar del niño es pequeñito.
Si él realmente tiene espacios, con el cepillo ya es suficiente. El hilo dental sirve cuando empiezan a salir las muelas, porque están más juntas. Hay unos hilos dentales que están preparados para niños y que son muy fáciles de usar tanto para los papás como para los niños.
Y por otro lado… ¿Cuánto tiempo debe durar el cepillado?
Lo ideal en un adulto es que estemos cepillándonos durante 2 minutos. Una cosa chula que podemos hacer con los niños es colocar en el espejo del baño un relojito de arena y que el cepillado dure al menos el tiempo del reloj de arena.
Otra cosa que les decimos mucho es que se pongan una canción. Mientras suena la canción deben estar cepillándose los dientes. Así lo ven algo más divertido.
¿Cuántas veces al día nos debemos cepillar los dientes, tanto adultos como niños?
Los adultos tres veces; después de cada comida. El niño muchas veces no puede cepillárselos, por ejemplo, en el colegio. Lo importante en niños, son dos veces al día: por la mañana después del desayuno, y por la noche después de la cena. Entonces podemos utilizar un cepillo adecuado a la edad del niño, que de momento sea manual. Lo que es importantísimo, es la pasta dental que se utilice.
Cuéntanos un poco más sobre la pasta dental…
La pasta dental tiene que ser fluorada, de como mínimo 1.000 partes por millón. Se ha demostrado que con concentraciones menores de flúor las pastas no son efectivas contra las caries.
Es importante no fijarse solo en el envoltorio. Hay muchas pastas que pone “junior” o hay dibujitos y que no tienen la suficiente concentración de flúor. Tenéis que mirar la lista de ingredientes en la parte de detrás, que ponga 1.000 ppm. Del sabor que más le guste al niño, pero de 1.000 ppmm como mínimo. Esto es lo que va a ayudar a que no salga la caries. Y otra cosa muy importante es la cantidad que ponemos en el cepillo.
¿Cuál es la cantidad de perfecta de pasta de dientes?
El niño de 0 a 3 años se tiene que poner en el cepillo la cantidad de un grano de arroz crudo. Poquito porque tampoco saben escupir y a veces se la tragan. Con tan poquita pasta ya es suficiente. Lo mejor es que la cantidad se la pongáis vosotros.
De los 3 a los 6 podemos aumentar un poquito la cantidad a más o menos el tamaño de un guisante. A partir de los 6 años el niño ya se puede cepillar los dientes con la pasta de los papás y con la cantidad de un adulto. Un adulto tampoco se debe llenar el cepillo con mucha cantidad de pasta. Simplemente colocar un poquito más de un guisante.
Lo que insistimos mucho con los niños es que cuando se hagan el cepillado escupan la cantidad pero que no se enjuaguen. Lo ideal es que el flúor se quede en la superficie del diente para que pueda hacer su labor de protegerlo. Esta capa que queda encima es la que les protege. Así que deben escupir el exceso y dejar que el flúor actúe.
Y, ¿qué debemos hacer si a nuestro hijo no le gusta la pasta de dientes?
Es importante en niños lo del flúor. Para un adulto no tanto porque el diente ya está formado. En los niños, lo que nos demuestra la efectividad contra la carie es el flúor.
En el mercado hay muchísimos sabores de pastas de dientes y al final puedes encontrar alguna que le acabe gustando. Hay que ir probando.
¿Es indiferente comprarla en el súper que en la farmacia? ¿Recomendarías alguna marca en especial?
Es indiferente. Insisto en que es importante que tenga el flúor suficiente. Una marca en la que podría apostar es Vitis. Es buena marca, y además tiene una gama junior especial para niños. Y sino, mientras tengan el flúor necesario y un sabor que al niño le guste, ya es suficiente.
Y a parte, ¿hay que hacer enjuagues de flúor?
Esto ya lo debe valorar un pediatra. Por eso es importante las visitas de revisión. Se tiene que identificar qué tipo de niño tenemos para poderlo proteger como es debido. Hay algunos más propensos que otros a las caries.
Respecto a esos dolores tan fuertes cuando el diente está rompiendo la encía, ¿Existe algún remedio que pueda calmarle?
La irrupción dentaria normalmente molesta un poco al niño. Si son bebés, con el dedo limpio o con un dedal de silicona les podemos masajear la encía para aliviar un poco estas molestias. Otra cosa que también les va muy bien son los mordedores de silicona. Los podemos poner en la nevera y luego al morder esta silicona, les alivia mucho.
¿Sabes de algún otro remedio casero o de alguna crema que pueda ayudar?
No. Lo que les molesta es que el diente está haciendo fuerza para romper la encía, y esto al final es inevitable. Si nosotros masajeamos esta encía la podemos aliviar más rápido. El mordedor a lo que ayuda es a que la erupción sea un poco más rápida. Como estamos haciendo presión rompe más rápido y así el niño se queda más tranquilo.
¿Cuándo es recomendable llevar al niño al dentista por primera vez?
Se debería llevar al niño al dentista en su primer año. Desde la aparición de su primer diente de leche, y no más tarde de su primer año de vida.
