La elección de ser madre es una de las decisiones más trascendentes que tomas como mujer a lo largo de tu vida. Puede ser también una de las experiencias más hermosas y aleccionadoras. Sin embargo, hay un trastorno mental, muchas veces invisibilizado, que puede aparecer en este periodo. Se llama depresión postparto, y en este artículo te queremos aconsejar sobre qué recursos son los más adecuados para afrontarla.😉
Cuando das a luz a tu bebé tienes la intensa sensación de que tu vida va a cambiar para siempre. Traer una nueva personita al mundo comporta mucha responsabilidad, y no son pocas las mujeres que en este momento tan trascendental, empiezan a sentir cierto miedo, arrepentimiento o tristeza.
Es una sensación mucho más común de lo que nos imaginamos así que, ¡tranquila!
No hay que avergonzarse ni menospreciar estos sentimientos. De hecho, sentirse abrumada las primeras semanas entra dentro de lo “normal”. Pero si esa sensación se alarga en el tiempo (o incluso se inicia varios meses después) y es muy intensa… Lo mejor es pedir ayuda. Es importante actuar con rapidez para ponerle solución cuanto antes.
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Sintomatología de una depresión postparto
Entrando en materia, lo primero que tienes que tener en cuenta es que cada mujer es única y como las situaciones personales son distintas en cada caso, los síntomas también pueden variar en cada persona.
Además, ser madre significa empezar a formarse una relación con el bebé y, al mismo tiempo, readaptar tu día a día y la relación con tu entorno más cercano.
Hay mujeres que tienen síntomas muy evidentes de depresión posparto. En cambio, las hay que padecen síntomas inesperados que muchas veces se relacionan con el cambio hormonal radical que sufre la mujer al dar a luz.
Es importante, pues, que te conozcas a ti misma y puedas detectar si lo que sufres es un cansancio extremo o va más allá. Esta pregunta puede resultar clave para tratar la depresión a tiempo y evitar que se alargue.
Estos son los síntomas más comunes de depresión posparto:
- Sentir una gran preocupación por el bebé y al mismo tiempo dudar de tu capacidad para atender sus necesidades. Esta sensación puede crearte un sentimiento de culpabilidad por no ser lo suficientemente competente para ser madre. Además, en muchas ocasiones, esta culpabilidad se puede convertir en arrepentimiento de la decisión tomada, lo que suele derivar en más culpabilidad todavía. Un pez que se muerde la cola.
- Variaciones en el apetito durante el día, pasando de tener el estómago cerrado a sentir unas irrefrenables ganas de comer.
- Sentimiento de ansiedad provocado por la preocupación de que le pase algo malo a tu bebé y no ser capaz de resolver la situación.
- Miedo de sentirte sola y no saber qué hacer cuando estás con el peque.
- Manifestar cierto desinterés por el bebé, o incluso rechazo por él.
- Insomnio.
- Sentir una necesidad constante de control sobre el recién nacido.
- Dificultad para concentrarse debido al cansancio extremo, que muchas veces se convierte en fatiga.
Recursos para afrontar una depresión postparto
Puede resultar sumamente complejo adaptarte a los bruscos cambios hormonales que sufres y al mismo tiempo ser capaz de atender todas las necesidades de tu bebe durante sus primeros meses de vida. Son periodos muy intensos y muchas veces aparece la duda sobre si serás capaz de poder con todo.
Por eso es de vital importancia que, si detectas que estás padeciendo cualquiera de los síntomas que hemos mencionado en el apartado anterior, tengas en cuenta todos los recursos ante la depresión que te presentamos a continuación y que tienes a tu alcance para afrontar esta situación y ponerle solución de manera eficaz.
Visita a un profesional
Acudir a un psicólogo o psiquiatra lo más rápidamente posible te permitirá sentirte reconfortada, ya que son personas que han tratado muchos casos parecidos al tuyo y van a comprender rápidamente tu situación.
Es importante tener la confianza de que el médico te dará herramientas para que puedas afrontar la situación y así sentirte mejor.
Después de analizar tu caso, el médico puede realizar varias acciones como pedirte que te hagas una analítica (para ver si hay alguna alteración en la tiroides), realizarte algún cuestionario para indagar más en tu sintomatología o bien otras pruebas que considere oportunas para tener un diagnóstico claro.
Expresa tu sentimientos
Más allá de hablar con un especialista, es importante que compartas tus sentimientos y sensaciones con tu entorno más cercano. Ellos te escucharán y, aunque no sean psicólogos, te apoyarán en todo lo que necesites.
Lo más relevante es no sentirte como “un bicho raro”. Aunque todavía sea algo tabú, muchas mujeres padecen la misma situación que tú, así que no hay que tener miedo de expresar tus sentimientos con tus seres queridos.
Pide apoyo
Es muy importante pedir ayuda cuando la necesitas y que sepas delegar tareas a la gente que está cerca de ti. De esta manera, podrás gestionar mucho mejor el cansancio tanto físico como emocional.
Tanto si es el padre del bebé, como si son familiares o amigos, deben darse cuenta que, sobre todo al principio, puedes sentirte agobiada y sobrepasada por la situación. Se trata de que te escuchen y puedan atender tus necesidades, para que la nueva situación en la familia se pueda sobrellevar mejor entre todos.
Resérvate tiempo para ti
Puede sonar muy fácil pero hacerlo es mucho más difícil, aunque no es imposible. Tus responsabilidades al ser madre han aumentado y es muy positivo que seas consciente de ello y cambies tus rutinas.
Sin embargo, puede ser una “terapia” muy positiva hacer actividades, aunque sean ratitos cortos, que te gusten y te aporten tranquilidad y relajación, sin la necesidad de estar pendiente de tu bebé y sus necesidades.
Comparte tus vivencias con otras mamás
Son muchas las mujeres que al ser madres sienten que no pueden compartir vivencias personales y se sienten solas. Acudir a un grupo de madres que están pasando la misma situación que tú, te reconfortará y te hará sentir más entendida y, sobre todo, acompañada.
Prueba con la meditación
La meditación puede ser una válvula de escape en momentos de máximo estrés y nerviosismo. Buscar media hora al día para encontrar la tranquilidad te puede venir muy bien, sobre todo en los primeros meses de ser madre.
Sea cual sea tu situación y tus sentimientos, lo más importante es que comprendas que la depresión postparto es un trastorno muy común, que es tratable y que tiene solución.
Si notas que te empiezas a sentir mal por algún motivo, que tu sensación de tristeza o ansiedad va más allá de las primeras semanas, y que su intensidad es difícil de sobrellevar… consulta con un especialista.
Además, expresa tus sentimientos y por encima de todo, no tengas vergüenza: nos puede pasar a todas.
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