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All Posts By Cristina Fuertes

Cómo lograr que tu hijo duerma solo en su propia habitación

Es uno de los primeros logros en un niño. Dormir solos es un hito fundamental en el crecimiento de un niño (y en la tranquilidad de las madres y padres 😉).

Generalmente, nos sentimos más confortables y protegidos cuando dormimos en compañía. Si lo entendemos así como adultos, es fácil comprender que para los niños, el hecho de pasar de dormir con sus padres a hacerlo solos es un paso muy importante y significativo

Además, el proceso es muy variopinto. Cada niño tiene el suyo propio, variable en función de su desarrollo y su entorno familiar. La rutina del sueño depende de muchos factores: hábitos, regresiones, miedos…Cada niño tiene su mundo interior, y es muy importante tratar de comprenderlo.

Los peques tienen que desarrollar su madurez sensorial y emocional. Dormir en su propia habitación es un avance fundamental en este aspecto. Guarda una relación directa con su desarrollo psicoemocional y con la calidad de su descanso. 

cómo conseguir que tu hijo duerma solo en su habitacion

3 motivos por los cuales es recomendable que tu hijo duerma solo en su habitación (cuando sea el momento)

Es una realidad que no hay una edad concreta ni específica para que tu hijo empiece a dormir solo. Cada niño tiene una necesidad emocional y grado de madurez personal e intransferible.

Sí es cierto que hay muchos estudios que insisten en los beneficios que un niño obtiene si duerme solo desde una edad temprana:

  1. Independencia: los peques que duermen solos en su propia habitación, tienden a ser más autónomos desde una edad temprana. Es un logro que ellos valoran mucho y al mismo tiempo potencian un sentimiento de autoestima y confianza en sí mismos. 

Además, si se crea este hábito desde que tienen la madurez para conseguirlo, identifican muy pronto cuál es su lugar para dormir y eso les genera seguridad. 

  1. Menos despertares nocturnos: varios estudios han comprobado que si los niños reposan en su propia habitación, duermen más tiempo ya que se sufren menos interrupciones del sueño.
  2. Mayor descanso y de más calidad: los estudios también indican que compartir habitación con los peques conlleva menos calidad del sueño y menos horas reales de descanso.

El reto de dormir solo

El proceso de conciliar el sueño es único. No hay dos iguales. 

Por este motivo es importante proporcionar seguridad al peque y resolver todas las dudas que pueda tener siempre que sea posible.

Tienes que tener en cuenta que dormir solo significa un salto importante en su desarrollo, ya que conlleva una separación. Va más allá del simple hecho de dormir. Es el primer contacto del niño con la soledad, y el reto consiste en que consiga valorarla y así sentirse reconfortado. 

El peque tendrá que buscar formas de relajarse pensando en lo que ha hecho durante el día, ir bajando el ritmo hasta conseguir quedarse dormido.

Otra opción para que tu hijo empiece a dormir solo en su propia habitación es que tú le acompañes hasta que se quede dormido. De esta forma, el reto de dormir solo es más asequible, y poco a poco, podéis ir consiguiendo que sea él quien consiga dormirse solo.

cómo conseguir que tu hijo duerma solo

La gestión de los miedos nocturnos

Acostumbrarse a quedarse solo a oscuras, en ocasiones no es tarea sencilla. Muchos niños al principio sienten cierto temor, en buena parte por la falta de protección ante lo desconocido. Por eso, es tarea de los adultos ayudarles a afrontar este reto.

A los 2 o 3 años de edad, los peques empiezan a desarrollar mucho más la imaginación y, en consecuencia, los miedos nocturnos pueden estar más presentes. Los niños no pueden comunicar a esa edad exactamente lo que sienten, y la manera que tienen de demostrarlo  es querer volver a dormir con los padres.

Es muy importante que ante tal situación, intentemos resolverla quedándose en su habitación hasta que se tranquilice. Es igualmente conveniente tratar de abordar el tema con el peque al día siguiente, aunque el niño ya no esté tan asustado.

Un proceso que les puede servir de mucha ayuda es incentivarlos a que realicen su rutina ellos solos: lavarse los dientes, desvestirse y ponerse el pijama…tomar acción les ayudará a rebajar el miedo nocturno.

7 consejos para ayudar a tu peque a dormir solo en su habitación

  1. Prepárale el terreno: asegúrate que el peque haya hecho la digestión de la cena, evita que haga actividades que lo estimulen (tanto físicas como mentales) o crea un ambiente agradable (cama, temperatura, entorno). 

Los peques necesitan sentir su habitación como un espacio seguro para estar tranquilos. Es importante asegurarse de que usan la cama solamente para dormir, y no para jugar.

  1. Ayúdale a afrontar miedos: crear hábitos de contarle un cuento, dibujar o escuchar música pueden ser de gran ayuda, sobre todo al principio. Se trata de ir detectando cuales son los motivos que al peque le provocan inquietud.
  2. Crea rutinas: durante el día es importante que las horas de despertarse, comer, las siestas, y también la hora de acostarse sean lo más regulares posible. También la hora de bañarse, de lavarse los dientes, de ponerse el pijama y finalmente, de meterse en la cama. 
  3. Evita que vuelva a tu cama (siempre que sea posible): los despertares nocturnos pueden ocasionar una necesidad irrefrenable que el peque quiera volver a tu cama. Lo ideal en estos casos es intentar calmarle siempre en su cama, para evitar que vuelva a adquirir hábitos pasados, lo que supondría un parón en su desarrollo. Ojo, si esto ocurriera, no pasa nada. Simplemente hay que seguir acompañándole.
  4. Objetos favoritos: siempre que sea para que le ayude a tranquilizarse, puede dormir con aquel objeto que quiera más: peluches, atrapasueños, juguetes…Si el peque se siente más confiado y confortable, será una buen apoyo.
  5. Refuerza su autonomía: anímale a realizar actividades propias de su edad: comer, vestirse, hacerse la cama…Si se acostumbra a realizar estas actividades solo, es probable que se acostumbre más rápido a dormir también en soledad.
  6. Crea vínculos positivos durante el día: para conseguir que la separación por la noche no sea traumática, es importante fomentar actividades durante el día que permitan al peque desarrollarse. Reforzarle en este aspecto, le aportará seguridad y confianza.

Al mismo tiempo, es igualmente importante pasar tiempo con ellos, en especial antes de ir a acostarse realizando alguna actividad tranquila, para que el peque vaya bajando el ritmo y llegue a la cama lo más relajado posible.

Recuerda que esto es una carrera de fondo. Es mucho mejor ir haciendo las cosas progresivamente que intentar que duerman solos de forma brusca. Puede ocurrir que pienses que ya lo has conseguido, pero luego el peque sufre un pequeño retroceso por múltiples motivos. 

Es normal, los niños, como los adultos, no son robots. Y tienen sus tiempos. 😉

Ya sabes, Santa Paciencia, la que invocamos tantas veces a lo largo del día.😄🙏

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Guía definitiva para elegir la cama para tu bebé

Cómo elegir la cama para tu bebé cuando das el paso  de la cuna a la cama… O de vuestra cama de matrimonio, a una camita suya (si habéis hecho colecho).

Es un temazo: cuándo, cómo hacerlo, qué cama elegir…

Para un adulto puede parecer un cambio más, pero para la aún corta vida de tu peque, puede ser un proceso muy importante en su vida.

Significa un cambio de “era”, y que tu bebé ya no lo es tanto, y poco a poco se va convirtiendo en un niño. Aunque a veces nos gustaría que se quedaran bebitos para siempre 😓.

En otro orden de cosas, tenemos que pensar en la cantidad de horas que los bebés y niños pequeños pasan durmiendo. Si en adultos es, aproximadamente, un tercio de nuestra vida, en los peques esta cifra es aún más elevada.

Por lo tanto, que los peques tengan buena calidad de sueño es de vital importancia. Y la cama juega un papel destacado en este aspecto. 

