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All Posts By Cristina Fuertes

Cómo y cuándo ayudar a los bebés a dejar el chupete

¿Cuándo y cómo tu bebé tiene que dejar el chupete?

Es muy probable que tu bebé, desde los primeros días de vida, empiece a succionar todo lo que encuentra. 

cuando dejar el chupete bebe

¿Sabías que algunos de los bebés ya se chupan los dedos antes de nacer? 😅 De hecho, puede que incluso hayas visto alguna ecografía con el bebé chupándose el dedito. 

Tienen un fuerte reflejo de succión, y es una sensación placentera para ellos.

Pero es normal que te preguntes si algún día tu peque dejará el chupete o si seguirá con él hasta que vaya a la universidad. 😉

La mayoría de niños dejan el hábito del chupete entre los 2 y los 4 años.

Te contamos las mejores formas de que tu bebé deje la pipa, el pipo, el chupón (o como lo llaméis en casa) y cuándo es mejor hacerlo. 

El porqué de abandonar el chupete

bebe dejando el chupete

El uso del chupete puede conllevar ciertos riesgos. Vamos a ver los motivos por los que se desaconseja su uso:

  • El peque puede volverse dependiente: sobretodo si lo utiliza siempre para dormir, tu bebé puede despertarse y romper a llorar por el simple hecho que se le haya caído de la boca. A menos que te guste despertarte varias veces (cosa que dudo 😉), este puede ser un motivo de peso para que deje el hábito.
  • Su uso continuado puede aumentar el riesgo de infección en el oído: sobre todo a partir de los 6 meses, ya que en el período anterior, la tasa de infección es sensiblemente más baja.
  • El uso del chupete puede interferir en la lactancia materna: algunos estudios señalan el uso del chupete como responsable de una disminución en la lactancia materna. 
  • Su uso reiterado puede provocar problemas en los dientes: ese sería el caso de los peques a los que les cueste más dejarlo y prolonguen su uso más de lo normal (más de 2 años). En este caso, pueden crearse malformaciones en la dentadura.

Consejos para que tu bebé deje el chupete

La AAP (siglas de Academia Americana de Pediatría), aconseja el uso del chupete durante el primer año del bebé (ya sea en siestas o por la noche). Una de las razones más importantes es que, según varios estudios, el chupete funciona como un “escudo” frente al SMSL (síndrome de muerte súbita infantil), ya que reduce el riesgo de padecerlo mientras están durmiendo.

Aun así, en niños amamantados con lactancia materna, se recomienda retrasar el uso del chupete para evitar interferencias. 

La Asociación Española de Pediatría coincide con la americana, ya que considera que a partir del año de vida, se reducen drásticamente los riesgos de padecer el SMSL, y además apunta que no tiene ningún beneficio evidente prolongar el uso del chupete.

A partir de este momento, los riesgos o desventajas empiezan a ser mayores que los beneficios. 

A continuación te mostramos consejos útiles para que tu peque deje el chupete, según la edad:

  • Lactantes: sobre todo a la hora de dormir, podemos realizar acciones alternativas al chupete como por ejemplo dar de mamar, mecer, cantar, masajear o abrazar al bebé.
  • 0-2 años: no hay que olvidar que si el peque lleva chupete, es porque nosotros se lo dimos. Teniendo claro esto, es muy importante no ofrecérselo como primera solución a llantos o nervios. En estos casos es recomendable distraerlo con juguetes, juegos y actividades. Hasta los 2 años, si el bebé no está llorando, es importante dejar de ofrecérselo como distracción. La reacción puede que nos sorprenda y que el peque no lo pida.  A la hora de dormir, acompañarlo contándole un cuento o cantándole (como en el periodo anterior), siempre resultará mejor que ofrecerle el chupete.
  • Más de 2 años: contarle una historia/cuento que hable de la necesidad de dejarlo puede ser una opción. Hablarlo de manera calmada y paciente, explicándole que ya no es un bebé, y que ya es mayor para usarlo. 

distraer peques dejar chupete

Otra forma es intentar llegar a un “trato”: cambiarle el chupete por un juguete, por ejemplo. O hablarle de una misión que tiene que realizar, para alentarlo a que consiga un pequeño triunfo. 

En cualquier caso, es muy recomendable visitar al pediatra en caso de dudas o problemas mayores.

En caso de utilizar el chupete en los primeros meses

Como ya hemos mencionado previamente, el uso del chupete en el primer año es una opción válida, y puedes decidir dárselo o no. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos para su uso idóneo, y no crear un mal hábito. Recuerda que puedes encontrar un pack de chupetes aquí, y bolsas para chupetes

Principales ventajas y consejos de uso:

  • Como distracción en situaciones difíciles: por ejemplo cuando lleves al peque al médico y le tengan que pinchar por algún motivo.
  • Ayuda al peque a dormir: aunque no debe ser la primera opción, como hemos visto antes, como último recurso puede funcionar.
  • En general, les ayuda a calmarse: como es un reflejo innato, succionando algo se sienten más relajados.
  • Reducen el riesgo de SMSL: estudiado por varios investigadores, que explican que hay una relación entre el uso del chupete y un menor riesgo de padecer este síndrome.
  • Durante un vuelo, ayuda a aliviar molestias: el uso del chupete les ayuda a regular los cambios de presión del aire.

Y por último, recuerda que hay una gran aliada a la hora de dejar el chupete: la paciencia.

Es importante mantenerla para evitar situaciones “tensas”. Por ejemplo, sacarle de golpe el chupete es un impulso que debemos evitar.

En cualquier caso, plantéate el uso del chupete como un recurso temporal que tienes a tu disposición que te puede ayudar durante el primer año de tu bebé.😊

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Cómo dormir a los bebés: ¿compartir cama o habitación?

¿Eres de las mamás que ha podido cumplir el sueño (y nunca mejor dicho) que tu bebé duerma cinco horas del tirón? ¿O por el contrario, dormir por la noche se ha convertido en un sueño inalcanzable? 😓

Es muy usual escuchar a madres y padres de bebés decir que casi no pueden dormir, porque su peque se pasa la noche reclamando presencia materna. 

En este post intentaremos ayudar a madres y padres del mundo a que dejen de ser zombies y se conviertan en personas otra vez. 😉

 

¿Compartir cama o habitación? Esa es la cuestión

compartir cama o habitacion

Entramos en materia abordando un dilema complicado de resolver. 

Primero de todo hay que recordar que, compartan cama o bien habitación, los bebés deben dormir siempre boca arriba. Sea cual sea la hora en que duerman (siestas o por la noche). Esta acción responde a una posición de seguridad, en la que el peque tiene mucho menos riesgo de padecer un SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante).

 

Compartir cama 

Compartir cama es una práctica que despierta sensaciones de amor-odio entre las madres y padres. 

Las que apuestan por esta opción aseguran que el colecho es el mejor método y que la cama es el lugar donde tiene que dormir su bebé. Pero es una realidad que hay otras madres a las que les asusta esta opción por la falta de seguridad. Vamos a analizar los pros y los contras.

Se entiende compartir cama con el bebé, cuando madre y bebé duermen juntos en la misma cama. Esa acción tiene ciertas ventajas, como por ejemplo:

 

  • La lactancia materna y la alimentación nocturna del bebé es más cómoda y sencilla.
  • Favorece que se alargue el periodo de lactancia materna
  • Tu peque concilia el sueño de manera más rápida y fácil.
  • Aumenta la posibilidad de que TÚ puedas dormir más horas. 😉
  • Fortalece el vínculo y te da la posibilidad de estar más cerca de tu bebé durante la noche.

