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Decidir qué es lo que el peque va a merendar no siempre es tarea fácil. Por eso, hemos querido conversar con Júlia Farré, dietista y nutricionista, sobre las opciones de meriendas saludables que podemos ofrecer a nuestros hijos.
Júlia tiene su propio centro de nutrición y psicología en Barcelona. Trabaja con un equipo de diferentes especialistas que tratan aspectos diversos: nutrición infantil, alimentación durante el embarazo, lactancia, salud hormonal de la mujer, acompañamiento en temas de fertilidad/ tratamientos de fertilidad, disfunciones hormonales relacionadas con la menstruación, hábitos nutricionales (familias convencionales, vegetarianas, veganas) y patologías (problemas digestivos, colesterol, ácido úrico…).
En el ámbito de la psicología, además, trata problemáticas relacionadas con la alimentación: trastornos de conducta alimentaria o relaciones “incómodas” con la comida.
Los horarios: el pilar de cualquier rutina saludable
Para organizar las comidas, lo primero y más importante es organizar los horarios.
Hay que tener claro que los niños, en la primera infancia, deberían comer entre las 12h y las 13h, y cenar entre las 19:30h y las 20h.
Entre medio hay muchas horas. Así que con una sola merienda, no basta.
Para darle solamente una merienda, deberíamos entre todos adoptar un horario más europeo, cenando sobre las 6 de la tarde. Pero con los horarios que aún tenemos actualmente en España, se antoja más que complicado.
La solución ideal es planificar dos meriendas:
La primera sobre las 15-15:30h. En este caso, hay colegios que ya dan la merienda, y hay otros en los que les tienes que poner la merienda en la mochila.
La segunda tendría que ser entre las 17 y las 18h, en la que ofreceremos alimentos complementarios a los que han comido en la primera.
Pasadas las dos meriendas, es muy importante no cenar más tarde de las 20h. Si les damos de cenar más tarde, les estamos quitando horas de sueño a nuestros hijos. La hora en que ellos se levantan suele ser siempre la misma (entre 07:30 y 08h).
Quitarles horas de sueño significa que se van a levantar sin tanta hambre por la mañana. Cuando estamos dormidos, el desayuno pasa a NO ser una prioridad, ya que no sentimos tanto apetito. Les mandamos al colegio casi sin haber comido (por culpa de la falta de sueño).
Otro aspecto a tener muy en cuenta, es que por las noches es cuando crecen los niños. Laregeneración celular se produce mientras dormimos. Respetar las horas de sueño es vital para su desarrollo físico e intelectual.
Las rutinas son muy interesantes para los niños pero también para los padres. Sobre todo respecto al hambre y al sueño, que son las dos necesidades más importantes. Cuando no las tienen bien cubiertas los niños se caen más, se pegan golpes, tienen menos paciencia, se pelean con sus hermanos… Mantener las rutinas es saber anticiparse a estos pequeños “dramas”.
Tips de alimentación para una merienda saludable
La fruta fresca es un básico que tiene que estar en la merienda (primera, segunda o ambas). ¡Ojo! No estamos hablando de zumos, batidos o licuados, sino de piezas de fruta o fruta cortada. Es muy importante porque hay muchos niños que no toman postre.
Lo de “me guardo un poco para el postre” es algo que hacemos los adultos, pero los niños no tanto… 😉
El yogur natural suele ser una opción muy recomendable. Mucho más que los yogures líquidos, que tienen el problema de los azúcares añadidos. Es el problema de los lácteos. son para niños pero llevan demasiado azúcar.
La leche (o bebida vegetal si no toman: soja, avena o almendras), va bien para que se sacien un poco antes de comer lo demás de la merienda.
Los niños suelen demandar muchas harinas: pan, galletas…. Es cierto que las harinas tienen un poder saciante mayor que la fruta. El trabajo de los padres es ofrecer alimentos saludables: comprar pan de calidad, o los típicos palitos (que sean integrales, que no lleven grasas hidrogenadas…).
Podemos pensar que es aburrido ofrecerles siempre las mismas cosas, pero si a los niños algo les gusta no les importa repetir.(igual que los adultos 😉).
SIn embargo, de vez en cuando se puede variar: ofrecer bastoncillos de pan con hummus de zanahoria o aguacate. El aguacate es una fruta muy rica en grasas saludables que sacia más que otras frutas. También es una buena opción ponerlo dentro del pan como bocadillo.
El pan solo se puede comer también y muchos niños se acostumbran a ello. Si les queremos poner algo puede ser tomate restregado con aceite o queso fresco. Hay que evitar, por sistema, ofrecerles alimentos procesados (embutidos).
