Se acerca el buen tiempo, y con él, un momento típico en el desarrollo de los niños: el de dejar el pañal, o como se conoce popularmente, la operación pañal. Hay una duda muy habitual en todo este hito: ¿le quitamos el pañal, o lo deja el niño?
En este artículo vamos a ver algunos consejos para retirar el pañal de la forma más respetuosa posible con los ritmos de tu hijo, y entender también si realmente la operación pañal es algo que decidimos los padres.
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¿Cuándo empezar la operación pañal para que sea respetuosa?
Alrededor de los 3 años, la mayoría de niños están preparados para poder empezar a controlar sus esfínteres y, por lo tanto, abandonar el pañal al que han estado acostumbrados desde que nacieron.
La mayoría de padres se plantean el momento de dejar el pañal como algo que tiene que ocurrir en verano. ¿Por qué? Pues porque coinciden dos circunstancias que llevan a ello: en verano llevamos menos ropa, y es más sencillo lavar (y que se seque) las prendas que puedan tener un “accidente”, y porque se acerca el inicio de curso, y en P-3 muchas escuelas quieren que los niños vayan ya sin pañal.
¿Es el verano el mejor momento para dejar el pañal?
La respuesta es NO. Y un no muy rotundo. La mejor época para que tu peque empiece a dejar el pañal es, simplemente, la época en la que esté preparado. Controlar los esfínteres es algo totalmente madurativo, por lo que no se puede forzar ni adaptar de ninguna de las maneras.
Si coincide que es verano y os encaja porque tenéis vacaciones, tiempo para dedicarle, y porque vamos más ligeritos de ropa, perfecto.
Pero si tu hijo es demasiado pequeño, independientemente de que vaya a P-3 en septiembre, es mejor no forzar las cosas. Y si se tiene que hacer en invierno, pues se abandona el pañal en invierno y no hay ningún problema.
Respecto a las escuelas, en muchos casos, la petición de que los niños vayan sin pañal es por un tema de comodidad y de falta de recursos. Muchas escuelas tienen una ratio de niños bastante elevada, y si no tienen el apoyo (como sí hay en las guarderías) de una técnica en educación infantil que pueda ayudarlas con los cambios de pañal, su día a día se complica.
En todo caso, si tu peque todavía no está preparado, y en septiembre empieza “el cole de los mayores” se puede hablar con las profesoras para comentarle el caso concreto.
¿El pañal se lo quitamos… o lo deja él?
Esta es una de las grandes dudas que tenemos. Lo mejor sería que el proceso lo liderara el bebé, porque de esa forma se sabe que ya está preparado a nivel madurativo.
El proceso (lo que significa que no es un momento concreto, sino un camino) de aprender a controlar los esfínteres empieza alrededor de los dos años, pero eso no significa que el control sea completo, ni que tengamos que dejar que el niño vaya sin pañal.
Cada peque tiene su ritmo, y este ritmo (prepara lavadoras 😉) puede tener idas y venidas. Sí, puede que tengas que meterlo en la bañera más de una vez porque haya ocurrido algún escape.
Según la tabla de desarrollo Haizea Llevant, alrededor de la mitad de los niños y niñas controla sus pipis y cacas de día a los 30 meses (dos años y medio), un 75% lo consigue a los tres años, y el 95% lo consigue a los 42 meses (tres años y medio).
Habrá algunos niños que puedan aprenderlo antes de los dos años y medio, y algunos que llegarán a los cuatro años.
Por lo tanto, el pañal lo deja el peque cuando está madurativamente preparado para controlar sus esfínteres.
Señales de que se puede empezar a dejar el pañal
En niños que hablan, las señales son inequívocas: “mamá, papá, no quiero llevar el pañal”. Con palabras más o menos claras, pero el mensaje suele ser parecido.
En niños que todavía no tienen el habla muy desarrollada, puede que simplemente se interesen por el váter, o que quieran sentarse en el orinal. Incluso puede que te avisen cuando tengan pipis o cacas y se señalen el pañal.
También puede ser un buen momento si notamos que los pañales aguantan más tiempo secos, y si le molesta ir sucio cuando hace pipi o caca en el pañal.
Consejos para una operación pañal respetuosa
Para que este proceso de abandonar el pañal sea lo más respetuoso, lo primero es aceptar que el proceso puede ser largo, y que habrá que respetar el ritmo del peque.
Estos son algunos consejos que pueden ayudaros:
- Aceptar que habrá escapes. Eso le quita presión al momento, a nosotros como padres, y a tus hijos de forma indirecta.
- Ofrecer varias opciones. Entre el orinal o el reductor de taza de wc, hay niños que prefieren uno u otro. El orinal tiene la ventaja de que es más cómodo y pueden acceder a él sin pedirlo, mientras que el váter les da esa sensación de “ser mayores”. Si tu peque prefiere la taza, déjale algún pequeño taburete para que pueda subir solo.
- Fomenta que pueda usar el orinal o el váter. Y acompáñale, tantas veces como sea necesario.
- No hace falta regañar ni tampoco recompensar. Está bien que cuando lo haga bien nos alegremos, pero no por ello va a avanzar su control de esfínteres. Por el contrario, regañar, puede implicar problemas con el control de esfínteres porque lo asocien a gritos y malos momentos.
- Cuentos que hablen de ello. Es interesante apoyar esta transición con algunos cuentos que traten el tema, ya que les ayuda a interiorizar las novedades en su vida y su desarrollo.
- Si hace falta dar marcha atrás, no pasa nada.
- Ten a mano siempre alguna funda de recambio por si ocurre algún accidente en tu sillita de coche, o en el cochecito 😉.
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