 

No obstante, es muy importante entender que compartir cama con tu bebé supone unos riesgos para el peque que hay que tener muy en cuenta:

 

  • Es peligroso tener un colchón excesivamente blando, o que la ropa de cama quede demasiado holgada, ya que existe el peligro que el peque se asfixie.
  • Al moverse, el bebé puede quedarse atrapado o aprisionado entre el colchón y la cabecera de la cama, o entre la pared y otros objetos.

 

Teniendo en cuenta ventajas y riesgos, hay unos consejos que podemos darte para compartir cama con tu bebé de forma segura y apropiada. Son éstos:

 

  • Como hemos mencionado anteriormente, coloca tu bebé boca arriba para dormir, previniendo el SMSL.
  • Viste al peque con la mínima ropa posible, evitando que se acalore.
  • Evita ponerle a dormir en la cama solo.
  • Asegúrate que el colchón es firme, evita colchones blandos o ponerle a dormir en sofás.
  • Fíjate bien que el colchón quede bien arrimado a la pared, de manera que no quede ningún hueco.
  • No le cubras la cabeza mientras duerme.
  • Evita quedarte dormida con el peque encima de tu pecho.

 

Hay situaciones en las que es muy recomendable evitar compartir cama:

  • Si es bebé prematuro.
  • Si tiene poco peso corporal al nacer.

Compartir habitación

Compartir habitación significa acostar a tu bebé en una cuna, moisés o cunita portátil, dentro de la habitación donde duermes. Te permite tenerlo cerca por la noche, facilita las tomas de alimentación, y en general, estar cerca para consolarle en caso que sea necesario.

Además, que el bebé duerma en su propio espacio, reduce el riesgo de SMSL.

Otra posibilidad a tener en cuenta, es usar una cuna lateral que se pueda colocar al lado de la cama.

Puedes seguir una serie de recomendaciones en el caso de compartir habitación:

 

  • Asegúrate que el colchón sea firme, y que la sábana que lo cubre esté bien ajustada.
  • Coloca tu peque boca arriba, sobre su espalda.
  • Libera la cuna o moisés de otros elementos (peluches, almohadas, mantas, colchas…)
  • No abrigues al bebé más de lo necesario. Fíjate si suda o comprueba su temperatura para comprobar si está sobrecalentado.
  • Si está acostumbrado a llevar chupete, pónlo a dormir con él. Si lo rechaza o se le cae mientras duerme, no se lo vuelvas a poner.
  • Evita otros peligros que estén al alcance del peque: cordones, cintas, objetos con esquinas…

 

Claves para ayudar a dormir a tu bebé

Es muy importante y conveniente crear rutinas para que tu peque las identifique y así le señale el final del día. De esta manera el bebé se relaja y concilia el sueño más fácilmente.

Entre las más usadas está bañarle poco antes de acostarle, leerle cuentos o historias, cantarle…. El objetivo principal es que el peque se relaje, y asocie estos momentos con el momento de dormir. 

Es importante dejar a tu bebé en la cuna cuando esté somnoliento (no dormido del todo). Es la manera más eficaz para que aprenda a dormirse solo. En caso contrario, el peque asociará mecerlo a poder conciliar el sueño. Y eso no sé si te hará mucha ilusión si se despierta mucho durante la noche…😬

No son pocos los casos en los que los bebés gimotean y lloran poco antes de dormirse. En estos casos, la mejor solución es dejarle hacer durante unos minutos. Es muy posible que deje de llorar pronto y se “autotranquilice” (a no ser que tenga hambre o esté enfermo). En el caso que se despierte durante la noche, mantén una actividad mínima (cambiarle o alimentarle) y vuelve a dejarlo en la cuna, evitando hablarle mucho o jugar con él para no desvelarle del todo.

Desafortunadamente, los trucos y consejos que funcionan para un bebé, no funcionan para otro o viceversa. Aplicar el método ensayo-error es la única forma de saberlo.  Te recomendamos, y sobre todo te animamos, a no desesperarte si a la primera las cosas no salen como las habías planeado.

Son unos meses dónde la madre de la ciencia (Santa Paciencia), será tu mejor aliada. 🙂

Y sobretodo, no te desanimes…volverás a poder dormir, ¡y del tirón!

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El babeo en los bebés: ¿le están saliendo los dientes?

Qué bonito es ver crecer a tu bebé. Ver como empieza a descubrir el mundo, sus gestos, su mirada….¡y también sus babas! 

¿Tu bebé empieza a babear de un día para otro y no sabes a qué se debe? ¿Ya te han sentenciado que es porque le salen sus primeros dientes? 

No exactamente…te lo explicamos bien, paso a paso.

El babeo: una etapa natural

¡Que no cunda el pánico! 

El babeo es una etapa natural en un bebé, sobre todo hasta el instante en el que los primeros dientes hacen acto de presencia.

Técnicamente, en un recién nacido, el inicio de la saliva es consecuencia del principio de actividad de la glándula sublingual. La cantidad de saliva es escasa en este momento.

Hasta el cuarto mes, donde la glándula parótida (o glándulas salivales)  empieza a funcionar a todo rendimiento. Esta glándula es mucho más grande que la sublingual y está ubicada en ambos lados de la cara. Eso provoca que la cantidad de saliva del peque aumente considerablemente. 

Los bebés, como toda novedad, se tienen que adaptar a la nueva situación, y como aún no saben tragarse la saliva, la van escupiendo. Y la ropita empieza a quedar inundada de babas. 

Vamos a intentar ponernos en su lugar: de golpe, se nos empieza a llenar la boca de algo que no sabemos lo que es, y no sabemos tragarlo. ¿Qué haríamos?  Escupirla de manera natural. 😉

El reflejo de tragar (deglución) es un proceso que requiere su espacio, y hasta que el peque no lo haga de manera eficaz, puede pasar un tiempo.

Además, el babeo también se debe a que el bebé solamente está entrenado para tragar comida (leche materna), pero no para tragar saliva. Así pues, el salivar también es un anticipo de la ingesta de nuevos alimentos que se producirá en los siguientes meses. 

Babeo y dientes 

Es decir, que tu peque babee grandes cantidades de saliva, no significa que se deba a la erupción de sus primeros dientes. Desmitificamos pues a tu conocido con conocimientos de dentista.😉

¿Puede ser que antes de los 6 meses aparezca algún diente? Sí, ocasionalmente puede suceder. Pero no hay una relación directa con la salivación. 

En esta fase, además, los peques empiezan a descubrirse los puños. Y como buen bebé, se los meten en la boca. ¿Y eso por qué lo hacen? Porque se entretienen, les gusta y además es nuevo para ellos. Les pasará después con los pies. Son actos reflejos de los peques, y no están relacionados con la salida de los dientes.

Se considera el babeo como una fase independiente de la dentición. Los dos fenómenos no guardan una relación directa, pero sí es cierto que se desarrollan de manera paralela en la misma etapa. Y con la salida de los primeros dientes de leche, la saliva aumenta. En este caso, las babas tienen una importante función en los bebés, ya que les ayudan a suavizar la sensibilidad de las encías.