Merendar en casa o merendar fuera
Si merendamos en casa se nos abren muchas más posibilidades: por ejemplo en épocas de calor se pueden hacer helados caseros: con fruta, con yogur, bebidas vegetales de avena con chocolate (sin mucho azúcar).
En invierno, podemos involucrarnos en la preparación de la merienda: crêps/ pancakes (como sustituto del pan), incluso palomitas (no cada semana) con poca sal…
Otra ventaja interesante es que podéis preparar meriendas en casa todos juntos, como galletas caseras o incluso un pastel, que sabes que no contienen tanto azúcar. Incluso se lo pueden llevar al colegio, y así se lo enseñan a sus amigos o al profesor como un logro.
Una de las cosas que preocupan a los padres cuando los niños meriendan fuera es cuando se juntan en el parque con otros niños: tú intentas hacerlo bien, pero hay otros padres que no lo hacen y les dan otros alimentos menos saludables…
Es algo contra lo que no podemos luchar. Hay que intentar no darle mucha importancia, porque si tu hijo te ve agobiada, les estás dando ideas y herramientas por si algún día quieren llamar la atención por algo o fastidiar.
Alimentos que crean debate entre los padres
Chocolate: cuanto más alto sea el porcentaje de cacao y menos el de azúcar, mucho mejor. Uno del 85% puede estar bien. Se pueden acostumbrar al sabor y gustarles.
Hay que tener en cuenta que el chocolate lleva cafeína y es un estimulante.Tenemos que elegir bien el momento de dárselo. Por la tarde-noche no es recomendable porque se van a acelerar y les va a costar relajarse y conciliar el sueño.
Encurtidos (pepinillos, olivas, boquerones…) en niños de menos de 2 años hay que vigilarlo, por la cantidad elevada de sal que contienen.
En niños más mayores, dárselos con precaución, pero no nos debería preocupar tanto.
Frutos secos: el problema principal que tienen es el riesgo de ahogamiento. En cuanto a nutrientes es recomendable para la merienda, pero hay que incidir en que se lo coman tranquilos y masticando mucho Y si es con un adulto al lado mejor. Otra solución es hacer como una crema de frutos secos para poder untarlo en el pan (avellanas, almendras, cacahuetes).
Golosinas: cuando más tarde las descubran mejor. Hay que tener claro que no son una merienda. Son un extra que puede ir después de la merienda o en algún momento de celebración.
También hay que saber que hay distintos tipos de chucherías: caramelos sin azúcar (tipo chupa-chup), gominolas bajas en azúcar… La clave está en moderar las raciones:en el caso que tenga una bolsa de chuches, se aprovecha para repartirla y compartirla entre los otros niños en el parque.
Hay que tener muy claro que nuestros hijos van a comer lo que comemos nosotros. Si no quieres que coman algo, empieza por cambiar los hábitos de los otros componentes de la familia.
¿Cuándo y cómo tu bebé tiene que dejar el chupete?
Es muy probable que tu bebé, desde los primeros días de vida, empiece a succionar todo lo que encuentra.
¿Sabías que algunos de los bebés ya se chupan los dedos antes de nacer? 😅 De hecho, puede que incluso hayas visto ...
¿Eres de las mamás que ha podido cumplir el sueño (y nunca mejor dicho) que tu bebé duerma cinco horas del tirón? ¿O por el contrario, dormir por la noche se ha convertido en un sueño inalcanzable? 😓
Es muy usual escuchar a madres y padres de bebés decir que casi ...
Qué bonito es ver crecer a tu bebé. Ver como empieza a descubrir el mundo, sus gestos, su mirada….¡y también sus babas!
¿Tu bebé empieza a babear de un día para otro y no sabes a qué se debe? ¿Ya te han sentenciado que es porque le salen sus primeros dientes?
No exactamente…te lo explicamos bien, paso a paso.
El babeo: una etapa natural
¡Que no cunda el pánico!
El babeo es una etapa natural en un bebé, sobre todo hasta el instante en el que los primeros dientes hacen acto de presencia.
Técnicamente, en un recién nacido, el inicio de la saliva es consecuencia del principio de actividad de la glándula sublingual. La cantidad de saliva es escasa en este momento.
Hasta el cuarto mes, donde la glándula parótida (o glándulas salivales) empieza a funcionar a todo rendimiento. Esta glándula es mucho más grande que la sublingual y está ubicada en ambos lados de la cara. Eso provoca que la cantidad de saliva del peque aumente considerablemente.