Elegir una cama puede crear un dilema importante entre los padres. ¿Por dónde empezar? En este artículo te ayudamos a tomar acción. 

De la cuna a la cama: ¿a qué edad dar el paso?

Es una de las preguntas del millón. Y la realidad es que, como casi todas las preguntas difíciles, la respuesta es un “depende”.

Realmente no hay una edad establecida para hacer este cambio tan importante en la vida de un niño pequeño (y de sus padres). La respuesta con más sentido común, os tira la pelota a vosotras, madres y padres.😉 Eso sí, hay algo importante: procura que no coincida con alguna de las crisis del sueño que suelen pasar los bebés

Nadie como tú conoce mejor a tu hijo. Cada niño tiene un ritmo de madurez y de desarrollo único y particular. Lo más importante es no precipitarse y tener claro que el peque está preparado para afrontar este cambio.

Y ante la duda… probar. 

Tienes que pensar que el cambio de la cuna a la cama es un hito importante en su vida, ya que probablemente la sensación de protección que tenía con la cuna se va a transformar en otra nueva.

En términos generales de edad (sin entrar en las particularidades de cada niño), el cambio suele producirse entre los 20 meses y los 3 años.

Pero más allá de la edad, hay otras maneras de detectar que el peque podría estar listo para dar el paso. 

Una es cuando veamos que la altura de la barandilla lateral sea inferior a tres cuartas partes de la altura del peque.

Otra manera mucho más obvia es ver que está trepando por los barrotes para intentar “escapar”de la cuna. Es una señal que probablemente se está sintiendo incómodo por tener un espacio demasiado limitado. En este caso, también por seguridad, la solución sería moverlo a su nueva cama. 

7 recomendaciones a tener en cuenta para elegir una cama

Cuando elijas la futura cama para el peque, debes optar por una estructura que incluya todos los elementos que favorezcan un descanso de calidad.

Durante el día, los niños no paran de experimentar y aprender. Por la noche, debes asegurarte de que tienen un espacio para poder relajarse y dormir: un lugar donde crear sus propios sueños. Aquí te dejamos algunos aspectos a tener en cuenta:

  1. Seguridad: para evitar accidentes innecesarios, es aconsejable elegir camas de baja altura, sobre todo cuando son muy pequeños y están en periodo de adaptación. Incluso puedes optar por una cama Montessori, que están a ras de suelo, y favorecen la autonomía del niño. Es algo que les suele hacer mucha ilusión, y que puede hacer la transición más sencilla. Si sientes que tu hijo echa de menos la sensación de seguridad que le producían los barrotes, durante los primeros meses puedes añadirle unas pequeñas barreras a la nueva cama.
  2. Adaptabilidad: los niños pequeños están en crecimiento constante, por lo que hay que tener en cuenta que las necesidades de los niños van cambiando.Quizás debas ir adaptando estos cambios a su nuevo espacio. Existen camas que se van “transformando” según el niño crece, de una cama pequeñita, pasan a un escritorio, para que más adelante puedas tener una cama grande.
  3. Espacio y temperatura: si sabes que tu hijo se mueve mucho por las noches, tenlo en cuenta a la hora de ofrecerle una cama más espaciosa. Idealmente, la temperatura de la habitación y de la cama tiene que ser agradable (ni mucho frío ni mucho calor).
  4. Estructura: debes tener en cuenta que es bastante probable que tu peque no use la cama solo para dormir, sino que sea un espacio donde también juegue (y salte cuando tú no mires…😬). Teniendo en cuenta estos factores, cuanto más robusta sea la estructura, mucho mejor.
  5. Colchones y almohadas: es importante que el material que elijas le ayude a descansar. Ten en cuenta también la composición de los materiales dependiendo de si el peque tiende a tener frío o calor.
  6. Diseño y estética: ten en cuenta que el peque ha dormido hasta ahora en un espacio cerrado (cuna).  La sensación, la experiencia y el aspecto de la cama nueva también tiene su importancia. El diseño de la cama, así como el de las sábanas y fundas de cojín, son elementos visuales que pueden reconfortar al peque.
  7. Instalación: para asegurarte que el peque tenga un sueño reparador, también tienes que tener en cuenta la posición dónde instalar la cama: evitar lugares de paso, con mucha luz o corriente de aire, y colocar la cama contra la pared para que no se mueva demasiado.

Camas infantiles para niños pequeños

  • Cama de 90: es el modelo más clásico. Se considera el modelo “estándar”, ya que se adaptan perfectamente a la mayoría de los niños: ni muy largo, ni tampoco corto en exceso.
  • Cama nido infantil: la gran ventaja de las camas nido es que se aprovecha el mismo espacio que el de una cama de 90, para colocar debajo cajones o también una cama supletoria (ideal para cuando vienen los amiguetes😉).
  • Litera: es la clásica solución cuando no tenemos mucho espacio en casa, o para que duerman los hermanos juntos en la misma habitación. Algunas literas cuentan también con estantes, cajones y escritorios que te ayudarán a optimizar aún más el espacio en la habitación de tus hijos.

Actualmente (por suerte), podemos obtener soluciones para todo tipo de espacios y gustos.

Proporcionar a tu peque un espacio agradable y bien equipado, ayudará a ambos a lidiar mucho mejor con este proceso tan importante para él.

Deseamos haberte sido de ayuda para que la búsqueda de la cama ideal para tu hijo sea mucho más llevadera. 🙂 

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Cómo pasar mejor el calor con los perros de casa

¿Cómo influencia el calor en los perros?

Conseguir pasar mejor el calor con tus perrito es algo que puede llevarte de cabeza.

Y es que tener un perro es tener un tesoro. Sabes que será tu compañero fiel para toda la vida, incluso en tus vacaciones 💓🐶

Pero ante todo, tenemos que tener en cuenta que cuidar de un perro es, sobre todo, una gran responsabilidad.

Este verano nos estamos dando cuenta de que, desgraciadamente, las olas de calor serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático.

En líneas generales, hay que tener en cuenta que los perros sufren tanto o más el calor que las personas. Uno de los motivos principales es que su temperatura corporal media es de 39º, pero en verano esta cifra puede ascender hasta los 43º.

El calor extremo puede afectarles en su apetito y energía. Y, como las personas, también están expuestos a sufrir un golpe de calor.

A continuación te detallamos cómo influencia el calor en los perros y qué podemos hacer para ayudar a nuestro amigo. 😊 

 

Cómo el calor afecta a los perros

La influencia del calor en los perros es bastante importante, ya que son animales que no soportan bien el calor. Como también les pasa a los gatos y a otros animales, sufren mucho más el calor que el frío.

Uno de los motivos más importantes es que los perros son animales que no tienen la capacidad de regular la temperatura corporal a través del sudor. Solamente tienen glándulas sudoríparas en las almohadillas de sus patas.

Cuando está expuesto a las altas temperaturas, la única manera que tienen de bajarla es a través del jadeo, respirando por la boca. Si bien el jadeo en un perro es normal, cuando lo hace de manera rápida y con la boca abierta  es importante saber que realmente lo está pasando mal debido al calor.

También hay que tener en cuenta que los perros con pelaje más denso tendrán más propensión a sufrir más las temperaturas sofocantes.

 

Señales para detectar síntomas de calor en los perros

Además del jadeo rápido, tenemos muchas maneras de identificar que el perro se está sofocando:

  • Si tienes un perro que es activo, puedes notar rápidamente que padece calor si lo ves todo el día acostado, fatigado y sin ganas de moverse. Esto lo hacen para tratar de economizar su energía y conservarla para su termorregulación.
  • Si tocamos su nariz y notamos que está reseca, es otro síntoma que su temperatura corporal le ha subido demasiado y puede tener fiebre. Aunque es normal en un perro que la nariz pase de húmeda a seca y viceversa durante el día, es importante saber que cuando la tiene húmeda es señal inequívoca que el perro tiene la temperatura adecuada.
  • Como hemos visto antes, las almohadillas es la única parte del cuerpo a través de la cual los perros desprenden sudor. Una manera muy visual de identificar que nuestro amigo tiene calor es ver si sus pisadas dejan rastro húmedo
  • Si además de jadear, también produce mucha saliva, conviene refresacarlo de manera inmediata. 
  • En los latidos de su corazón también podemos averiguar si el perro está o no deshidratado. Es el caso si notas que el ritmo es demasiado acelerado.