Salivar tiene sus beneficios

Cuando hablamos de salivar, nos referimos a un proceso de humedecimiento constante en la cavidad bucal. Esto incluye la mucosa y los dientes. Este proceso beneficia el correcto proceso de tragar los alimentos. También reduce la acidez en las comidas, manteniendo el pH neutro, y protegiendo el esófago de la irritación a causa de los posibles reflujos. 

Otro beneficio importante es su función cicatrizante. Eso permite fortalecer sus primeros dientes, ya que la saliva aporta calcio y flúor.

Cuando el peque comienza a comer sólidos, la saliva contribuye a eliminar bacterias que pueden provocar caries dental. También inicia la digestión de los hidratos de carbono.

Salivar es considerado también un factor de crecimiento ya que, cuando se traga, influye en la maduración del intestino.

Cómo ayudar a tu bebé con las babitas

AYUDAR BEBE CON BABAS DIENTES

Generalmente, el babeo en un bebé dura hasta que tiene un año y medio. Es el momento en que todos los dientes ya le han salido, y puede morder y probar alimentos nuevos sin molestias.

Mientras llegue este momento, tu peque va a seguir mojando la ropita, pero podemos realizar acciones para sobrellevar este proceso:

Nuestro amigo el babero 

Los baberos son imprescindibles en esta época. Los de algodón suelen absorber mejor las manchas, pero para evitar que se manche demasiado, se pueden forrar y de este modo, limpiarse con mayor facilidad.

De esta manera podremos evitar que se moje demasiado la ropa, lo que le podría inducir a resfriados o enfriamientos. 

En Fun*das BCN tenemos distintos baberos que pueden ayudarte con todas las etapas de babitas del bebé.

Babero para newborns con tela de toalla. 

En formato bandana, para cuando están con las babitas de los dientes.

Pack de toallitas con rizo para secarle las babas.

Limpiarle las manos a menudo 

Es una acción realmente importante en esta etapa. Si tu bebé se mete las manos sucias constantemente en la boca, se pueden generar  infecciones. Cuando estéis fuera de casa, el uso de toallitas es perfecto para esta función.

Secarle el cuello 

Después de darle de comer, es muy importante secarle el cuello ya que es una zona que está húmeda todo el tiempo. El no hacerlo podría conllevar la salida de hongos.

Comida templada 

La comida muy caliente puede ser molesta para el peque, ya que tiene las encías muy sensibles. La comida templada es, sin duda, la mejor opción. 

Mordedores 

Son una opción interesante ya que le ayudará a aliviar y desinflamar las encías. Además, al ser de material suave, son aptos para que el peque pueda jugar directamente con algo diseñado especialmente para su boca.

En definitiva, el babeo forma parte del crecimiento de un bebé. Conviene estar atenta para ver como evoluciona, pero ya sabemos que no guarda relación con la aparición de los dientes. Son fases que evolucionan de manera paralela. 

Y sí, también conviene ser paciente, una vez más😉 La ropa se va a ensuciar. Solamente se trata de que no se empape. Por todo lo demás,    ¡la lavadora hará su trabajo!

 

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Crisis de sueño a los 18 meses: síntomas y soluciones

¿Una crisis de sueño a los 18 meses? ¿En serio? 

Probablemente es lo primero que has pensado cuando lo has leído. Parece que ya ha pasado lo más duro de la crianza, ¿no? 

Bueno… puede que queden algunos escollos todavía 😉. 

Y es que los lloros a media noche del bebé son fuente de muchas preocupaciones para los padres.

Los despertares repentinos pueden dar a pensar que el peque está dando pasitos hacia atrás en su crecimiento. Pero nada más lejos de la realidad: este llanto está relacionado con la propia evolución del bebé.Las progresiones que se van produciendo en el desarrollo de la criatura conllevan también alteraciones. Son comunes en todos los bebés, ya que son propios de los períodos de maduración por los que todos tienen que transitar.

Regresiones del sueño 

Las crisis o regresiones de sueño, son periodos de tiempo en que el bebé duerme peor: aumentan los despertares nocturnos, tarda mucho más en dormirse o incluso rechaza  hacer la siesta. Estos son algunos de los cambios más comunes. 

Es habitual, por tanto, que pase de dormir de manera estable a tener problemas para calmarse, siestas más cortas, o que tarde mucho más en dormirse cuando lo acostamos.

Y es habitual también que, como padres, podamos llegar a desesperarnos.

Pero que no haya pánico: son etapas de cambio habituales en el desarrollo de los bebés y están directamente relacionados con los hitos de desarrollo y las variaciones en su día a día, que acaban influyendo en la calidad del sueño. 

El bebé, en su proceso de crecimiento, va logrando dominar habilidades y conocimientos. Todos estos logros le generan una cierta excitación, un “¡mira mami, lo que sé hacer!”, que acaba repercutiendo en su sueño porque quiere ponerlos en práctica a todas horas.

¿Cómo saber que estamos ante una crisis del sueño? 

Lo normal es que llore más a la hora de dormir (tanto en las siestas como por la noche), le cueste más quedarse dormido, que no quiera hacer alguna de sus siestas o que tenga más despertares nocturnos.

Lo habitual es que estas fases duren entre 3 y 6 semanas. Sin embargo, es importante no solucionar las crisis intentando introducir nuevos hábitos, ya que existe el peligro que esos cambios se mantengan pasada la regresión.

¿Cuándo se producen las crisis? 

Los periodos más habituales de las crisis del sueño son: 

  • A los 18 meses 

La crisis del sueño a los 18 meses

A los 18 meses, la crisis del sueño de un bebé puede ser especialmente compleja.  

Más allá de una regresión del sueño, los niños a los dos años y medio o tres, empiezan a probarse a sí mismos ante nuevos desafíos y límites. Un ejemplo muy gráfico es cuando no se quieren ir a dormir cuando se les dice. El motivo es que ya han descubierto que, cuando ellos se van a la cama, la vida sigue.

Y a nadie le gusta que la fiesta siga sin él, ¿verdad?

¿Cómo identificar la crisis de los 18 meses?  

Hay varios factores que se atribuyen a esta regresión:

  • Independencia recién descubierta:  

A esta edad, los niños se vuelven muy independientes y a hacer algunas cosas solos. El aumento en su autonomía personal puede hacerles sentir más poderosos, y una de las consecuencias puede ser el negarse a dormir o a quedarse en la cama. 

Los hitos de desarrollo, es decir, el verse capaces de experimentar con desarrollos cognitivos o motrices, hacen que tengan la necesidad de repetir y practicarlos constantemente.

Esos hitos pueden comportar también un aumento en la rebeldía. Puede conllevar algún comportamiento desafiante. Esta actitud le puede llevar a rechazar sus siestas, y eso hará que esté más irritable a consecuencia de la falta de sueño. ¿Resultado? Más berrinches, más mal genio, y todos en casa refunfuñando. 

Tranquilidad: no dura para siempre. 

  • Ansiedad por separación

Es una de las características en el crecimiento de un bebé, que pueden empezar a acusar durante este periodo. El factor “pasar de la cuna a la cama”, puede ser complicado para un niño.

La mayoría de ellos ya pasaron por una primera etapa de ansiedad de separación a los 7-8 meses, y muchos de ellos vuelven a vivirla de manera más intensa alrededor de los 18 meses.

  • Salida de los colmillos

A esta edad, los dientes presionan la encía y la inflaman. Se vuelve más sensible, se hincha y enrojece, y duele.