Los bebés, como toda novedad, se tienen que adaptar a la nueva situación, y como aún no saben tragarse la saliva, la van escupiendo. Y la ropita empieza a quedar inundada de babas.
Vamos a intentar ponernos en su lugar: de golpe, se nos empieza a llenar la boca de algo que no sabemos lo que es, y no sabemos tragarlo. ¿Qué haríamos? Escupirla de manera natural. 😉
El reflejo de tragar (deglución) es un proceso que requiere su espacio, y hasta que el peque no lo haga de manera eficaz, puede pasar un tiempo.
Además, el babeo también se debe a que el bebé solamente está entrenado para tragar comida (leche materna), pero no para tragar saliva. Así pues, el salivar también es un anticipo de la ingesta de nuevos alimentos que se producirá en los siguientes meses.
Babeo y dientes
Es decir, que tu peque babee grandes cantidades de saliva, no significa que se deba a la erupción de sus primeros dientes. Desmitificamos pues a tu conocido con conocimientos de dentista.😉
¿Puede ser que antes de los 6 meses aparezca algún diente? Sí, ocasionalmente puede suceder. Pero no hay una relación directa con la salivación.
En esta fase, además, los peques empiezan a descubrirse los puños. Y como buen bebé, se los meten en la boca. ¿Y eso por qué lo hacen? Porque se entretienen, les gusta y además es nuevo para ellos. Les pasará después con los pies. Son actos reflejos de los peques, y no están relacionados con la salida de los dientes.
Se considera el babeo como una fase independiente de la dentición. Los dos fenómenos no guardan una relación directa, pero sí es cierto que se desarrollan de manera paralela en la misma etapa. Y con la salida de los primeros dientes de leche, la saliva aumenta. En este caso, las babas tienen una importante función en los bebés, ya que les ayudan a suavizar la sensibilidad de las encías.
Salivar tiene sus beneficios
Cuando hablamos de salivar, nos referimos a un proceso de humedecimiento constante en la cavidad bucal. Esto incluye la mucosa y los dientes. Este proceso beneficia el correcto proceso de tragar los alimentos. También reduce la acidez en las comidas, manteniendo el pH neutro, y protegiendo el esófago de la irritación a causa de los posibles reflujos.
Otro beneficio importante es su función cicatrizante. Eso permite fortalecer sus primeros dientes, ya que la saliva aporta calcio y flúor.
Cuando el peque comienza a comer sólidos, la saliva contribuye a eliminar bacterias que pueden provocar caries dental. También inicia la digestión de los hidratos de carbono.
Salivar es considerado también un factor de crecimiento ya que, cuando se traga, influye en la maduración del intestino.
Cómo ayudar a tu bebé con las babitas
Generalmente, el babeo en un bebé dura hasta que tiene un año y medio. Es el momento en que todos los dientes ya le han salido, y puede morder y probar alimentos nuevos sin molestias.
Mientras llegue este momento, tu peque va a seguir mojando la ropita, pero podemos realizar acciones para sobrellevar este proceso:
Nuestro amigo el babero
Los baberos son imprescindibles en esta época. Los de algodón suelen absorber mejor las manchas, pero para evitar que se manche demasiado, se pueden forrar y de este modo, limpiarse con mayor facilidad.
De esta manera podremos evitar que se moje demasiado la ropa, lo que le podría inducir a resfriados o enfriamientos.
En Fun*das BCN tenemos distintos baberos que pueden ayudarte con todas las etapas de babitas del bebé.
Es una acción realmente importante en esta etapa. Si tu bebé se mete las manos sucias constantemente en la boca, se pueden generar infecciones. Cuando estéis fuera de casa, el uso de toallitas es perfecto para esta función.
Secarle el cuello
Después de darle de comer, es muy importante secarle el cuello ya que es una zona que está húmeda todo el tiempo. El no hacerlo podría conllevar la salida de hongos.
Comida templada
La comida muy caliente puede ser molesta para el peque, ya que tiene las encías muy sensibles. La comida templada es, sin duda, la mejor opción.
Mordedores
Son una opción interesanteya que le ayudará a aliviar y desinflamar las encías. Además, al ser de material suave, son aptos para que el peque pueda jugar directamente con algo diseñado especialmente para su boca.
En definitiva, el babeo forma parte del crecimiento de un bebé. Conviene estar atenta para ver como evoluciona, pero ya sabemos que no guarda relación con la aparición de los dientes. Son fases que evolucionan de manera paralela.
Y sí, también conviene ser paciente, una vez más😉 La ropa se va a ensuciar. Solamente se trata de que no se empape. Por todo lo demás, ¡la lavadora hará su trabajo!