 

El golpe de calor en los perros

Una de las preocupaciones que más asustan es saber cuándo el perro está sufriendo un golpe de calor.

Es muy importante saber que, cuando la temperatura exterior es muy elevada, y además durante varios días consecutivos, el jadeo no es suficiente para que los perros bajen su temperatura corporal. Eso les provoca un aumento de la calentura en su interior, que en algunos casos puede provocar fallos en algunos de sus órganos.

En los casos que el animal tenga alguna patología previa, tenemos que aumentar las precauciones para evitar que el perro sufra golpes de calor.

En cualquier caso, en caso de duda lo primero que tenemos que hacer es contactar con nuestro veterinario de confianza. Si nos vamos de vacaciones, es importante tener localizado otro veterinario en el sitio para cualquier emergencia. 

Sin embargo, es indispensable para cualquier dueño de mascota conocer métodos que  podemos aplicar para conseguir que nuestro animal pueda tolerar mejor el calor. 

 

Ayuda a tu perro a soportar mejor el calor 

¿Qué podemos hacer cuando vemos que nuestro perro padece el calor?

Con las recomendaciones que os mostramos a continuación, podemos tomar las precauciones necesarias para que nuestro amigo pueda disfrutar el verano con nosotros🙂.

  • Una de las maneras más fáciles de refrescarle es humedecer su pelaje con un vaporizador de agua de manera regular, y proporcionarle espacios para que pueda estar en la sombra el máximo tiempo posible. 
  • Como nos recomiendan a las personas, es importante no salir a pasear o hacer ejercicio en las horas donde el calor aprieta más (entre las 12 y las 16h).

Una recomendación expresa del CCVC es que, cuando paseemos con el perro, tener cuidado con evitar que el animal pise el asfalto caliente, sobre todo en el caso que esté acostumbrado a caminar por el campo.

  • La hidratación: procurar que el perro tenga agua fresca y limpia. Eso conlleva cambiarle el agua varias veces durante el día. Si bien no es indispensable que el agua esté helada, siempre le podemos poner un cubito de hielo para que se pueda refrescar mejor. Incluso a veces se divierten jugando con el cubo. 😄❄

Otra manera para cerciorarse que se está hidratando es ponerle varios bebederos repartidos por la casa. Sobre todo si estamos ausentes de la casa durante bastante tiempo seguido.

Siempre procurar que los dispensadores de comida y bebida estén siempre en la sombra. Hay que prestar atención a que la comida no esté en mal estado, ya que con el calor se estropea con más facilidad.

  • Si nos vamos de viaje con él, es indispensable llevar un bebedero portátil y agua lo más fresca posible.

También es necesario que su zona de transporte esté ventilada adecuadamente, y hacer pausas frecuentes durante el trayecto.

  • En los días de más calor, es importante que tenga un sitio fresco para descansar, como por ejemplo una camita de tejidos frescos para perros. Si podemos cubrirla con ropa de cama fresca, nuestro amigo nos lo agradecerá. 
  • En el caso de tener un perro con pelaje abundante hay que recordar que, en el caso que le cortemos un poco el pelo, no cortarle demasiado para no exponer su piel al sol.
  • Por último recuerda que si hay razas de perro, como los nórdicos, que sufran más el calor por su constitución. 

En el caso de tener un perrito de piel blanca, es muy importante aplicarle crema solar para mascotas (no utilizar la de humanos, puesto que están pensadas para un ph de 5,5, cuando el del perro es de 7. Además de que puedan llevar toxinas como el zinc).

 

Esperemos que, tomando estas precauciones, ¡tanto tú como tu mascota podáis disfrutar de un verano genial! 🐶🌞

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¿La salida de los dientes causa fiebre? Consejos y cuidados

Es una de las preocupaciones más extendidas: ¿La salida de los dientes en los bebés causa fiebre? 😲

La dentición puede ser un proceso desalentador tanto para tu bebé como para ti. El peque se puede sentir incómodo porque tiene molestias en la boca y los padres pueden no saber cómo proceder ante tal situación.

Por este motivo vamos a intentar ponértelo lo más fácil posible, para que tú y tu bebé podáis transitar por este periodo, con toda la tranquilidad y la información a vuestro alcance.

¿Puede la salida de los dientes causar fiebre en un bebé?

Vamos a atajar el problema de raíz.

Existen muchos mitos alrededor del desarrollo de la dentición en los bebés. Uno de los más generalizados es que la salida de los dientes puede causar fiebre.

La realidad es bien diferente. No hay ningún estudio que haya podido demostrar que la dentición cause directamente fiebre al salir.

Por lo tanto, un primer dato importante a tener en cuenta es que, si tu bebé llega a tener más de 38º de fiebre coincidiendo con la salida de sus dientecitos, será por otro motivo ajeno a la dentición, que ha coincidido en espacio y tiempo. En este caso, la opción más recomendable siempre es la de consultar a su pediatra o médico de cabecera.

Lo que sí que puede ocurrir es que notes que el peque sufre un pequeño aumento de su temperatura corporal. Esto podría ser debido a que las encías están más sensibles y un poquito inflamadas, debido a la irrupción de los primeros dientes.  

En cualquiera de los casos, sólo debería tener febrícula y no pasar a mayores.

 

Cómo cuidar los dientes de tu bebé

Desmitificado el punto más preocupante, es muy importante tener en cuenta técnicas para aliviar el dolor que pueda tener el bebé durante el proceso de dentición, así como conocer métodos para cuidar los dientes del pequeño desde sus primeros meses.

Consejos para aliviar las molestias cuando le salen los dientes al bebé

Durante la salida de los dientitos es muy común que aparezcan incomodidades y molestias en el bebé.

Inflamación de las encías, babeo constante, irritabilidad o insomnio son ejemplos muy frecuentes en este periodo.

Te recomendamos algunas acciones y consejos que puedes aplicar para aliviar estas molestias:

  • Lava la cara de tu bebé para eliminar el exceso de babas, evitando así la aparición de sarpullidos fruto de la irritación de la piel.
  • Realiza al peque un masajito sobre sus encías con tu dedo. Puedes probar también con una cucharita fría, pero házlo con mucho cuidado.
  • Muéstrale un objeto adecuado para que el bebé pueda morderlo y así aliviar su dolor. Ten en cuenta que no sea de un material que pueda romperse en trocitos pequeños, y que sea un juguete grande como para que no se pueda atragantar. 

Lo puedes intentar con el chupete, dejándolo en la nevera por un ratito para luego introducirlo en la boca.

  • Si el bebé  tiene dolor e irritabilidad por un periodo largo de tiempo, puedes consultar con el pediatra si es conveniente darle o no una dosis adecuada de algún analgésico (siempre y cuando el peque tenga más de 6 meses de edad).

Acciones a evitar

Aquí te indicamos algunas recomendaciones sobre acciones que no son convenientes para el peque:

  • No le frotes las encías con alcohol.
  • Mejor no darle geles o pastillas para la dentición. 
  • No colgarle ni atarle al cuello accesorios como los aros de dentición. Podría engancharse con algún objeto con el consiguiente peligro de que el peque se estrangule.
  • Puedes probar a darle alimentos fríos o helados si tu bebé ya está comiendo sólidos (bien porque ya es algo mayorcito, o porque habéis iniciado la alimentación complementaria con el método del Baby Led Weaning (BLW).

Cuida los dientes de tu bebé

El cuidado ideal de los dientes del peque comienza antes que le salgan los primeros dientitos de leche. Que no hayan sacado la cabeza no significa que los dientes no existan.

Para que te hagas una idea aproximada, cuando nace el peque ya tiene 20 dientes en su boca. 