Este dolor se puede expresar de diferentes maneras:

  • Morder objetos: llevarse a la boca cualquier cosa para mordisquearla le provoca a tu peque un alivio momentáneo. Es un intento de evitar el dolor por un momento.
  • Saliva intensa: la causa más común y también la más fácil de adivinar.
  • Está más irritable: a consecuencia del dolor, está mucho más alterado, llora más, y parece que se siente intranquilo constantemente.
  • Falta de apetito: puede ser que se muestre contrariado a la hora de comer, ya que identifica el comer con el dolor de encías y lo puede rechazar.
  • Febrícula: la salida de los dientes puede ocasionar en algunas ocasiones fiebre baja (menor de 37,5º).  La alta temperatura favorece la aparición de los dientes, pero no es una causa. Más bien al contrario, es una consecuencia.

Consejos para hacer frente a la regresión de sueño del año y medio 

  • Mantén las rutinas el máximo posible sin modificar los hábitos: no varíes en exceso la rutina de sueño. Es decisivo mantener las siestas y respetar el espacio entre ellas. Puede parecerte que, por su vitalidad, tu niño no necesita descansar y quiere dormir menos, pero lo cierto es que, si no duerme sus siestas, puede llegar a la noche excesivamente cansado, y por este motivo estará más irritable. 
  • Dale un poquito más de contención: intenta ponerte en su piel y ser más empática todavía. Lo sé. A veces cuesta. En esta (y en cualquier) edad, las necesidades emocionales se equiparan a las físicas. E incluso las superan.Es muy importante que prestes atención a sus procesos madurativos y sobre todo, intenta no forzar los tiempos.
  • Da comida extra: de forma temporal, tu peque, al experimentar grandes cambios, también siente más desgaste físico y emocional. Puedes probar a ofrecerle más comida o tomas suplementarias.
  • Establece límites: aspecto importante en general, pero más si cabe en esta edad. Empezar ahora puede significar que los “temidos dos años”, no lo sean tanto…
  • Practica con el bebé sus nuevos logros cognitivos: ayúdale a conseguir lo que quiere a base de repeticiones. Esto le  tranquilidad, y por consiguiente, puede que se duerma antes.

Aunque parece el cuento de nunca acabar, la regresión de sueño de los 18 meses es pasajera. Si antes dormía bien, volverá a sus andadas. Es muy importante no retroceder en los patrones y sobre todo, tener paciencia, mucha paciencia porque…¡todo pasa!

Al enfrentar los desafíos del sueño en los pequeños, detalles como asegurarse de elegir una colchoneta para silla de paseo confortable y adecuada para la temporada y un saco de entretiempo para silla de paseo, pueden marcar la diferencia en sus rutinas diarias.

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Cinco formas de preparar el mejor gazpacho para los niños

Hoy te traemos cinco formas de preparar los mejores gazpachos para los niños, y hacer que les guste esta receta andaluza llena de vitaminas y nutrientes. 

Y es que se acerca el veranito, el buen tiempo ya ha llegado, y apetece comer fresquito y con verduras. 

Y esto tiene un nombre: gazpacho. 

Pero la realidad es que de gazpachos hay casi tantos como casas en España, y además, existen algunas variaciones que combinan el tomate con otros ingredientes geniales para los más pequeños de la casa. 

Puedes revisar también otras recetas para tu bebé aquí.

Pero empecemos por el principio. 

¿Qué es el gazpacho y qué ingredientes lleva?

El gazpacho es una sopa fría, tradicional del sur de España (especialmente, Andalucía), que suele prepararse en los meses más calurosos del verano. 

La realidad es que, por su sencillez, sus beneficios, y su frescor, se ha convertido en un plato tradicional del verano en casi toda la península. 

Los ingredientes principales del gazpacho son el tomate, la cebolla, el pimiento, el pepino, el ajo, el vinagre y el aceite. 

A partir de estos ingredientes, hay algunas variaciones, que incluyen un poco de pan, menos agua (el salmorejo), o incluso en algunas zonas de España se le añade piñones o almendras. 

gazpacho para niños

Beneficios del gazpacho 

El gazpacho tiene muchísimos beneficios, por su alta composición en verduras y su frescor en verano. 

En concreto, los beneficios de esta sopa fría son: 

  • Es muy hidratante, por lo que es ideal en épocas de mucho calor, como es el verano, tanto en Andalucía como en el resto del país. 
  • Se trata de una sopa con una gran cantidad de antioxidantes, ya que el tomate es rico en vitamina C, A y licopenos (una sustancia que tiene un efecto antioxidante, y que además protege de enfermedades cardiovasculares). 
  • Se mantienen muy bien todos los nutrientes de sus verduras, ya que se trituran en crudo. 
  • Aumenta las defensas. Su contenido en ajo hace que las defensas de tu peque se refuercen ante posibles bacterias y virus, y ya sabemos que esto siempre es bueno… 
  • Prolonga el bronceado y protege la piel del sol. El tomate, el ingrediente estrella del gazpacho, contiene carotenos, que activan la melanina de la piel, lo que da un color saludable, y protege del sol.

 

Cinco formas de elaborar gazpacho con niños

Ahora que ya has visto que el gazpacho es sanísimo para los peques (y los no tan peques), te damos cinco ideas para elaborar est a sopa fría y que triunfe entre los más pequeños de la casa. 

Gazpacho tradicional

Empezamos por el gazpacho tradicional. Los ingredientes son los que hemos comentado: tomate, pimiento, pepino, cebolla, ajo, aceite, vinagre, sal y agua. ¿Las proporciones? Estas de aquí: 

  • 1 kilo de tomates.
  • 50 gramos de pimiento verde.
  • 50 gramos de pimiento rojo. 
  • 70 gramos de pepino. 
  • 1 o 2 dientes de ajo. 
  • 40 gramos de cebolla. 
  • 50 gramos de aceite de oliva. 
  • 25-30 gramos de vinagre (o al gusto).
  • pizquita de sal.
  • Entre 250 y 500 mililitros de agua (dependerá de cómo os guste de líquido). 

Las instrucciones son sencillas. Hay que cortar toda la verdura a trozos para que la batidora, o túrmix o la trituradora que uses pueda con ello. Se tritura toda la verdura, junto con el vinagre y la sal durante 3 minutos. 

Luego añades el agua, trituras dos minutos más. Por último, añade el aceite de oliva. Se añade al final para que el gazpacho mantenga su color rojizo. 

Gazpacho de sandía

En esta variación del gazpacho, se le añade sandía para darle un toque todavía más fresco. Se trata de un gazpacho mucho más suave que el tradicional (tanto de textura como de sabor) , y suele gustar mucho a los niños. 

La mayoría de recetas sustituyen la mitad del tomate por sandía, aunque al final, lo mejor es probar qué proporción es la que más se ajusta a vuestros gustos.

Gazpacho de cereza

Esta variación también es muy especial por el toque dulce que le añade la cereza al gazpacho. 

En el caso de los niños, además, tiene el incentivo de que se ensucian muchísimo las manos con las cerezas, y esto siempre es un gran aliciente para los peques. 

En este caso, la receta incluye el doble de tomate que de cereza, por lo que puedes optar por 600 gramos de tomate y 300 de cereza. 

Como siempre, deja que tus peques prueben a ver cuál es la proporción que más les gusta.

