Te contamos cómo afrontar la crisis (¡otra!) de sueño de tu bebé a los 24 meses.
¿Cómo? ¿Pero no se habían acabado las crisis del sueño de mi bebé? 😰 ¡Tenemos una buena noticia! La crisis de los 24 meses es la última regresión que normalmente sufren los bebés. 😉 Si tu bebé todavía no ha cumplido los dos años, puedes leer sobre la crisis del sueño de los 4 meses, la crisis de los 8 meses o la regresión del dormir a los 18 meses.
A los 2 años puede que tu peque esté padeciendo alteraciones en el sueño. Es absolutamente normal, así que en este post te vamos a ayudar a saber cómo afrontar estas regresiones para que entiendas estos pequeños retrocesos en el sueño del bebé.
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En qué consiste la crisis del sueño a los 24 meses
A los 24 meses aproximadamente, los bebés están en un momento de su vida dónde no paran de aprender cosas nuevas. Son tantas que les falta tiempo para practicar sus nuevas habilidades. Por lo tanto, es muy común que, en lugar de estar durmiendo, aprovechen las horas nocturnas para seguir desarrollando sus nuevos aprendizajes.
Aunque tienes que procurar que duerma las horas suficientes para que descanse bien, piensa que durante este periodo el peque está “sacrificando” alguna hora de descanso para progresar en sus habilidades recién aprendidas.
Qué le puede ocurrir al bebé en la crisis del sueño a los 24 meses
Aunque sabemos que cada bebé es distinto y tiene sus propias peculiaridades, hay algunas situaciones que se repiten en casi todos los peques durante esta etapa de su vida. Te contamos las más comunes para que las tengas en cuenta:
Aparición de los miedos nocturnos
La aparición de los miedos nocturnos del peque suelen venir dados por su aumento de la imaginación y de la creatividad. Así como este aumento aporta muchos beneficios porque el peque juega y se entretiene con su imaginación, también le puede ocasionar miedos durante la noche. Por ejemplo, que se imaginen que haya personajes inventados que le puedan hacer daño o el propio miedo a la oscuridad. Por lo tanto, que el peque tenga pesadillas debido a estos motivos es muy habitual en este periodo.
Miedo a la separación
Puede ocurrir que tu hijo no sea tan independiente como pensabas. Es decir, en este periodo puede que el peque sea mucho más consciente de cuando estamos a su lado y de cuando no. Esa separación cuando ve que te vas a a dormir a tu habitación le puede provocar una cierta angustia.
Pasar más tiempo despierto
A los dos años, lo más habitual es que los niños duerman solo una siesta y de 10 a 12 horas de sueño nocturno. Por lo tanto, el tiempo de estar despierto va aumentando y puede que tenga, sobre todo al principio, algunos despertares nocturnos que antes no tenía.
Que aumente el tiempo de vigilia no quiere decir que se tenga que ir a acostar más tarde. Más bien todo lo contrario, sería ideal que el peque pudiera irse a la cama incluso más temprano.
Retirada del pañal
A los 2 años puede ser el momento en que tu hijo ya esté listo para que le saques el pañal. Si es así, a veces ocurre que los niños están tan concentrados en que no se le escape el pipí, que no se centran en lo que realmente necesitan, que es descansar.
En caso de que aún lleve el pañal para dormir, el peque puede que note mucho más la sensación de incomodidad de llevar el pañal mojado, por lo que también se despertará más fácilmente.
Mayor resistencia a dormir
Los niños a los 2 años empiezan a tomar mucha más consciencia de las cosas. También comienzan a tener sus propios razonamientos, así que puede ser que tu peque intente buscar hasta dónde puede llegar y cuestionar tus límites. Por ejemplo, la hora de irse a la cama. Muchas veces no es por rebeldía, sino porque quieren estar jugando y experimentando todo el tiempo y sienten que al irse a la cama interrumpen su aprendizaje.
Esta resistencia al sueño puede que afecte también a la siesta, ya que al estar en medio del día, puede que el peque note aún más esta interrupción y, aunque esté cansado, prefiera tener los ojos bien abiertos para seguir experimentando con las cosas a su alrededor.
De la cuna a la cama
Uno de los cambios más “traumáticos” en la aún corta vida de tu hijo puede que ocurra en esta etapa. Es una decisión complicada que conlleva riesgos, como por ejemplo que el miedo a dormir solo le lleve otra vez a tu cama.
Otra situación que puede ocurrir es que el peque, al ver que la nueva cama no tiene barrotes, quiera salir de excursión por la casa en mitad de la noche.
El nacimiento del hermano
Otra de las situaciones que puede provocar alteraciones en el sueño del peque es el nacimiento de su hermanito. Aunque le veas contento y entusiasmado, puede que esté más alterado que de costumbre, y eso le afecte el sueño nocturno.
Cómo afrontar la crisis del sueño de tu bebé a los 24 meses
Hay algo que siempre hay que tener, pero te lo recordaré al final del artículo…😁
La mejor noticia de todas es que, habitualmente, estas regresiones del sueño a los 24 meses son las más fáciles de gestionar por tu parte y también por la del peque.
Una de las claves para hacer frente a esta situación es mantener los horarios. La constancia en las comidas, siestas y hora de acostarse es clave para que la regresión de los 24 meses le afecte lo mínimo posible.
Otro aspecto importante es dar por entendidas y asumidas las cosas. Por ejemplo, que el niño no quiera dormir la siesta no quiere decir que no la necesite. O que la hora de irse a la cama tiene que ser más tarde porque se está haciendo mayor. Cada niño tiene unas necesidades distintas, pero mantener siempre que se pueda los hábitos de sueño es lo mejor que puedes hacer en esta etapa.
Por último, aunque a veces se haga pesada la situación, procura ser tolerante con los miedos que puedan aparecerle a tu peque durante la noche. Sé consciente de que es temporal, así que cuando menos nerviosa estés, menos lo estará él también.
¡Lo prometido es deuda! La palabra mágica para afrontar todas las situaciones: PACIENCIA. Sí, no falla. Puntual a la cita. 😅 Es normal que al principio puedas sentirte perdida o sin saber qué hacer. Sobre todo, mantén la calma y por si acaso se te olvida, vuelve a leer este artículo y todo volverá a la normalidad. 😉
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