Puede ser de bastante utilidad seguir estos consejos para preservar la salud de los dientes de tu peque:

  • Antes que le empiecen a salir los dientes, pásale una gasa por las encías. Así evitarás que se formen nuevas bacterias.
  • Cuando ves que ya le están saliendo, puedes cepillarlos con un cepillo para lactantes.

A partir de los dos años, ya puedes usar una pequeña cantidad de pasta de dientes con flúor (asegúrate que lleve algún sello de calidad contrastada) mezclada con agua. 

Es importante que no te excedas con la cantidad de pasta, tienes que tener en cuenta que los bebés tienden a tragar. Hay que controlar bien (o intentarlo) que no se traguen el dentífrico, y que tenga la cantidad de fluor recomendada por edad (la menor posible).

  • En el momento en que sus dientes se toquen entre sí, puedes empezar a utilizar el hilo dental.

Evitar las caries

Algo que pasa desapercibido para muchos padres es el hecho que los bebés pueden desarrollar caries dentales desde el principio de su vida si no siguen una buena alimentación, sumado a un buen cuidado dental.

Un ejemplo muy claro es evitar que tu bebé se quede dormido succionando la tetina del biberón. Aunque lo quieras utilizar como un recurso para que se quede dormidito, hay que tener en cuenta que el azúcar del jugo de la leche puede dañar el esmalte de los dientes. Se conoce comoboca del biberón(también se le llama “caries del lactante”).Es un padecimiento común en los recién nacidos, que provoca que los incisivos del peque se piquen y se formen hoyuelos.

Además, los bebés no deberían ingerir nada con azúcar antes de los dos años. Y pasado este tiempo, lo ideal sería eliminar de su dieta los alimentos con mucho azúcar, como las golosinas. Esto evita el riesgo de que se erosione el esmalte facilitando la aparición de caries.

En resumidas cuentas: recuerda que la salida de los dientes NO causa fiebre directamente.

Esperamos que estos consejos te ayuden para que tu peque tenga una salud dental de hierro. 💪😊

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Sobrevivir al verano con un recién nacido es posible…¡sin playa ni piscina!

¡Sobrevivir al verano sin playa ni piscina es posible! 🎉

Sí lo has oído bien. Y aún no sabes lo mejor…con un bebé recién nacido, ¡también se puede! 😉

Solamente necesitas dos cosas: la primera, te la puedes imaginar: empieza por la letra “p” y acaba por “aciencia”. Sabes que nunca debe faltar en tu mochila. 

La segunda, seguir las indicaciones de este artículo… ¡Y a disfrutar de este verano!

Ventajas de tener un recién nacido en verano

Hay que partir de la base que, puestos a elegir, en verano resulta mucho mejor tener al peque en tus brazos que dentro de la barriguita…imagina si aún estuvieras embarazada, con este calor…  😬

El verano nos abre posibilidades que no tenemos en otras épocas del año:

  • Puedes vestir al peque más fácilmente (o incluso ni vestirle).
  • Puedes darle baños y masajes más largos sin miedo a que se enfríe.
  • Como los días son más largos, puedes dar paseos con tu peque sin mirar el reloj y con tranquilidad. Es muy recomendable que los paseos se hagan durante las primeras horas de la mañana o a partir de las 7 de la tarde. 

Es importante prestar atención a su temperatura corporal y preparar el cochecito o hacer porteo de la manera adecuada, con fulares finitos o incluso bandoleras. 

En el caso del cochecito, las fundas ideales para el verano son las de algodón. Muchas veces la capota de los cochecitos concentra mucho el calor, pero hay fundas para capotas pensadas para el verano, que tienen más protección ultravioleta y son más ventiladas.

  • Aunque a pequeñas dosis y en horarios muy concretos, el peque recibe dosis extra de vitamina D gracias a la luz solar. Se conocen como pequeños “baños de sol”. 

 

Como vestir a mi bebé en verano

Los bebés sienten más o menos el mismo calor que los adultos. No hace falta que le añadamos capas encima “por si luego  tiene frío”, ya que en estos casos se puede agobiar, empezar a sudar y aumentar el riesgo de irritaciones en la piel.

Regulan su temperatura corporal por la sudoración en la cabeza: si ves que el peque empieza a sudar por la nuca, quiere decir que está padeciendo calor (aunque las extremidades las notes más frías).

Para vestirlo, idealmente usa prendas fresquitas de fibra natural como  algodón, lino o hilo, holgadas y de tonos claros y suaves, que reflejan mejor la radiación solar. Es importante evitar la ropa sintética, ya que hace aumentar la sudoración. 

 

Llevarse al bebé de vacaciones

Hay que tener en cuenta que antes del primer mes, no está recomendado trasladarse con el bebé.

Pasado este tiempo, lo podemos hacer pero extremando las precauciones:

  • No debemos exponer el bebé al sol, especialmente en las horas donde la radiación solar es más intensa.
  • No meter al bebé en el agua (playa, piscina, río…) antes de los 6 meses de edad: además de que la temperatura del agua está muy fría para el peque, también hay riesgo de infecciones por las impurezas del agua.
  • Si nos trasladamos a un sitio de montaña, hay que tener en cuenta que a más de 1200m, los niveles de oxígeno descienden.
  • En caso de viajar en coche, es indispensable seguir las indicaciones de la DGT sobre la colocación y uso de las maxicosi o huevitos. Además, es importante colocar protectores solares en la ventanilla para disminuir las radiaciones solares, y ponerle su gorrita.

Siguiendo estas indicaciones, ¡la elección del lugar es cosa tuya! 😉 Los bebés se adaptan a cualquier lugar.

 

Prevención frente a patologías típicas del verano

Deshidratación

Es, sin duda, la más común. 

Resulta fundamental asegurar a tu bebé una buena hidratación para combatir las altas temperaturas.

Los síntomas más comunes para detectar una deshidratación son el lloro sin lágrima, que el bebé no moja el pañal con frecuencia y problemas digestivos.

De cualquier modo, si estás amamantando a tu bebé, no es necesario darle más líquido, ya que la leche materna contiene todos los nutrientes y líquidos que le hacen falta.

En caso de darle biberón, tampoco sería necesario darle líquido extra. De todas formas, se puede añadir un poquito de agua en la leche (máximo 10 cc) en caso de necesidad.

Si el calor aprieta mucho, puedes probar en darle un biberón extra con agua, pero es posible que lo rechace, al no estar acostumbrado.

 

Gastroenteritis

Es importante estar atenta, ya que el verano activa las bacterias que provocan la gastroenteritis, y además sus síntomas (diarrea, vómitos) pueden causar deshidratación.

Es cierto que amamantando el bebé se reduce considerablemente el riesgo, lavándote bien las manos entre toma y toma.

En el caso de darle biberón, esterilizar primero y usar agua hervida. Si se prepara el biberón con antelación, guardarlo en el frigorífico hasta antes de la toma.

 

Picaduras de mosquito u otros insectos

Es inevitable: verano y mosquitos van de la mano. Estos son algunos consejos para prevenir las picaduras:

  • Instalar mosquiteras en las ventanas de la habitación.
  • Usar antimosquitos eléctricos.
  • Instalar una malla en el cochecito de paseo.
  • Se pueden comprar cremas repelentes en farmacias. Es importante no aplicarla en las manos, ya que la pueden chupar o frotarse los ojos.
  • No rociar la habitación con spray insecticida.

 

Otros aspectos a tener en cuenta

sobrevivir al verano con bebe sin playa

  • El aire acondicionado: no hay problema en que el bebé esté en una sala con A/C. Lo único que hay que evitar es que no esté justo debajo del flujo de aire, y asegurarse que no esté presente cuando lo conectemos.
  • Es muy recomendable aplicar al peque leche o crema hidratante, ya que en verano la piel necesita hidratación extra. Después del paseo, aplicarle crema en todo el cuerpo. Mejor si es fluida, ya que se absorbe mejor. Es muy importante que estén libres de parabenos y colorantes.
  • Ambiente ideal en casa y durante la noche: la temperatura idónea suele estar entre los 20 y los 22º. Es importante mantener bajadas las persianas en las horas de más calor, y ventilar la casa constantemente (siempre y cuando el peque esté fuera del alcance de las corrientes de aire).