Gazpacho de fresa

En este gazpacho, el ingrediente sorpresa es la fresa. Se trata de un gazpacho que también tiene un toque muy fresco, aunque algo más ácido que el gazpacho de cereza o el de sandía. 

En este caso, como en el gazpacho de sandía, la mayoría de recetas de esta sopa fría incluyen la mitad de tomate y la mitad de fresa, aunque como siempre, puedes modificarlo para encajar con los gustos de tus hijos.

Gazpacho… hecho por tus peques 

Al final, cualquier gazpacho que decidas hacer con tus hijos será especial porque ellos habrán participado en la elaboración. 

Una forma genial de conseguir que tus peques coman verduras y hortalizas es integrarles en el proceso de cocinado. 

Esto suele funcionar, pero en el caso del gazpacho es especialmente efectivo, porque pueden participar en todo el proceso: no hay nada que queme, casi no hay que cortar o pelar, y dependiendo de la edad, pueden incluso decidir ellos mismos cuáles serán las proporciones y experimentar con sabores y texturas.

Recuerda que tanto el gazpacho como el resto de recetas que hagan tus peques suelen ensuciar bastante… te irá bien tener a mano una buena funda para tu trona.

 

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Cómo saber el color de los ojos de tu bebé

Saber de qué color va a tener los ojos el bebé que esperas es una de las grandes incógnitas cuando quedan pocas semanas para el nacimiento. 

Muchas personas de tu entorno seguramente te hacen el comentario, y si en la familia existen ojos claros, probablemente todos se pregunten si el peque va a heredar el color claro en sus ojitos. 

Pero… ¿Es posible realmente predecir el color de ojos de tu bebé antes de que nazca?

de qué color tendrá los ojos el bebé

La respuesta no depende de un solo factor, pero sí que podemos saber cuáles son las probabilidades de que tu hijo tenga los ojos claros u oscuros.

¿Cómo? 

Las leyes de Mendel de la genética

Aunque parezca que nos vamos a poner muy técnicos, te lo contaremos lo más sencillo posible. Las leyes de Mendel son unos principios basados en la genética que intentan explicar cómo se produce la herencia de determinadas características de padres a hijos. 

Lo que nos contaron de genética en la escuela

Lo más probable es que en la escuela te explicaran las leyes de Mendel con el ejemplo de los ojos. Si un padre tiene los ojos azules y una madre los tiene marrones, ¿de qué color va a tener los ojos su hijo? 

Alelos recesivos y alelos dominantes

En genética “básica”, se explica que hay unos alelos que son recesivos (solo se transmiten si vienen por parte de madre y de padre) y otros que son dominantes: se manifiestan solo aunque haya información genética por una parte. 

Ejemplo: Si una persona tiene los ojos azules, tiene información genética azul  por parte de la madre y azul por parte de padre. El alelo “azul” es recesivo. El alelo “marrón” es dominante, por lo que si la información genética que viene por parte de madre es de “color marrón”, y por parte del padre es de “color azul”, el niño va a tener los ojos de color azul.  

Vamos a imaginar un caso. 

Padre: ojos azules (tiene información azul+azul). 

Madre: ojos marrones (tiene información azul+marrón). 

Posibilidades de color de ojo del peque: 

Madre: gen azul Madre: gen marrón
Padre: gen azul Bebé ojos azules Bebé ojos marrones
Padre: gen azul Bebé ojos azules Bebé ojos marrones

 

Es decir, en este caso, tendría un 50% de posibilidades de tener los ojos azules. 

Parece fácil, ¿verdad? 

Pues no es tan sencillo. 

Los genes que determinan el color de los ojos de tu bebé

A la hora de determinar el color de ojos de tu bebé, hay dos cromosomas que son los responsables de determinar el color: el número 15 y el número 19. 

En el cromosoma 15 hay estos alelos que comentábamos anteriormente, en color marrón y azul (pero solo lleva una de estas dos informaciones, o la información azul o la marrón). 

Y en el cromosoma 19, los alelos posibles son el verde y el azul. 

Si en el cromosoma 15 hay alelo marrón, pero en el 19 hay el azul, lo más probable es que el color de ojos de tu bebé sea marrón… Aunque también podría ser azul. 

Solo hay la seguridad de que los ojos serán claros si tanto en el cromosoma 15 como en el 19 hay el alelo azul.

como saber el color de ojos del bebe

Lo que no nos contaron en la escuela sobre el color de los ojos

Además de los alelos, el color de los ojos depende de unos pigmentos que se producen en el iris, los melanocitos (también son las que dan el color de piel y del pelo). 

Estos melanocitos producen dos pigmentos distintos: uno marrón-negro (eumelanina), y otro rojo (fenomenalina). 

En los ojos oscuros, predomina la eumelanina, mientras que en los ojos claros, hay muy poco pigmento (ni uno, ni otro). El pigmento azul no existe, sino que los ojos azules se deben a unas fibras de colágeno blanco en el iris, que dispersan la luz y hacen que se vea azul. 

Por lo tanto, los distintos tonos de ojos azules, verdes y grises vienen dadas por el grosor y la densidad del iris. 

¿El color de ojos al nacer es definitivo?

Después de todas estas cábalas, y de haberte hecho aprender genética para determinar qué color de ojos tendrá tu bebé, vamos a contarte algo al oído: su color de ojos puede cambiar en los primeros meses, e incluso años. 

Los bebés nacen con un color de ojos (habitualmente gris o azul) que puede cambiar en los primeros seis meses de vida, o incluso más. 

Los melanocitos

Teniendo en cuenta que los melanocitos que hemos mencionado responden a la luz, un bebé puede tener los ojos grises o azules cuando nace porque en el útero no había luz: en cuanto se exponga a más luz, el color de los ojos puede cambiar.

Esto puede darse con los meses, o incluso en años. 

Si estos melanocitos segregan un poco más de melanina (solo un poco), puede que el bebé mantenga los ojos azules.

Dado que los melanocitos responden a la luz, un bebé puede tener los ojos grises o azules al nacer porque no hay pigmento y ha permanecido en un útero oscuro hasta el momento del nacimiento. A medida que se exponga a más luz, el color de sus ojos puede cambiar con los meses (e incluso los años). 

 

Si los melanocitos solo secretan un poco más de melanina, el bebé puede acabar teniendo los ojos azules. Si segregan algo más, sus ojos serán verdes o marrón claro. 

Finalmente, los niños con ojos marrones son resultado de melanocitas que secretan mucha melanina.

¿Cuándo sabremos el color de ojos definitivo del bebé? 

El cambio de color depende mucho de cada bebé, aunque lo habitual es que a partir de los seis meses se ralenticen estos cambios. En algunos casos, hay niños que incluso después del año de vida siguen cambiando el color.

 

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Cuándo ofrecer chupete a los bebés

¿Cuándo ofrecemos chupete al bebé? Puede que incluso te preguntes si es necesario darle consuelo con el chupete o mejor usar otros métodos. 

Decidir darle o no el chupete a tu bebé es una decisión que debe tomarse informándose bien de todos los pros y los contras. 

Y es que el llanto del bebé puede ser algo complicado de gestionar, sobre todo las primeras semanas o cuando somos padres primerizos. Oír a un bebé llorar es desgarrador, y al no saber qué hacer para calmarlo, se le suma un hecho biológico curioso: el llanto del bebé está hecho “biológicamente” para molestar. 