El odontopediatra se fija en como se esta desarrollando el niño: si tiene alguna anomalía, si puede hacer algún tipo de prevención para evitar problemas futuros, si los huesos no le están creciendo correctamente y esto le puede producir mordidas incorrectas en adulto etc.
Insiste mucho en la prevención y en reeducar a los papás y a los niños en hábitos de higiene y alimentarios. Lo que nosotros podemos hacer para prevenir las caries es con higiene y, sobretodo, a través de la alimentación.
La recomendación que damos es que el niño no debería probar el azúcar hasta los dos años. No sólo las chuches llevan azúcar, hay un montón de alimentos. Incluso, por ejemplo, los preparados para bebés que llevan mucho azúcar. Zumitos, salsas, galletas…esto no lo debería tomar el niño. La caries es una infección bacteriana, por lo que, cuanto más azúcar peor.
Lo ideal para la merienda sería un trozo de pan duro, que además le ayuda a desarrollar los dientes y el maxilar, y para beber agua. Así educamos al niño a que cuando tenga sed, beba agua. A nivel dental y de salud, otras bebidas carbonatadas y zumos no son buenos.
En cuanto al tema del chupete, ¿hasta qué edad es recomendable? ¿es verdad que deforman el paladar?
Lo más peligroso, y que no debería ocurrir, es la succión del dedo pulgar o de cualquier otro dedo. Es muy difícil quitarle este hábito al niño y la fuerza que se genera con el dedo sí que deforma el paladar.
El chupete hay momentos en que lo tenemos que utilizar. Pero debería sacarse a los 2 años. Tiene una anatomía característica que no deforma el paladar, pero no lo tendríamos que utilizar para que el niño lo lleve todo el día. Debemos usarlo en momentos específicos para calmar al niño: cuando se va a dormir, en algún momento puntual de berrinche…
Cuando hay una urgencia dental, ¿qué debemos hacer?
Las urgencias más comunes que nos encontramos son las infecciones y los traumatismos. A los papás siempre les decimos que primero mantengan la calma, y en el momento que se ve que hay este tipo de urgencias, acudir a una clínica dental para que se aplique el tratamiento necesario de manera temprana. Y así, poder evitar complicaciones futuras y que el pronóstico del diente sea bueno.
El tema de las infecciones está relacionado con las caries. Ya hemos dicho que la caries es una infección bacteriana; se va comiendo el diente y esto produce dolor en el niño. Los dientes de leche tienen unas características especificas que hacen que la caries avance mucho más rápido que en un diente adulto. Por eso si no se trata, en pocos días suele afectar al nervio del diente de leche. Y esto al niño le duele muchísimo. Por eso, si vemos que el niño se queja de dolor y que no mejora en unos días, tiene mal aliento, tiene alguna inflamación o décimas de fiebre, rápidamente hay que llevarle al odontopediatra.
Otra urgencia, que estresa un poco más, son los traumatismos. En los niños de 0 a 3 años es frecuente porque no tienen coordinación y están aprendiendo. Y en niños de 8 a 12 porque empiezan deportes de contacto y en patios de colegios vemos muchos traumatismos. Cuando ocurre esto también: calma. Tenemos que evaluar un poco como está él a modo general. Si no presenta ninguna complicación que nos haga ir de urgencias a un hospital, debemos ir rápidamente al dentista para que abarque el tratamiento.
Y para acabar, algo más de fantasía. El tema del Ratoncito Pérez, ¿cómo lo debemos tratar los papás?
Jajá. El Ratoncito Pérez existe: es un personaje mágico que se encarga de cambiar el diente de leche del niño por un regalito.
Para muchos niños el tema de perder dientes es algo muy emocionante. Sin embargo, tenemos que saber que hay niños que no lo llevan igual. Es una situación un poco traumática y no la entienden. El hecho de seguir algunos mitos les ayuda a disminuir esta ansiedad y preocupación para una situación que es perfectamente normal.
Lo ideal es que el fin de este mito sea cuando el niño ya es consciente y sea capaz de entender que ha sido una leyenda para fomentar una ilusión. Si el niño no es capaz de verlo por él mismo, entonces sí que son los papás los que deberían comentárselo a su debido tiempo.
Claro, es una manera de darle una parte positiva y chula a algo que les puede resultar. Qué bien, nos ha encantado esto que has explicado. Te lo agradecemos un montón, ¡lo has hecho súper interesante!
¡Muchas gracias a vosotros!
Os animamos a que veáis la entrevista completa en nuestro perfil de Instagram IGTV. ¡También encontraréis otras muchas entrevistas con otros profesionales del sector infantil que no os podéis perder!
extraescolares educo en valencia
enero 24, 2022Me gusta disfrutar y visitar blogs, aprecio mucho el contenido, el trabajo y el tiempo que ponéis en vuestra web. Buscando en en la red he encontrado tu blog. Ya he disfrutado de varios publicaciones, pero este es muy adictivo, es unos de mis temas predilectos, y por su calidad he disfrutado mucho. He puesto tu sitio en mis favoritos pues creo que todos tus artículos son interesantes y seguro que voy a pasar muy buenos momentos leyendolos.
Fundas bcn
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marzo 10, 2023¡La persona real!
¡La persona real!
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