Para dormir, es suficiente con que el bebé tenga puesto un body de algodón y una sabanita fina.

 

 

Como ves, ¡no es imposible sobrevivir al verano! 🙂

 

Además, no olvides cuidarte a ti misma, aprovechando cada momento que puedas para relajarte. Cuidando tu bienestar, estás cuidando también de tu bebé.

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El maxicosi: consejos de uso y sistemas de retención infantil (SRI)

Si vas a viajar, mejor tener claros los mejores consejos para el maxicosi y el resto de sistemas de retención infantil… Así que, ¡sigue leyendo!

Ya han llegado las vacaciones, las escapadas, las rutas, los días fuera…

Veranito, buena temperatura, ideal para hacer un viaje en coche, pese al precio de los combustibles… 😅

Si eres madre primeriza, puede que en los días previos al viaje estés preocupada y nerviosa. Que te preguntes qué silla es la ideal para tu peque, cuáles son los protocolos de seguridad…¡parece un mundo nuevo!

¡No te preocupes! Te explicamos con todo detalle toda la información que necesitas saber.

 

¿Qué es el maxicosi?

que es el maxicosi consejos viajar

Se conoce como maxicosi a las sillas portabebés que pertenecen al grupo 0+. La pueden usar habitualmente los peques desde que nacen hasta los 12-18 meses.

Es una de las primeras cosas que tendrás que comprar para tu bebé de forma anticipada. Es probable que la tengas que usar para hacer el viaje del hospital a casa, ya que está totalmente prohibido viajar con el peque en brazos y con el cinturón puesto.

Por lo tanto, es totalmente necesario tener un dispositivo específico y homologado para cada etapa de crecimiento del bebé.

El maxicosi es actualmente uno de los dispositivos más seguro que existen para tu peque durante un viaje en coche. 

Las fundas juegan un papel importante también en los protocolos de seguridad y confort del bebé. ¡Puedes consultar todo nuestro catálogo de fundas para maxicosi aquí!

 

Sistemas de retención infantil (SRI)

Se entiende como grupo 0 al tipo de sillas pensadas para recién nacidos y los meses siguientes.

Dentro del grupo 0 hay dos mini-grupos:

Grupo 0

En ese grupo entran los cucos o capazos. Los niños van en posición transversal, recostados y en los asientos de atrás.

Peso máximo recomendado: 10 kg.

Grupo 0+

Son propiamente las maxicosis o huevitos. El peque viaja ligeramente incorporado y puede situarse en el asiento delantero o trasero indistintamente, siempre que vaya ubicado en el sentido contrario a la marcha.

Su uso principalmente consiste en transportar a tu bebé en el coche durante sus primeros meses de vida. 

Como no existe prácticamente diferencia de precio con el Grupo 0, quizás convenga más tenerlo porque así puedes alargar un poco más el tiempo de uso antes de pasar al grupo 1. 

El momento de pasar al grupo 1 será el instante en que la puntita de las orejas de tu bebé sobresale justo por encima del cabezal de la silla. En cambio si no ocurre esto pero sí le sobresalen las piernas no hay problema: el cambio puede esperar.

Peso máximo recomendado: 13 kg.

 

Grupo 1

Sillas en las que el peque va totalmente incorporado y sentado, con el sistema ISOFIX incorporado.

Aunque es mucho más seguro colocarlo en posición contraria al sentido de la marcha, no es obligatorio y se pueden encarar en ambos sentidos.

A partir del momento en que los hombros del peque sobresalen al menos 2 centímetros por encima del anclaje de los arneses, teniendo la espalda erguida al 100%, se considera el instante oportuno para cambiar la silla por el elevador (grupos 2 y 3).

Peso máximo recomendado: 18 kg.

Os mostramos una pequeña tabla orientativa de los distintos grupos y pesos:

tabla edades recomendadas maxicosi

 

Más que la edad exacta del bebé, es muy importante basarse en el peso y la altura para saber en qué grupo se encuentra tu peque.

 

Consejos y recomendaciones para viajar con tu bebé en un maxi-cosi

 

maxicosi consejos viajar seguro

Es una de las preguntas de cabecera en estos casos: ¿Cuánto tiempo puede viajar mi bebé en un maxicosi?

La respuesta es 1h 30min.

El motivo principal es que hasta este periodo de tiempo se reduce considerablemente el riesgo de que tu peque padezca bradicardia (el corazón va más lento de lo habitual), desaturación de oxígeno y apnea (el peque deja de respirar durante unos segundos).

Dicho así suena fuerte y puede dar un poco de miedo, pero el objetivo es estar bien informados y saber porqué se tiene que parar pasada esta hora y media.

Otros consejos muy importantes relacionados con la posición del maxicosi son:

  • No utilizar la silla a modo de sitio para dormir: si el peque se queda dormido al llegar, lo ideal es sacarlo de la silla y moverlo hacia la cuna o camita.
  • La inclinación del maxicosi debe ser una posición intermedia: ni muy tumbada ni muy erguida. Es normal que el peque tire la cabeza para adelante, ya que aún no tiene la suficiente fuerza muscular como para mantenerla erguida.
  • En caso de viajes largos, es muy importante parar cada hora o hora y media, para que el bebé recupere la postura, estirarlos un poco, realizarles movimientos pulmonares…
  • La silla tiene que ser adecuada a su altura y peso. Es indispensable leer las instrucciones de uso de cada modelo para su correcto uso e instalación.
  • El peque debe estar sujetado en la silla por hombros, cadera y cintura.
  • NO se recomienda darle de comer mientras el bebé esté en la silla (ni en marcha ni parados).
  • Es importante llevar la “bolsa maternal” con todo lo que puedas necesitar (cremas, mudas de recambio, pañales, toallitas) dentro del interior del coche pero no en el maletero.
  • No se recomienda usar el maxicosi como silla para pasear al bebé, ya que la postura no es cómoda al estar con el cuello y tronco flexionados.

 

Tras estas explicaciones, ¡ya estás lista para emprender la marcha! Disfruta del viaje con tu peque, y sobretodo…¡del destino!

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Meriendas saludables: ideas y consejos de la nutricionista

Decidir qué es lo que el peque va a merendar no siempre es tarea fácil. Por eso, hemos querido conversar con Júlia Farré, dietista y nutricionista, sobre las opciones de meriendas saludables que podemos ofrecer a nuestros hijos.

Júlia tiene su propio centro de nutrición y psicología en Barcelona. Trabaja con un equipo de diferentes especialistas que tratan aspectos diversos: nutrición infantil, alimentación durante el embarazo, lactancia, salud hormonal de la mujer, acompañamiento en temas de fertilidad/ tratamientos de fertilidad, disfunciones hormonales relacionadas con la menstruación, hábitos nutricionales (familias convencionales, vegetarianas, veganas) y patologías (problemas digestivos, colesterol, ácido úrico…). 

En el ámbito de la psicología, además, trata problemáticas relacionadas con la alimentación: trastornos de conducta alimentaria o relaciones “incómodas” con la comida.

Los horarios: el pilar de cualquier rutina saludable

Para organizar las comidas, lo primero y más importante es organizar los horarios.

Hay que tener claro que los niños, en la primera infancia, deberían comer entre las 12h y las 13h, y cenar entre las 19:30h y las 20h.

Entre medio hay muchas horas. Así que con una sola merienda, no basta. 

Para darle solamente una merienda, deberíamos entre todos adoptar un horario más europeo, cenando sobre las 6 de la tarde. Pero con los horarios que aún tenemos actualmente en España, se antoja más que complicado.