Es decir, la supervivencia del cachorro depende de que sus padres le atiendan, por lo que es algo casi insoportable, y necesitamos -tenemos el instinto- de acallarlo. De hecho, existe incluso un estudio en una revista científica que certifica que los humanos aguantan mejor el ruido de un martillo neumático o de un avión en vuelo rasante que el llanto de un niño desconsolado. 

Por lo tanto, es lógico que busques calmar al bebé, acallar este llanto, por distintos métodos. Más allá de los brazos, de acunar al bebé, de darle pecho, de ofrecerle alimento, o cantarle, el chupete es otra forma de calmar al bebé. 

Ventajas e inconvenientes del chupete

A la hora de tomar la decisión de darle el chupete al bebé, es importante sopesar los pros y los contras de esta decisión. 

Ventajas de dar el chupete al bebé

El chupete ofrece calma cuando el bebé se encuentra agitado o llora. El hecho de succionar ayuda a los bebés a calmarse. 

El chupete ayuda a calmar el dolor, especialmente en casos de dolor de oído, o cuando los bebés empiezan con la dentición, ya que el hecho de poder chupetear el chupete o incluso morderlo, les aporta tranquilidad. 

Ayudan a viajar en coche en casos en los que los niños no se sienten cómodos, y en el avión son una gran ayuda para mejorar las molestias del oído típicas en el despegue y aterrizaje. 

Algunos estudios certifican que reduce el riesgo de muerte súbita en los bebés. 

Inconvenientes de dar chupete a un recién nacido

Puede interferir en la lactancia materna. Si se da un chupete demasiado pronto, o cuando todavía no está la lactancia establecida, puede causar confusión en el bebé, ya que la succión de un chupete no es igual a la succión utilizada para el pecho materno. 

Puede ser difícil de dejar. Hay niños que dejan el chupete cuando están preparados para ello sin ningún problema, pero en algunas ocasiones, puede suponer todo un reto. 

¿Cuándo se puede ofrecer el chupete a los bebés? 

Ya hemos visto que el chupete es una opción para calmar al bebé imitando la succión que este hace en el pecho materno. Pero en muchas ocasiones surge la duda de si se puede ofrecer el chupete nada más nacer. 

Lo ideal es que el chupete sea una forma de consuelo sustitutivo del pecho materno, y en caso de que se opte por la lactancia materna, que se ofrezca el chupete cuando ya esté establecida. 

La mayoría de recomendaciones de pediatras están entre las 4 y las 5 semanas, pero la clave a la hora de cómo y cuándo ofrecer el chupete al bebé es si la lactancia ya está establecida. 

¿Cómo saber que la lactancia ya se ha establecido para poder dar chupete?

Habitualmente, se considera que la lactancia está establecida alrededor del mes de vida, pero en algunos casos puede alargarse algo más. 

Normalmente, se considera que la lactancia está establecida cuando no sientes ningún tipo de molestia al amamantar, y el bebé va aumentando de peso de forma normal. 

Si hay dolor o grietas en los pezones, algo todavía no está funcionando del todo bien, por lo que la lactancia no está establecida y es mejor no dar el chupete todavía. 

Cuando dar el chupete en bebés con lactancia artificial

En el caso de los bebés que se alimentan con lactancia artificial, la decisión de dar o no el chupete corresponde a los padres, que deberán sopesar pros y contras. En estos casos, la succión no nutritiva de los bebés, que normalmente la hacen al pecho materno, se suple usando un chupete. 

La Asociación Española de Pediatría recomienda que en casos de bebés amamantados artificialmente se ofrezca el chupete, ya que son bebés con más riesgo de síndrome de muerte súbita, por lo que el chupete puede ayudar a reducirla. 

A qué edad hay que dejar el chupete

El chupete es un consuelo que damos al niño y que permite descansar a los padres. Lo damos los padres, y deberían ser los hijos los que decidieran cuándo dejarlo. 

En ocasiones, el entorno nos dice que “debería dejar el chupete”, o que ya es mayor para ir con el chupete o el dedo en la boca. 

La realidad es que la época para dejar el chupete es entre los dos y los tres años, pero cada niño es un mundo. No hay que obsesionarse con la fecha y la edad del niño, ni tomar decisiones drásticas. 

Si el uso del chupete es “normal”, y lo usa en momentos concretos y no como una constante, y si no hay un apego excesivo (no poder salir de casa sin él), está bien que le dejemos un tiempo para que vaya acostumbrándose a dejarlo. 

 

En definitiva, el chupete es un gran consuelo para el bebé y una ayuda para los padres. Dárselo o no, y en qué momento empezar a dar un chupete a un bebé es una decisión que deberán tomar los padres de forma informada. Si quieres darle un chupete a tu peque, aquí puedes ver algunos

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¿Cómo vestir a tu bebé las primeras semanas de vida?

¿Cómo debo vestir a mi bebé esas primeras semanas de vida? La gran pregunta. ¡Tápalo, que el bebé tendrá frío! ¡Ay por Dios, este niño está sudando, tiene calor! Estos son solo dos de los 327 comentarios que sueles recibir sobre cómo abrigar (o no) a tu recién nacido. Y es que vestir a tu bebé las primeras semanas de vida es toda una odisea. 

Ten clarísimo que, hagas lo que hagas, alguien te va a cuestionar. Seguro que no con mala fe, pero todo el mundo tiene su opinión, y al final, parece que vestir a un recién nacido es algo para lo que hace falta un máster. 

Por eso, hoy te damos algunos consejos (más allá de comentarios de vecinas) sobre cómo puedes optar por vestirle. 

Vestir a un recién nacido… ¿con qué talla? 

Si estás en esta etapa tan maravillosa de comprar ropita, seguro que te encanta ver lo pequeñina que es, imaginarte al bebé con esta primera puesta en sus primeros días de vida… 

Pero sí, en las tiendas puedes encontrar dos tallas: la cero meses, o la 1 mes. Incluso algunas marcas te ofrecen la 1-3. 

La cero meses está indicada para bebés recién nacidos, para primeras puestas. Pero… suele ser para 50 centímetros. Muchos bebés nacen justo con esa medida, e incluso algunos, más largos. 

La recomendación es que optes ya por la talla 1 mes, que equivale a 56 centímetros, y te aseguras de que le vaya bien. 

La mejor primera puesta para un recién nacido

Aunque a veces es difícil decidirse por un conjuntito u otro, la primera puesta es un conjunto de pelele y camisa, body y pantalones, o cualquier otra combinación, para ponerle al bebé el día de su nacimiento. 

Se trata de un conjunto que hace mucha ilusión comprar o regalar, pero que en muchas ocasiones genera dudas: ¿el niño abrigado, si es invierno? Y si es verano, ¿abrigado igualmente, porque es un bebé? 

Despejamos dudas en el artículo, pero antes, debes saber algo: en las primeras horas (e incluso días) de vida del bebé, la mejor “ropa” para él es estar piel con piel con sus padres. Es una forma natural de regular la temperatura.

Pero volviendo a las piezas de ropa…¿Cómo saber cómo vestir a un bebé según el tiempo?

La ropa del bebé nacido en verano

Vestir a un recién nacido en verano es algo más sencillo que en invierno. De todas maneras, aunque tu peque esté previsto para pleno agosto, las primeras mudas se suelen recomendar de manga larga y pantalón largo. 