La solución ideal es planificar dos meriendas

  • La primera sobre las 15-15:30h. En este caso, hay colegios que ya dan la merienda, y hay otros en los que les tienes que poner la merienda en la mochila.
  • La segunda tendría que ser entre las 17 y las 18h, en la que ofreceremos alimentos complementarios a los que han comido en la primera.

Pasadas las dos meriendas, es muy importante no cenar más tarde de las 20h. Si les damos de cenar más tarde, les estamos quitando horas de sueño a nuestros hijos. La hora en que ellos se levantan suele ser siempre la misma (entre 07:30 y 08h). 

Quitarles horas de sueño significa que se van a levantar sin tanta hambre por la mañana. Cuando estamos dormidos, el desayuno pasa a NO ser una prioridad, ya que no sentimos tanto apetito. Les mandamos al colegio casi sin haber comido (por culpa de la falta de sueño).

Otro aspecto a tener muy en cuenta, es que por las noches es cuando crecen los niños. La regeneración celular se produce mientras dormimos.  Respetar las horas de sueño es vital para su desarrollo físico e intelectual.

Las rutinas son muy interesantes para los niños pero también para los padres. Sobre todo respecto al hambre y al sueño, que son las dos necesidades más importantes. Cuando no las tienen bien cubiertas los niños se caen más, se pegan golpes, tienen menos paciencia, se pelean con sus hermanos… Mantener las rutinas es saber anticiparse a estos pequeños “dramas”.

Meriendas saludables: naranja cortada.

Tips de alimentación para una merienda saludable

La fruta fresca es un básico que tiene que estar en la merienda (primera, segunda o ambas). ¡Ojo! No estamos hablando de zumos, batidos o licuados, sino de piezas de fruta o fruta cortada. Es muy importante porque hay muchos niños que no toman postre. 

Lo de “me guardo un poco para el postre” es algo que hacemos los adultos, pero los niños no tanto… 😉

El yogur natural suele ser una opción muy recomendable. Mucho más que los yogures líquidos, que  tienen el problema de los azúcares añadidos. Es el problema de los lácteos. son para niños pero llevan demasiado azúcar.

La leche (o bebida vegetal si no toman: soja, avena o almendras), va bien para que se sacien un poco antes de comer lo demás de la merienda.

Los niños suelen demandar muchas harinas: pan, galletas…. Es cierto que las harinas tienen un poder saciante mayor que la fruta. El trabajo de los padres es ofrecer alimentos saludables: comprar  pan de calidad, o los típicos palitos (que sean integrales, que no lleven grasas hidrogenadas…).

Podemos pensar que es aburrido ofrecerles siempre las mismas cosas, pero si a los niños algo les gusta no les importa repetir.(igual que los adultos 😉). 

SIn embargo, de vez en cuando se puede variar: ofrecer bastoncillos de pan con hummus de zanahoria o aguacate. El aguacate es una fruta muy rica en grasas saludables que sacia más que otras frutas. También es una buena opción ponerlo dentro del pan como bocadillo. 

El pan solo se puede comer también y muchos niños se acostumbran a ello. Si les queremos poner algo puede ser tomate restregado con aceite o queso fresco. Hay que evitar, por sistema, ofrecerles alimentos procesados (embutidos). 

Merendar en casa o merendar fuera

Si merendamos en casa se nos abren muchas más posibilidades: por ejemplo en épocas de calor se pueden hacer helados caseros: con fruta, con yogur, bebidas vegetales de avena con chocolate (sin mucho azúcar).

En invierno, podemos involucrarnos en la preparación de la merienda: crêps/ pancakes (como sustituto del pan), incluso palomitas (no cada semana) con poca sal…

Otra ventaja interesante es que podéis preparar meriendas en casa todos juntos, como galletas caseras o incluso un pastel, que sabes que no contienen tanto azúcar. Incluso se lo pueden llevar al colegio, y así se lo enseñan a sus amigos o al profesor como un logro. 

Meriendas saludables: cookies artesanales.

Una de las cosas que preocupan a los padres cuando los niños meriendan fuera es cuando se juntan en el parque con otros niños:  tú intentas hacerlo bien, pero hay otros padres que no lo hacen y les dan otros alimentos menos saludables… 

Es algo contra lo que no podemos luchar. Hay que intentar no darle mucha importancia, porque si tu hijo te ve agobiada, les estás dando ideas y herramientas por si algún día quieren llamar la atención por algo o fastidiar.

Alimentos que crean debate entre los padres

Chocolate: cuanto más alto sea el porcentaje de cacao y menos el de azúcar, mucho mejor. Uno del 85% puede estar bien. Se pueden acostumbrar al sabor y gustarles. 

Hay que tener en cuenta que el chocolate lleva cafeína y es un estimulante.Tenemos que elegir bien el momento de dárselo. Por la tarde-noche no es recomendable porque se van a acelerar y les va a costar relajarse y conciliar el sueño.

Encurtidos (pepinillos, olivas, boquerones…) en niños de menos de 2 años hay que vigilarlo, por la cantidad elevada de sal que contienen.

En niños más mayores, dárselos con precaución, pero no nos debería preocupar tanto.

Frutos secos: el problema principal que tienen es el riesgo de ahogamiento. En cuanto a nutrientes es recomendable para la merienda, pero hay que incidir en que se lo coman tranquilos y masticando mucho Y si es con un adulto al lado mejor. Otra solución es hacer como una crema de frutos secos para poder untarlo en el pan (avellanas, almendras, cacahuetes). 

Golosinas: cuando más tarde las descubran mejor. Hay que tener claro que no son una merienda. Son un extra que puede ir después de la merienda o en algún momento de celebración. 

También hay que saber que hay distintos tipos de chucherías: caramelos sin azúcar (tipo chupa-chup), gominolas bajas en azúcar… La clave está en moderar las raciones:en el caso que tenga una bolsa de chuches, se aprovecha para repartirla y compartirla entre los otros niños en el parque.

Hay que tener muy claro que nuestros hijos van a comer lo que comemos nosotros. Si no quieres que coman algo, empieza por cambiar los hábitos de los otros componentes de la familia. 

En el blog del centro de nutrición de Júlia, puedes encontrar recetas de meriendas, snacks y helados saludables.

Esperemos que esta interesante conversación con Júlia te de muchas ideas para que tus hijos merienden de manera saludable y variada .🙂

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Cómo y cuándo ayudar a los bebés a dejar el chupete

¿Cuándo y cómo tu bebé tiene que dejar el chupete?

Es muy probable que tu bebé, desde los primeros días de vida, empiece a succionar todo lo que encuentra. 

cuando dejar el chupete bebe

¿Sabías que algunos de los bebés ya se chupan los dedos antes de nacer? 😅 De hecho, puede que incluso hayas visto alguna ecografía con el bebé chupándose el dedito. 

Tienen un fuerte reflejo de succión, y es una sensación placentera para ellos.

Pero es normal que te preguntes si algún día tu peque dejará el chupete o si seguirá con él hasta que vaya a la universidad. 😉

La mayoría de niños dejan el hábito del chupete entre los 2 y los 4 años.

Te contamos las mejores formas de que tu bebé deje la pipa, el pipo, el chupón (o como lo llaméis en casa) y cuándo es mejor hacerlo. 

El porqué de abandonar el chupete

bebe dejando el chupete

El uso del chupete puede conllevar ciertos riesgos. Vamos a ver los motivos por los que se desaconseja su uso:

  • El peque puede volverse dependiente: sobretodo si lo utiliza siempre para dormir, tu bebé puede despertarse y romper a llorar por el simple hecho que se le haya caído de la boca. A menos que te guste despertarte varias veces (cosa que dudo 😉), este puede ser un motivo de peso para que deje el hábito.
  • Su uso continuado puede aumentar el riesgo de infección en el oído: sobre todo a partir de los 6 meses, ya que en el período anterior, la tasa de infección es sensiblemente más baja.
  • El uso del chupete puede interferir en la lactancia materna: algunos estudios señalan el uso del chupete como responsable de una disminución en la lactancia materna. 
  • Su uso reiterado puede provocar problemas en los dientes: ese sería el caso de los peques a los que les cueste más dejarlo y prolonguen su uso más de lo normal (más de 2 años). En este caso, pueden crearse malformaciones en la dentadura.