Cuando el bebé acaba de nacer, todavía no es capaz de regular por sí solo la temperatura -por eso le gusta tanto estar acurrucadito junto a sus papis- por lo que es mejor que tenga ropa que le cubra. 

(Que le cubra, no hace falta vestirle como un esquimal). 

En cuanto hayan pasado las primeras 24-48 horas, el bebé ya es capaz de regular la temperatura por sí solo, y aunque sea impopular, no hace falta taparle más que a un adulto. 

La realidad es que, a pesar del miedo de todas las abuelas a que sus nietos se enfríen, es mucho más habitual (y peligroso), que se “recalienten”. Si tu bebé suda mucho, aquí puedes encontrar recomendaciones.

Cómo vestimos a un recién nacido en invierno

En el caso de los bebés que nacen cuando hace frío, la norma es la misma. Las primeras horas de vida del pequeño, hay que abrigarlos algo más que a un adulto. Eso sí, si se hace piel con piel con los padres, no hace falta poner ropa, la piel de los papis ya va a regular su temperatura. 

Una vez pasadas las primeras 24 horas, la consigna es la misma que en verano: el bebé tendrá el mismo frío o calor que tengamos nosotros, no hay que ponerle más capas de ropa. 

Cómo vestir a un recién nacido para dormir

Otro momento crítico en la vida de unos padres (sean primerizos o no) es el poner a dormir la criatura. Y no hablo solo del misterio sobre si dormirá bien o no, sino de cómo vestir al recién nacido durante la noche. 

¿El pijama debe abrigar? ¿Hay que tapar con mantas? ¿Mejor usar un nórdico? ¿O un saco de cuna? 

La realidad es que el bebé debe estar en una habitación con una temperatura confortable, no excesiva, entre unos 20 y 22 grados, y la forma de abrigarlo debe ser con ropa holgada y cómoda, según la Asociación Española de Pediatría. 

Sea como sea, una de las recomendaciones clave es la de usar fibras naturales, y suaves, como el algodón (puedes ver aquí nuestros sacos y sábanas para moisés, capazos y cunas).

Además, es importante que la ropa de dormir se acople perfectamente, que la sábana bajera quede bien ajustada al colchón y que las sábanas superiores estén bien fijadas para evitar que nada le cubra la cabecita. 

Si hacéis colecho, las mismas recomendaciones aplican: vigilar que la ropa no le cubra por completo, y que el niño lleve un pijama de algodón o suave. 

En casos de colecho, hay que tener en cuenta que la temperatura aumenta al estar en contacto con los padres. 

¿Qué ropa llevarse para el recién nacido al hospital?

A la hora de elegir la ropa para los primeros días de tu bebé, puedes seguir las recomendaciones que te hemos dado más arriba, y llevarte las primeras mudas al hospital o al lugar en el que hayas decidido parir

Es importante que pienses en llevarte varias mudas, e incluso que lleves primeras puestas de distintas tallas, para tener alternativas si tu bebé nace grandote o pequeñín.

 

En definitiva, a la hora de vestir a tu bebé las primeras semanas de vida, vas a recibir mil consejos, y todos ellos contradictorios. Usa el sentido común, y disfruta mucho de esta primera etapa. 

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Los despertares nocturnos del bebé. Por qué se despierta y qué puedes hacer

Tu bebé se despierta a menudo por las noches, has probado a darle el pecho, pasearlo, cantarle y cuando el cansancio te puede y se agota la paciencia, optas por acabar durmiendo con él.

Muchos padres pasan por esta situación y se desesperan cuando ya no se les ocurren más ideas para conseguir dormir a su peque. Y es que disfrutar de un sueño reparador es una necesidad vital para todos. 

despertares nocturnos por que ocurren

En ocasiones, es algo puntual, como con la crisis del sueño de los 8 meses, o la regresión de los 4 meses.

Que tu bebé descanse de forma correcta y duerma las horas necesarias es fundamental para su buen desarrollo y bienestar. Y no sólo el suyo. Si tu bebé no duerme, vosotros tampoco lo hacéis y eso afecta a la salud de toda la familia.

 

Conseguir que tu pequeño se despierte menos por las noches es posible introduciendo en su rutina hábitos de sueño saludables 😴.

 

Vamos a ver porqué se producen los despertares nocturnos y qué podemos hacer para corregir esa situación.

Factores que provocan los despertares nocturnos

 

Cada bebé es diferente y sus necesidades de sueño también lo son. Lo importante es que conozcas el carácter de tu peque para saber qué puede necesitar en cada momento y actuar en consecuencia.

 

De todas maneras, muchos despertares nocturnos se dan por alguna de estas causas:

 

  • Porque están demasiado cansados y no hacemos caso a sus señales de cansancio cuando es el momento.
  • Sus ventanas de sueño son inadecuadas. Las ventanas de sueño es el rato que tu bebé tiene que pasar despierto entre siesta y siesta.
  • No tiene una rutina estable.
  • Tienen demasiadas muletillas (pecho, brazos, biberón…) y no conseguimos que duerman de forma autónoma.

 

Cómo reaccionar ante los despertares nocturnos

 

Es normal que aparezca en ti el cansancio y los nervios cuando tu bebé llora y no quiere dormir. En esos momentos, aunque cueste mucho, es importante no perder la calma, que ellos no noten que lo que queremos es que se duerman de una vez, porque se pondrán más nerviosos.

como reaccionar despertares nocturnos bebe

Si te ocurre, sal de la habitación tú sola, cuenta hasta 10, relájate y entra de nuevo tranquilamente para acompañar a tu bebé y volver a empezar.

 

Y aunque parezca obvio, cuando se despiertan en mitad de la noche y nos despiertan…paciencia 😅. Enseñarles a dormir solos requiere de mucha paciencia, constancia y amor.

 

Qué podemos hacer para mejorar la situación

 

Para conseguir que tu bebé duerma seguido y descanse de forma adecuada, será necesario establecer hábitos de sueño saludables. Crear una rutina e incluso un ritual a la hora de acostarlo te ayudará mucho y favorecerá la calidad de sueño de tu peque

 

Si siempre sigues el mismo ritual (por ejemplo, baño, masaje y pijama, cena, mimos y a dormir), el bebé poco a poco aprenderá a dormir solo y se despertará menos. 

mejorar despertares nocturnos bebes

 

También es importante que se duerma en el mismo sitio donde va a dormir toda la noche, porque si no volverá a reclamar el sitio donde se haya dormido, ya sea en brazos, en el coche, al pecho, etc. Si se despierta y te necesita a su lado, quédate sentada y ve reduciendo el contacto poco a poco. 

 

Y si se despierta y pide tomas, analiza si realmente es por hambre y si no es así, intenta que no se duerma con ellas. Si rompes esa asociación, el bebé lo irá entendiendo poco a poco e irá asumiendo los cambios hasta que lo puedas dejar despierto en la cuna.

 

La clave es estar ahí siempre que te necesita, dándole confianza y transmitiéndole señales de calma para que esté tranquilo ❤️.

 

Asesoras de sueño infantil. ¿Cuándo necesito contactar con ellas?

 

Si no consigues que tu bebé concilie el sueño y ya no sabes qué hacer, quizá sea buen momento para contactar con una asesora de sueño infantil. Lo ideal es hacerlo a partir de los 6 meses, porque antes son muy pequeñitos y su sueño muy inestable. Puedes ir introduciendo las pautas que tú consideres desde recién nacido, pero siempre teniendo en cuenta este dato.