Consejos para que tu bebé deje el chupete

La AAP (siglas de Academia Americana de Pediatría), aconseja el uso del chupete durante el primer año del bebé (ya sea en siestas o por la noche). Una de las razones más importantes es que, según varios estudios, el chupete funciona como un “escudo” frente al SMSL (síndrome de muerte súbita infantil), ya que reduce el riesgo de padecerlo mientras están durmiendo.

Aun así, en niños amamantados con lactancia materna, se recomienda retrasar el uso del chupete para evitar interferencias. 

La Asociación Española de Pediatría coincide con la americana, ya que considera que a partir del año de vida, se reducen drásticamente los riesgos de padecer el SMSL, y además apunta que no tiene ningún beneficio evidente prolongar el uso del chupete.

A partir de este momento, los riesgos o desventajas empiezan a ser mayores que los beneficios. 

A continuación te mostramos consejos útiles para que tu peque deje el chupete, según la edad:

  • Lactantes: sobre todo a la hora de dormir, podemos realizar acciones alternativas al chupete como por ejemplo dar de mamar, mecer, cantar, masajear o abrazar al bebé.
  • 0-2 años: no hay que olvidar que si el peque lleva chupete, es porque nosotros se lo dimos. Teniendo claro esto, es muy importante no ofrecérselo como primera solución a llantos o nervios. En estos casos es recomendable distraerlo con juguetes, juegos y actividades. Hasta los 2 años, si el bebé no está llorando, es importante dejar de ofrecérselo como distracción. La reacción puede que nos sorprenda y que el peque no lo pida.  A la hora de dormir, acompañarlo contándole un cuento o cantándole (como en el periodo anterior), siempre resultará mejor que ofrecerle el chupete.
  • Más de 2 años: contarle una historia/cuento que hable de la necesidad de dejarlo puede ser una opción. Hablarlo de manera calmada y paciente, explicándole que ya no es un bebé, y que ya es mayor para usarlo. 

distraer peques dejar chupete

Otra forma es intentar llegar a un “trato”: cambiarle el chupete por un juguete, por ejemplo. O hablarle de una misión que tiene que realizar, para alentarlo a que consiga un pequeño triunfo. 

En cualquier caso, es muy recomendable visitar al pediatra en caso de dudas o problemas mayores.

En caso de utilizar el chupete en los primeros meses

Como ya hemos mencionado previamente, el uso del chupete en el primer año es una opción válida, y puedes decidir dárselo o no. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos para su uso idóneo, y no crear un mal hábito. Recuerda que puedes encontrar un pack de chupetes aquí, y bolsas para chupetes

Principales ventajas y consejos de uso:

  • Como distracción en situaciones difíciles: por ejemplo cuando lleves al peque al médico y le tengan que pinchar por algún motivo.
  • Ayuda al peque a dormir: aunque no debe ser la primera opción, como hemos visto antes, como último recurso puede funcionar.
  • En general, les ayuda a calmarse: como es un reflejo innato, succionando algo se sienten más relajados.
  • Reducen el riesgo de SMSL: estudiado por varios investigadores, que explican que hay una relación entre el uso del chupete y un menor riesgo de padecer este síndrome.
  • Durante un vuelo, ayuda a aliviar molestias: el uso del chupete les ayuda a regular los cambios de presión del aire.

Y por último, recuerda que hay una gran aliada a la hora de dejar el chupete: la paciencia.

Es importante mantenerla para evitar situaciones “tensas”. Por ejemplo, sacarle de golpe el chupete es un impulso que debemos evitar.

En cualquier caso, plantéate el uso del chupete como un recurso temporal que tienes a tu disposición que te puede ayudar durante el primer año de tu bebé.😊

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Cómo dormir a los bebés: ¿compartir cama o habitación?

¿Eres de las mamás que ha podido cumplir el sueño (y nunca mejor dicho) que tu bebé duerma cinco horas del tirón? ¿O por el contrario, dormir por la noche se ha convertido en un sueño inalcanzable? 😓

Es muy usual escuchar a madres y padres de bebés decir que casi no pueden dormir, porque su peque se pasa la noche reclamando presencia materna. 

En este post intentaremos ayudar a madres y padres del mundo a que dejen de ser zombies y se conviertan en personas otra vez. 😉

 

¿Compartir cama o habitación? Esa es la cuestión

compartir cama o habitacion

Entramos en materia abordando un dilema complicado de resolver. 

Primero de todo hay que recordar que, compartan cama o bien habitación, los bebés deben dormir siempre boca arriba. Sea cual sea la hora en que duerman (siestas o por la noche). Esta acción responde a una posición de seguridad, en la que el peque tiene mucho menos riesgo de padecer un SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante).

 

Compartir cama 

Compartir cama es una práctica que despierta sensaciones de amor-odio entre las madres y padres. 

Las que apuestan por esta opción aseguran que el colecho es el mejor método y que la cama es el lugar donde tiene que dormir su bebé. Pero es una realidad que hay otras madres a las que les asusta esta opción por la falta de seguridad. Vamos a analizar los pros y los contras.

Se entiende compartir cama con el bebé, cuando madre y bebé duermen juntos en la misma cama. Esa acción tiene ciertas ventajas, como por ejemplo:

 

  • La lactancia materna y la alimentación nocturna del bebé es más cómoda y sencilla.
  • Favorece que se alargue el periodo de lactancia materna
  • Tu peque concilia el sueño de manera más rápida y fácil.
  • Aumenta la posibilidad de que TÚ puedas dormir más horas. 😉
  • Fortalece el vínculo y te da la posibilidad de estar más cerca de tu bebé durante la noche.

 

No obstante, es muy importante entender que compartir cama con tu bebé supone unos riesgos para el peque que hay que tener muy en cuenta:

 

  • Es peligroso tener un colchón excesivamente blando, o que la ropa de cama quede demasiado holgada, ya que existe el peligro que el peque se asfixie.
  • Al moverse, el bebé puede quedarse atrapado o aprisionado entre el colchón y la cabecera de la cama, o entre la pared y otros objetos.

 

Teniendo en cuenta ventajas y riesgos, hay unos consejos que podemos darte para compartir cama con tu bebé de forma segura y apropiada. Son éstos:

 

  • Como hemos mencionado anteriormente, coloca tu bebé boca arriba para dormir, previniendo el SMSL.
  • Viste al peque con la mínima ropa posible, evitando que se acalore.
  • Evita ponerle a dormir en la cama solo.
  • Asegúrate que el colchón es firme, evita colchones blandos o ponerle a dormir en sofás.
  • Fíjate bien que el colchón quede bien arrimado a la pared, de manera que no quede ningún hueco.
  • No le cubras la cabeza mientras duerme.
  • Evita quedarte dormida con el peque encima de tu pecho.

 

Hay situaciones en las que es muy recomendable evitar compartir cama:

  • Si es bebé prematuro.
  • Si tiene poco peso corporal al nacer.

Compartir habitación

Compartir habitación significa acostar a tu bebé en una cuna, moisés o cunita portátil, dentro de la habitación donde duermes. Te permite tenerlo cerca por la noche, facilita las tomas de alimentación, y en general, estar cerca para consolarle en caso que sea necesario.

Además, que el bebé duerma en su propio espacio, reduce el riesgo de SMSL.

Otra posibilidad a tener en cuenta, es usar una cuna lateral que se pueda colocar al lado de la cama.