 

Puedes contactar con una asesora de sueño si tu bebé:

 

  • Sólo se duerme en brazos, en el pecho/biberón o en el coche.
  • Tiene innumerables despertares nocturnos.
  • Se duerme llorando.
  • Tiene desvelos nocturnos de 1h.
  • Dormía bien y ahora ya no.
  • No sabes cómo pasar a tu bebé a su habitación.
  • Se despierta muy pronto (6:00h) y ya no se vuelve a dormir.
  • En el poco tiempo de sueño tiene pesadillas y está inquieto.
  • Durante el día no consigue hacer siestas de calidad (más de 30 minutos).
  • Está agotado y malhumorado al final del día.
  • Has consultado libros, Internet, madres, suegras y has probado todos sus consejos.
  • Si con toda la sabiduría popular, sigue sin mejorar y ya no sabes qué hacer.

 

Desde Duermebel podemos ayudarte antes de que la situación se vuelva insostenible y afecte al bienestar familiar. Creamos contigo un plan de sueño adaptado a las necesidades de tu bebé, respetando tu forma de crianza y desde el amor y el cariño, para que no sufra él ni vosotros. 

 

Queremos ofrecerte esa ayuda tan necesaria para que tu bebé concilie un sueño plácido tranquilo y reparador. Y así todos podáis volver a descansar. 

Post escrito por Belén, coach de sueño infantil en Duermebel.

 

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Los 21 beneficios más TOP de tener una mascota en una casa con niños

Muchos se preguntan si realmente es beneficioso para los más pequeños de casa el hecho de tener una mascota. Tener un animal de compañía suele ser una fuente de alegrías en casa, tanto si hay niños como si no los hay. 

Pero, en concreto, ¿qué beneficios les aportan a los niños convivir con mascotas? 

Si te estás planteando adoptar una mascota, o si ya tienes mascota, y ahora estás embarazada, te interesará saber cómo presentar bebé y mascota cuando llegue el día

En este artículo vamos a ver las ventajas que supone tener en casa conviviendo a los peques con estos peluditos (o no, que las tortugas también son mascotas y no tienen pelo 😉).

 

Ventajas emocionales para los niños que conviven con una mascota

Convivir con un perro o un gato suele ser beneficioso para cualquier persona, niño o adulto, pero en el caso de los niños, los animales domésticos les ayudan muchísimo en su desarrollo social y en la gestión de sus emociones. 

beneficios de mascotas en niños

1. Ayudan a socializar a los peques. El hecho de salir a pasear con el perro (por ejemplo), les facilita su socialización, incluso a niños tímidos. 

2. Acariciar y estar en compañía de perros genera serotonina, lo que hace que la sensación de felicidad sea mayor. 

3. Contribuye a mejorar la empatía de los niños. Cuando crean un vínculo afectivo con los animales, es más sencillo entender también los sentimientos de otras personas a su alrededor. 

4. Reducen el estrés. Hay estudios que han certificado que los niños que juegan a diario con animales tienen menos riesgo de padecer ansiedad, estrés o depresión.

5. Les ayudan a comprender mejor ciertos temas complicados, como la reproducción o la muerte. 

6. Reducen la agresividad. En niños con este tipo de problemas, el hecho de tener que enseñarle a su mejor amigo cómo comportarse, les hace tener que bajar ellos el ritmo y la agresividad.

7. Ayudan a calmar a los niños, incluso ante situaciones de estrés, como la vuelta al cole (o el primer día, para los más pequeños). De hecho, la Fundación Affinity organizó un proyecto con perros de terapia para hacer más fácil la vuelta a la escuela, y que los niños llevaran mejor la separación con sus padres. Fue un éxito.

8. Elevan la autoestima. Diversos estudios llevados a cabo por la Universidad de Miami y la de San Luis, en Estados Unidos, demostraron que los niños dueños de mascotas obtuvieron mejores indicadores en cuanto a la autoestima y la soledad. 

9. Genera responsabilidad en los niños. Al ser partícipes del cuidado de las mascotas (paseos, comida, juegos, etc) aprenden a hacerse responsables de determinadas cosas, adaptadas a su edad. También pueden ayudarte a limpiar las fundas y la camita de tu perro o gato

10. Aumenta el tiempo compartido en familia: pequeños momentos, cómo sacar a pasear al perro, o jugar con el gato en casa, implican reunir a la familia gracias al animal doméstico.

11. Algunos estudios han demostrado que convivir con perros aumenta la creatividad, la curiosidad y la capacidad de aprendizaje en los niños.

12. Otros estudios han relacionado el hecho de tener un acuario en casa con la disminución de los niveles generales de ansiedad de los niños (y sus familias).

 

Beneficios físicos de la convivencia entre niños y mascotas

Además de los beneficios emocionales, que los niños convivan o pasen tiempo con animales domésticos como perros, gatos o tortugas ayuda también en el plano físico. 

13. Refuerzan el sistema inmunológico. Muchos estudios han demostrado que tener una mascota alrededor de los niños es muy beneficioso porque refuerza el sistema inmunitario de los niños. De hecho, la exposición de los peques a las partículas de caspa de las mascotas y los bichitos que estas traen a casa potencian el desarrollo inmunológico en los bebés.  

14. Menos problemas respiratorios (y de menor importancia). Los estudios han demostrado que los bebés que conviven con perros y gatos tienen menos enfermedades respiratorias, y cuando las tienen, requieren de menos medicación. 

15. Reducen el sedentarismo. El hecho de que tus hijos convivan con una mascota, suele implicar tener que pasearla (si es un perro) o jugar por casa con ellos, si es un gato u otro animal doméstico, lo que promueve un estilo de vida activa. 

16. Mejoran la destreza motora. Los niños que tienen mascotas en casa suelen desarrollar una destreza motora más elevada que los que no. 

17. Menos alergias. De la misma forma que la convivencia con animales mejora el sistema inmunológico, también hace a los niños menos propensos a sufrir alergias. 

18. Ayudan a reducir peso (a niños que lo necesitan). Tener un perro es una buena manera de “autoobligarse” a salir a pasear y hacer así, algo de ejercicio.

19. Previenen enfermedades cardíacas. Según algunas investigaciones, hay una relación entre vivir con un perro y tener mejores niveles de presión arterial, de colesterol y menor incidencia de obesidad.

20. Reducen niveles de azúcar en sangre. Por la misma razón que ayudan a prevenir enfermedades cardíacas, tener un perro en casa también ayuda a mantener controlados los niveles de azúcar en sangre, y además, puede incluso detectar cambios bruscos. Hay perros que acompañan a niños con diabetes, y que detectan subidas de azúcar (hiperglucemias) o bajadas de azúcar (hipoglucemias).

21. Desarrollo de las habilidades de caminar. Cuando los bebés empiezan a aprender a caminar, tener una mascota cerca que se mueva y les ponga a prueba, es un gran motivador para seguir avanzando en su desarrollo.

Si tienes una mascota en casa, ya sabrás que la relación con los niños es muy bonita, y seguro que habías detectado alguno de los beneficios de que convivan animales domésticos y bebés. 

Si además, le pones a tu mascota una de nuestras camas con fundas impermeables, evitarás malos olores y tendrás siempre limpio el sitio de tu peludín.

Cuéntanos, ¿qué es lo mejor de tener niños y mascotas en casa?

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