Puedes seguir una serie de recomendaciones en el caso de compartir habitación:

 

  • Asegúrate que el colchón sea firme, y que la sábana que lo cubre esté bien ajustada.
  • Coloca tu peque boca arriba, sobre su espalda.
  • Libera la cuna o moisés de otros elementos (peluches, almohadas, mantas, colchas…)
  • No abrigues al bebé más de lo necesario. Fíjate si suda o comprueba su temperatura para comprobar si está sobrecalentado.
  • Si está acostumbrado a llevar chupete, pónlo a dormir con él. Si lo rechaza o se le cae mientras duerme, no se lo vuelvas a poner.
  • Evita otros peligros que estén al alcance del peque: cordones, cintas, objetos con esquinas…

 

Claves para ayudar a dormir a tu bebé

Es muy importante y conveniente crear rutinas para que tu peque las identifique y así le señale el final del día. De esta manera el bebé se relaja y concilia el sueño más fácilmente.

Entre las más usadas está bañarle poco antes de acostarle, leerle cuentos o historias, cantarle…. El objetivo principal es que el peque se relaje, y asocie estos momentos con el momento de dormir. 

Es importante dejar a tu bebé en la cuna cuando esté somnoliento (no dormido del todo). Es la manera más eficaz para que aprenda a dormirse solo. En caso contrario, el peque asociará mecerlo a poder conciliar el sueño. Y eso no sé si te hará mucha ilusión si se despierta mucho durante la noche…😬

No son pocos los casos en los que los bebés gimotean y lloran poco antes de dormirse. En estos casos, la mejor solución es dejarle hacer durante unos minutos. Es muy posible que deje de llorar pronto y se “autotranquilice” (a no ser que tenga hambre o esté enfermo). En el caso que se despierte durante la noche, mantén una actividad mínima (cambiarle o alimentarle) y vuelve a dejarlo en la cuna, evitando hablarle mucho o jugar con él para no desvelarle del todo.

Desafortunadamente, los trucos y consejos que funcionan para un bebé, no funcionan para otro o viceversa. Aplicar el método ensayo-error es la única forma de saberlo.  Te recomendamos, y sobre todo te animamos, a no desesperarte si a la primera las cosas no salen como las habías planeado.

Son unos meses dónde la madre de la ciencia (Santa Paciencia), será tu mejor aliada. 🙂

Y sobretodo, no te desanimes…volverás a poder dormir, ¡y del tirón!

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El babeo en los bebés: ¿le están saliendo los dientes?

Qué bonito es ver crecer a tu bebé. Ver como empieza a descubrir el mundo, sus gestos, su mirada….¡y también sus babas! 

¿Tu bebé empieza a babear de un día para otro y no sabes a qué se debe? ¿Ya te han sentenciado que es porque le salen sus primeros dientes? 

No exactamente…te lo explicamos bien, paso a paso.

El babeo: una etapa natural

¡Que no cunda el pánico! 

El babeo es una etapa natural en un bebé, sobre todo hasta el instante en el que los primeros dientes hacen acto de presencia.

Técnicamente, en un recién nacido, el inicio de la saliva es consecuencia del principio de actividad de la glándula sublingual. La cantidad de saliva es escasa en este momento.

Hasta el cuarto mes, donde la glándula parótida (o glándulas salivales)  empieza a funcionar a todo rendimiento. Esta glándula es mucho más grande que la sublingual y está ubicada en ambos lados de la cara. Eso provoca que la cantidad de saliva del peque aumente considerablemente. 

Los bebés, como toda novedad, se tienen que adaptar a la nueva situación, y como aún no saben tragarse la saliva, la van escupiendo. Y la ropita empieza a quedar inundada de babas. 

Vamos a intentar ponernos en su lugar: de golpe, se nos empieza a llenar la boca de algo que no sabemos lo que es, y no sabemos tragarlo. ¿Qué haríamos?  Escupirla de manera natural. 😉

El reflejo de tragar (deglución) es un proceso que requiere su espacio, y hasta que el peque no lo haga de manera eficaz, puede pasar un tiempo.

Además, el babeo también se debe a que el bebé solamente está entrenado para tragar comida (leche materna), pero no para tragar saliva. Así pues, el salivar también es un anticipo de la ingesta de nuevos alimentos que se producirá en los siguientes meses. 

Babeo y dientes 

Es decir, que tu peque babee grandes cantidades de saliva, no significa que se deba a la erupción de sus primeros dientes. Desmitificamos pues a tu conocido con conocimientos de dentista.😉

¿Puede ser que antes de los 6 meses aparezca algún diente? Sí, ocasionalmente puede suceder. Pero no hay una relación directa con la salivación. 

En esta fase, además, los peques empiezan a descubrirse los puños. Y como buen bebé, se los meten en la boca. ¿Y eso por qué lo hacen? Porque se entretienen, les gusta y además es nuevo para ellos. Les pasará después con los pies. Son actos reflejos de los peques, y no están relacionados con la salida de los dientes.

Se considera el babeo como una fase independiente de la dentición. Los dos fenómenos no guardan una relación directa, pero sí es cierto que se desarrollan de manera paralela en la misma etapa. Y con la salida de los primeros dientes de leche, la saliva aumenta. En este caso, las babas tienen una importante función en los bebés, ya que les ayudan a suavizar la sensibilidad de las encías.

Salivar tiene sus beneficios

Cuando hablamos de salivar, nos referimos a un proceso de humedecimiento constante en la cavidad bucal. Esto incluye la mucosa y los dientes. Este proceso beneficia el correcto proceso de tragar los alimentos. También reduce la acidez en las comidas, manteniendo el pH neutro, y protegiendo el esófago de la irritación a causa de los posibles reflujos. 

Otro beneficio importante es su función cicatrizante. Eso permite fortalecer sus primeros dientes, ya que la saliva aporta calcio y flúor.

Cuando el peque comienza a comer sólidos, la saliva contribuye a eliminar bacterias que pueden provocar caries dental. También inicia la digestión de los hidratos de carbono.

Salivar es considerado también un factor de crecimiento ya que, cuando se traga, influye en la maduración del intestino.

Cómo ayudar a tu bebé con las babitas

AYUDAR BEBE CON BABAS DIENTES

Generalmente, el babeo en un bebé dura hasta que tiene un año y medio. Es el momento en que todos los dientes ya le han salido, y puede morder y probar alimentos nuevos sin molestias.

Mientras llegue este momento, tu peque va a seguir mojando la ropita, pero podemos realizar acciones para sobrellevar este proceso:

Nuestro amigo el babero 

Los baberos son imprescindibles en esta época. Los de algodón suelen absorber mejor las manchas, pero para evitar que se manche demasiado, se pueden forrar y de este modo, limpiarse con mayor facilidad.

De esta manera podremos evitar que se moje demasiado la ropa, lo que le podría inducir a resfriados o enfriamientos. 

En Fun*das BCN tenemos distintos baberos que pueden ayudarte con todas las etapas de babitas del bebé.

Babero para newborns con tela de toalla. 

En formato bandana, para cuando están con las babitas de los dientes.

Pack de toallitas con rizo para secarle las babas.

Limpiarle las manos a menudo 

Es una acción realmente importante en esta etapa. Si tu bebé se mete las manos sucias constantemente en la boca, se pueden generar  infecciones. Cuando estéis fuera de casa, el uso de toallitas es perfecto para esta función.

Secarle el cuello 

Después de darle de comer, es muy importante secarle el cuello ya que es una zona que está húmeda todo el tiempo. El no hacerlo podría conllevar la salida de hongos.

Comida templada 

La comida muy caliente puede ser molesta para el peque, ya que tiene las encías muy sensibles. La comida templada es, sin duda, la mejor opción. 

Mordedores 

Son una opción interesante ya que le ayudará a aliviar y desinflamar las encías. Además, al ser de material suave, son aptos para que el peque pueda jugar directamente con algo diseñado especialmente para su boca.

En definitiva, el babeo forma parte del crecimiento de un bebé. Conviene estar atenta para ver como evoluciona, pero ya sabemos que no guarda relación con la aparición de los dientes. Son fases que evolucionan de manera paralela. 

Y sí, también conviene ser paciente, una vez más😉 La ropa se va a ensuciar. Solamente se trata de que no se empape. Por todo lo demás,    ¡la lavadora hará su trabajo!

 

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